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Telefónica frustra las negociaciones con los huelguistas
La multinacional no reconoce al Comité de Huelga como interlocutor e insta a las trabajadoras movilizadas a acatar los acuerdos firmados por CCOO y UGT. Estas mantienen la huelga indefinida
ISABEL BENÍTEZ // Este lunes por la tarde, una delegación del personal técnico de las contratas de Movistar ha compartido mesa con Kim Faura, directivo de operaciones del levante peninsular de la multinacional, para tratar los puntos acordados como condición para el desalojo de la tienda central de Barcelona, ocupada el pasado sábado. La sorpresa de la delegación de las huelguistas ha sido encontrarse en la misma mesa al presidente de ADEMI -asociación de las empresas del sector-, la responsable del departamento jurídico de Cataluña de Telefónica y la mediadora de los Mossos.
Telefónica ha entregado a la delegación del Comité de Huelga un documento donde se desentiende como parte clave del conflicto y se remite a los acuerdos firmados junto a las contratas «con sindicatos de audiencia contrastada», en referencia a los acuerdos firmados por CCOO y UGT. Por su parte, ADEMI se ha negado a negociar con el Comité de Huelga «si CCOO y UGT no lo validan». El pasado 5 de mayo, CCOO y UGT firmaron unos acuerdos sin contar con los huelguistas anunciando la finalización de una huelga que no han convocado. Aitzol Ruiz -afiliado de UGT y presidente del Comité de Empresa de COTRONIC- denuncia que «ni siquiera pidieron opinión a los delegados» en referencia a estos acuerdos, rechazados por todos los comités de huelga. En el documento que Kim Faura ha entregado al Comité de Huelga, además, se dice que «como consecuencia de los actos coercitivos hacia Telefónica, nos vimos obligados a suscribir un documento, condición inexcusable para el abandono pacífico de la tienda por parte de los manifestantes», en referencia a la ocupación -el pasado sábado- de la sede permanente del Congreso Mundial de Móviles.
La reunión ha finalizado con «fracaso», pero aseguran que seguirán luchando. GORKA LEIZA
Sin ninguna interlocución válida
La abstención de Telefónica en la búsqueda de canales de resolución del conflicto contrasta con el hecho de que desde la multinacional se insista tanto en que las 35 jornadas de huelga indefinida «están afectando de manera importante» su capacidad comercial. Según Jordi Juan, asesor legal, «es un acto de irresponsabilidad» por parte de la compañía. «Las condiciones del sector las establece el contrato-bucle», unas condiciones que en la práctica controla Telefónica por el volumen de negocio y por ser el cliente único de muchas de estas contratas y del personal autónomo.
Mientras se desarrollaban estas conversaciones, cerca de cuatrocientas personas se reunían a los pies del Edificio Diagonal 00, sede corporativa de Movistar. En un clima tenso pero festivo, se ha abierto un micrófono desde el que han hablado trabajadoras, familiares, y se ha dado paso a comunicaciones de solidaridad de la plantilla de Coca-Cola y de un grupo de trabajadores de Buenos Aires: «Esta es la huelga del pueblo», «estamos luchando por un futuro para todos», «sin nosotros no sois nada». También se ha hecho mención a todas las personas que han resultado lesionadas o muertas a consecuencia de los accidentes laborales de un sector que ha visto crecer la siniestralidad laboral con el endurecimiento de las condiciones de trabajo. Los huelguistas han agradecido en varias ocasiones el apoyo social que están recibiendo. En la concentración han intervenido trabajadores en plantilla de la matriz de Telefónica, que anuncian la posibilidad de una huelga en los próximos días, una de las metas que se persiguen desde un principio y que podría representar un salto cualitativo del conflicto.
Tenemos un plan B
Poco antes de las nueve y media, la delegación de los movilizados ha salido del edificio y ha comunicado el resultado del encuentro: «Un fracaso», según Francesc Queralt, que ha estado presente en la reunión. Después de unos minutos de tensión y frustración entre los trabajadores, se han auto-convocado este martes a una asamblea en la plaça de Catalunya de Barcelona, haciendo un llamamiento a mantener el entusiasmo: «Ya sabíamos que a la primera no saldría, por eso tenemos un plan B, un plan C y los que sean necesarios. La huelga sigue», ha apuntado Ruiz.
Este es el documento que Kim Faura ha entregado a los trabajadores
La jornada del lunes ha sido intensa. El día comenzaba con la emisión televisiva de un vídeo sobre la huelga indefinida en el espacio electoral que Capgirem Barcelona (candidatura promovida por la CUP) ha cedido para romper el silencio informativo que sufre este conflicto. Tras una asamblea masiva con trabajadores procedentes de todo el Estado, a partir de las 17:00 horas, Movistar daba instrucciones para que los concentrados abandonaran el edificio donde tendría lugar la reunión. La concentración ha sido vigilada por ocho furgones de antidisturbios y un fuerte dispositivo de agentes policiales de paisano desde primera hora de la tarde. Las acciones de sabotaje y solidaridad con la huelga continúan y se preparan acciones coordinadas en un conflicto que interpela más de 100.000 trabajadores de todo el Estado español.
[Artículo publicado originalmente en La Directa]
Resulta lamentable que CCOO y UGT intenten acabar con una huelga que ni han empezado ni han apoyado nunca.
Resulta sorprendente que personas afiliadas a estas burocracias sindicales y afectadas por la traición de sus dirigentes sigan todavía con el carné.
Es necesario romper con quien nos vende y no nos deja participar en la toma de decisiones.
¡Viva la huelga de las escaleras!
¡Ánimo técnic@s de Movistar!
A mi me gustaria saber que haria una persona que lleva dos meses sin telefono y es imprescindible para el.Perdiendo llamadas importantes y sin un servicio indispensable,que para gente que tiene teleasistencia,no tiene ninguna ayuda.Me parece importante los derechos de los trabajadores,pero y los derechos de los que pagamos¿donde estan?
La responsabilidad del desaguisado la tiene Movistar-Telefónica. La precariedad laboral y la subcontratación no solo empeora las condiciones de trabajo sino también la calidad del servicio que se presta a la clientela.
Es señal que a la empresa le importan un bledo sus trabajadores y menos aún los usuarios. Si de verdad tuvieran interés por todos ellos ya se habrían sentando a dialogar, no digo negociar, cuando menos.
Salud y Adelante.
Anarcosindicalismo