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Rato sigue cobrando de Telefónica
La multinacional de las telecomunicaciones fichó al exministro como asesor internacional tras su salida de Bankia. Santander prescindió de Rato en noviembre
Rodrigo Rato ha caído muy bajo y corre riesgo de perderlo todo, incluso la libertad, si la investigación por blanqueo de capitales da resultados afirmativos. El exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar ha salido del Partido Popular, en el que empezó a militar en tiempos de Alianza Popular, en los años setenta. En noviembre perdió su puesto bien remunerado como asesor del Banco Santander. Pero parece que aún hay quien le sigue siendo fiel. Telefónica fichó a Rato como asesor para Latinoamérica en enero de 2013 tras su salida de Bankia, puesto por el que cobra 100.000 euros al año (poco después la empresa también contrató a su hija).
La empresa ha confirmado por correo a La Marea que aún sigue en el cargo.
Tras el estallido del escándalo de las tarjetas black en Bankia, Telefónica contemplaba echar al exministro de Economía. “Después de esto tendrá que salir de la compañía”, aseguraron fuentes de la empresa a elconfidencial.com en octubre, aunque agregaron que en ese momento Telefónica no le había pedido que dimitiera.
Antes de aterrizar en la mayor empresa de España, Cesar Alierta, presidente ejecutivo desde el año 2000 de Telefonica S.A., había presidido Tabacalera, también gracias al gobierno de Aznar y Rato. Cuando el presidente de telefónica Juan Villalonga, compañero de clase de Aznar en el Colegio del Pilar de Madrid, cayó en desgracia con sus mentores por la guerra del fútbol y la polémica de las stock options, Rato defendió la candidatura de Alierta para dirigir la multinacional. Fue nombrado presidente en julio de 2000.
El PP terminó la privatización completa de Telefónica que había comenzado con el anterior gobierno socialista de Felipe González. Desde entonces, la multinacional ha fichado a una serie de políticos tras dejar cargos de responsabilidad, como el socialista Narcís Serra, que fue vicepresidente de González, Eduardo Zaplana y Alfredo Timmerman, ministro de Trabajo y jefe de gabinete de Aznar respectivamente, entre otros.
Telefónica justificó el fichaje de Rato en 2013 en un comunicado: “Por su experiencia y trayectoria, ambos nombramientos vienen a reforzar la visión global de Telefónica, compañía que tiene presencia en 25 países”.
Rato también prestó sus servicios al Santander como asesor en asuntos internacionales. Cuando estaba en el punto de mira por sus diferentes abusos al frente de Bankia, el entonces presidente del mayor banco de España, Emilio Botín, se resistía a prescindir de su ilustre colaborador. Cada tres meses, en la rueda de prensa de la presentación de resultados, el propio Botín o su consejero delegado Javier Marín defendían a Rato porque “era un lujo” tener a alguien como el ex jefe del FMI asesorando la entidad.
La última vez en noviembre pasado Marín ya no fue tan contundente y se limitó a contestar a una pregunta sobre Rato remitiéndose a declaraciones en el pasado.
Ana Patricia Botín, dos meses después de asumir la presidencia del Santander tras el fallecimiento de su padre, fulminó a Rato aunque disfrazó el despido con la disolución del consejo de asesores internacionales al que pertenecía.
Después de que la directiva del Partido Popular lograra forzar la marcha de su anterior vicepresidente económico, Rato finalmente aceptó presentar su baja temporal del partido de toda su vida.
Os recuerdo que para evitar que gente como este señor se enriquezca de nuestro consumo, hay alternativas en las finanzas éticas (Fiare, Coop57, Triodos, Oikocredit) y en las comunicaciones (guifinet, Eticom).
¡Su enriquecimiento y sus chanchullos, no con mi dinero!