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La educación infantil, una asignatura pendiente en España
Madrid tiene 54 guarderías públicas para más de tres millones de habitantes. Es decir, existe aproximadamente un centro de este tipo por cada 60.000 residentes
MADRID // La educación infantil hasta los tres años se ha enfrentado a duros recortes, externalizaciones y una bajada de la demanda por la subida de cuotas. Si bien la etapa de los tres a seis seis años cuenta ya con un porcentaje de escolarización que roza el 100%, las marcas están lejos de igualarse para el periodo de 0 a 3, por debajo del 50%. Además, no se plantean como una etapa educativa, sino con un carácter asistencial. Sindicatos, organizaciones de padres y asociaciones de educadores defienden este tramo como clave en el desarrollo posterior del niño.
Madrid tiene 54 escuelas infantiles para más de tres millones de habitantes, es decir, hay aproximadamente un centro de este tipo por cada 60.000 residentes en la capital. Mejores indicadores tiene Barcelona, pero se encuentra aún lejos de unos datos positivos: con 95 escuelas, cuenta con una por cada 17.000 habitantes. Entre las grandes ciudades, la mejor situada es Sevilla, que con 122 centros dispone de uno por cada 6.000 residentes.
Además del bajo número de centros, existe otro problema: el de la precariedad, que afecta tanto a los niños como a los profesionales del sector. En Madrid, por ejemplo, Carmen Ferrero, exeducadora de la Junta de Portavoces 0-6, explica que, tras la subida de ratios que se produjo en 2008, hubo un aumento de bajas laborales, tanto por estrés como por dolores musculares. “En la etapa de dos años, donde había 13 niños ahora han puesto a 20, que están adquiriendo el lenguaje, desarrollando firmeza al andar, controlando sus esfínteres, y una maestra, por muy buena que sea, lo tiene muy complicado”, asegura.
En 2010, un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid, en el que participó la propia Ferrero, elaboró un estudio de casi el 70% de las escuelas de la región. “La conclusión fue escalofriante. No se puede hacer seguimiento y una atención apropiada a los niños”, certifica. Pueden darse accidentes graves, ya que a esas edades también se empiezan a usar los cubiertos. “Antes, cuando un niño llegaba triste, podías hablar con él, ayudarle, consolarle, pero hoy eso es imposible, pasa desapercibido”, lamenta.
Paralelamente a la precarización de este tramo educativo, y en parte como uno de los motivos, se ha producido la entrada de multinacionales en la gestión de los centros. Madrid es de nuevo el caso paradigmático. Desde hace años, se vienen produciendo subastas en las que el criterio que prima es el económico, por lo que empresas como Clece y Eulen, junto a franquicias como Chiquitin o Kidsco, han arrebatado en muchos centros la gestión a cooperativas o pequeñas cooperativas donde cobraba importancia clave el proyecto educativo.
La situación se ha deteriorado tanto que la propia Ferrero lo tiene claro: “Antes que una mala escuela infantil, lo mejor es que el niño se quede en casa”. El problema es que la conciliación de la vida laboral y personal obliga a muchos padres a recurrir a centros que no cumplen unos estándares educativos considerados apropiados por los sindicatos y los educadores. Pero esta educadora jubilada insiste. “Para un niño, escolarizarse en malas condiciones a esas edades puede tener consecuencias muy graves”, zanja. Por eso, organizaciones como la Plataforma de Madrid por la Educación 0-6 destaca uno de sus principales lemas: «No somos objetos a guardar sino personas a educar «.
Sería mucho mejor que se aumentará la baja maternal/paternal. En España es vergonzosa. Creo que un niño debe estar con sus progenitores y no en ninguna escuela, por buena que sea.