Cultura | OTRAS NOTICIAS
Ecozine, ocho ediciones de resistencia
El festival de cine sobre medio ambiente de Zaragoza arranca este jueves con más de 50 films entre cortos de ficción y documentales, largometrajes nacionales e internacionales
Extracto del reportaje publicado en el número de mayo de La Marea, disponible en quioscos y en nuestra tienda virtual
Desde luego no estamos frente a Cannes, ni San Sebastián, ni ninguna cosa que se le parezca. Ni falta que hace. Ecozine, que se celebra en Zaragoza desde hace ocho años, tiene clara su misión: dar visibilidad a producciones que de otra forma no tendrían lugar donde proyectarse, y programar documentales que aborden desde diferentes puntos de vista el medio ambiente. Este jueves arranca la edición de este año, en la que se darán cita más de 50 films entre cortos de ficción y documentales, largometrajes nacionales e internacionales.
En el certamen se proyectarán desde varios films que fijan su mirada en el campo español, a un documental-reportaje catalán sobre el oligopolio energético o los planes de desarrollo que Franco quiso instaurar en Doñana. También tendrá su cuota de producciones mediáticas como Virunga, producción respaldada por Leonardo Di Caprio, y que logró una nominación en los últimos Oscar y otra en los Bafta británicos. En este film, su director, Orlando von Einsiedel, se aproxima al Parque Nacional de Virunga en el Congo, el más antiguo de África y hogar de los últimos gorilas de montaña, para atestiguar cómo es campo de batalla entre empresas de extracción de petróleo y minerales, guerrillas, cazadores furtivos y conservacionistas.
También existe una exigua pero interesante sección de ecodocumentales nacionales, con seis films en competición. Manutrillo, director de uno de ellos, Quivir, reconoce el trabajo de autoproducción severa para desarrollar este tipo de proyectos. En su película, ganadora de un puñado de premios en festivales como el CineEspaña de Toulousse o el Al Jazeera International Film Festival, se acerca al oficio tradicional de la recogida del corcho en Andalucía y Marruecos, con ecos de la crisis económica y el impacto del ladrillazo en el campo de ambos lados del Estrecho. “El corcho es una excusa, bien buscada, un recurso sostenible, renovable, metido en un mercado insostenible y especulativo”, argumenta el director.
Asimismo, presenta película el documentalista Günter Schwaiger (El Paraíso de Hafner, 2008) que también posa su mirada en el campo español, en una familia de esas que nunca emigraron a la ciudad. Desde que el mundo es mundo posibilita, como Quivir, una mirada de respuesta desde el campo, una vez que está visto que la promesa urbana y capitalista se ha ido al garete.
Pocos apoyos
“Podría decir que cada vez recibimos más producciones, lo cual es cierto: 265 este año sólo para la sección competitiva, y provenientes de 45 países. Es una gran cantidad que aumenta cada año. Pero en este país lo del cine es una pena. Y no lo dicen sólo los grandes del sector, sino también lo repetimos desde un festival pequeño que apenas cuenta con 49.000 euros de presupuesto, pero que trabaja por visibilizar un cine que, de lo contrario, no contaría con ventanas para su difusión”, expone el director del festival, Pedro Piñero.
El director lamenta que el escaso apoyo los mantiene año a año en condiciones precarias. “Estoy harto de escuchar cada año sobre el milagro de Ecozine. No es ningún milagro. El festival se mantiene gracias al trabajo de mucha gente, y para eso hacen falta medios, no milagros”, denuncia.
Una labor bastante destacable la que hacen cada año, pero lamentablemente sigue el problema de siempre y es que se cuenta con poco apoyo, esperemos que la situación mejore.
Saludos