Abril

“No se conoce exactamente el origen de la palabra abril”, reza la Wikipedia, vuestra Biblia moderna. Tampoco se conoce muchas veces el origen de esos mendigos que duermen en la Plaza Mayor de Madrid y que según Esperanza Aguirre auyentan a los turistas. En la España de la recuperación mariana no ayuda nada a nuestra marca que se vea el sello de la pobreza estampado en carne y hueso y en el centro de la capital.

La condesa de Bornos opinaba lo contrario que ahora en 2011 y decía que echarlos de ahí sería “privar de sus derechos a esas personas”. Cuatro años después han perdido sus derechos, al parecer. O quizá ya no son ni siquiera personas.

Como “una dificultad añadida a la limpieza de las calles” los definió Ana Botella. Yo definiría a algunos políticos como una dificultad añadida a la democracia.

Leo que mil inmigrantes mueren ahogados en Lampedusa. Ahora mismo, mientras Europa debate sobre qué hacer con esta su “Plaza Mayor”, cientos de ellos estarán embarcándose de nuevo en un viaje que muchas veces será el último.

“Las tragedias de los pobres son aburridas”, sentenció con gran acierto mi admirado colega @gerardotc.

Podría hablaros de Nepal, Senegal, el Sáhara, pero no quiero que me pase como a El Objetivo de Ana Pastor del otro día, sobre el drama de la inmigración precisamente, que marcó mínimo histórico como dato de audiencia. Qué ironías tiene la vida, estábais viendo “Supervivientes”. Supervivientes, sí, con Carmen Lomana e Isabelita Pantoja haciendo el moñas en una isla, mientras en el canal de al lado, a unos milímetros de vuestro mando a distancia, se contaba la tragedia de miles que luchan por sobrevivir de verdad.

Así que cambiemos de tercio. Hablemos de cine, por ejemplo: Robert Downey Jr. se acaba de descolgar con estas declaraciones sobre Iñárritu: “Mire, yo le respeto. Creo que para un hombre cuya lengua nativa es el español, ser capaz de armar una frase como ‘genocidio cultural’ habla de lo brillante que es”.

Los huesos de Cervantes deben estar bailando la conga del susto en el Convento de las Trinitarias Descalzas. Hemos descubierto que Iron Man tiene el cerebro relleno de serrín.

Y en la política nacional, todo bien. Ahora que se lleva el “Catch All Party”, ya sabéis, partido atrapalotodo de esos que van a por el centro del tablero, Ciudadanos le está comiendo terreno en la partida de ajedrez a Podemos, que anda algo tristón y planeando la siguiente jugada de ataque. Errejón Karpov y Pablo Kasparov tratan de mover con precisión sus piezas. El jaque al Rey con Juego de Tronos de regalo ha sido su último movimiento. De momento, ha disparado las ventas de la famosa serie. La monarquía española bien, gracias.

Izquierda Unida de Madrid sigue bailando la Yenca con sus nomenclaturas electorales. Quizá el problema sea de otro tipo de Nomenklatura.

El PP ha vuelto a pasar un mal Rato con lo de Rodrigo, valga el chiste fácil y mil veces repetido, que al fin y al cabo es lo que es el Partido Popular; y Pedro Sánchez a lo suyo, dispuesto a batir el récord de kilómetros en campaña. Con tanto movimiento no me extraña que a veces no sepa muy bien dónde está y se equivoque de botón a la hora de votar la Reforma de la Ley del Aborto.

Hay días en que me dan ganas de pediros el trozo de barro que os presté.