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¿Por qué Venezuela no y China sí?

¿Por qué el PP no sólo tolera, sino que abraza al Partido Comunista Chino? Porque no pone en peligro el capitalismo salvaje: al contrario, lo promueve

Estos días el presidente de China, Xi Jinping, publica en España su libro La Gobernación y administración de China. Lleva más de tres millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Supongo que Rajoy ya tendrá el suyo dedicado, porque al PP le encanta el Partido Comunista Chino (PCCh). Será porque ambos son populares. Dolores de Cospedal recibió en diciembre en Génova a una delegación de los comunistas chinos. Le devolvían la visita que realizó ella a China en 2013, donde el Partido Popular y el Partido Comunista firmaron un acuerdo de “entendimiento, intercambio y cooperación”. Los liberales del PP están encantados con China, un país donde no hay libertades civiles. Viene de lejos. Otra liberal de pro, Esperanza Aguirre, realizó en 2005 su primer viaje oficial al extranjero como presidenta de la Comunidad de Madrid a ese paraíso de respeto al individuo y a los derechos humanos que es China [risas enlatadas].

Según Amnistía Internacional (AI), en China no hay libertad de expresión, se practica la tortura, la pena de muerte y la detención y reclusión arbitrarias de miles de personas. En cuanto a la libertad de expresión, señala AI: “Con el auge de las redes sociales, el control, la regulación y la censura se han extendido a autores de blogs y propietarios de sitios web, y las personas que suben información ‘sensible’ a la red corren el riesgo de ser detenidas, procesadas y encarceladas bajo la acusación de ‘subvertir la seguridad del Estado’ o ‘filtrar secretos de Estado al exterior’. Centenares de palabras, como ‘democracia’ y ‘derechos humanos’, están prohibidas en los mensajes de texto de los teléfonos móviles”.

En cuanto a la tortura, la ONG recuerda que en 2014 ha documentado “varios casos de personas que han sido torturadas durante su detención, como Ilham Tohti y Liu Ping. Además, hay que añadir que la autorización legal para que la policía mantenga detenidas a personas sospechosas hasta seis meses, sin comunicarlo a la familia, supone la legalización de facto de la desaparición forzada”.

De la pena de muerte basta decir que en China se ejecuta a más gente al año que en el resto del mundo en su conjunto. En cuanto al respeto a las minorías, a la libertad religiosa… en fin: China es una dictadura militar. No hay vuelta de hoja. Podríamos seguir eternamente.

Los comunistas chinos caen también muy bien al Partido Comunista Español (PCE), ojo. Todavía recuerdo una foto de José Luis Centella, secretario general, con camaradas chinos en una fiesta del PCE. Esas visitas estarían muy bien si el tema exclusivo fuera los derechos humanos, pero parece que de eso se habla poco o nada. Por supuesto, el PSOE de Zapatero estrechó relaciones con el gigante asiático. De hecho llegó a decirles que España es «el mejor amigo de China» en la UE. Qué entrañable.

Pero en el caso del PP, su entrega al régimen chino es un hecho más llamativo por su continua campaña contra Venezuela, un país al que acusan de los mismos males que no ven en China o en Arabia Saudí, otra tiranía a la que se le perdona todo. En Venezuela, en China, en Cuba, en Arabia Saudí, en Estados Unidos, en Israel… donde sea, si se violan los derechos humanos (aunque su violación no sea igual de sistemática en todos esos países) hay que denunciarlo por igual y tomar represalias por igual. «Donde vaya, donde esté y siempre, yo voy a decir que por encima de todo hay que cumplir los derechos humanos», señaló el otro día la jueza Manuela Carmena, candidata de Podemos a las primarias del partido Ahora Madrid. Hacen falta más afirmaciones como ésta: sin paliativos.

Pero, ¿por qué el PP no sólo tolera, sino que abraza al Partido Comunista Chino? Pues porque el PCCh no pone en peligro el capitalismo salvaje, la ley de la selva: al contrario, lo promueve. ¿Y por qué el Partido Comunista de España también apoya al PCCh? Pues porque China cuestiona el liderazgo de EE UU, y el PCE sigue anclado en la política de bloques de la Guerra Fría. Por eso esas patéticas simpatías antiimperialistas hacia Rusia y China, que ya no son sino dos imperios neocapitalistas.

Más allá de las categorías izquierda o derecha deberían imponerse, además, las categorías ‘respeta y defiende los derechos humanos sin paliativos’ o ‘no respeta ni defiende los derechos humanos sin paliativos’. Me temo que en el segundo grupo, de momento, entra mucha más gente que en el primero. Es más, nadie que no respete los derechos humanos debería nunca considerarse de izquierdas.

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Comentarios
  1. Me hace gracia que el autor enfrente el imperialismo yanqui, que desde antes de la segunda guerra mundial impone con su ejercito el capitalismo atroz y su pseudo cultura esclavizante al resto del mundo, para acumular la riqueza mundial (obtenida del trabajo de las personas a traves del lucro empresarial y del expolio del los recursos de la biosfera) en unas pocas familias yanquis con predominio de ascendientes judíos,a dos naciones China y Rusia, obviando que la realidad de la lucha anticapitalista hoy en día ha reunido a BRICS que planifican el sacar a la humanidad de la esclavitud; son 5 naciones diferentes de idiomas diferentes, que son más del 40% de la población mundial y sus territorios,estratégicamente colocados y distantes significan una superficie Terrestre definitiva, echan por tierra cualquier pretensión de llamarles imperio.Evidentemente el FMI ya nos proporcionó el dato de que China es el país líder en PIB,en termino de poder adquisitivo, lo cual vuelve loco a cualquier defensor del mercado como locomotora de la economía; ante esto solo les queda la posibilidad de hacerles la «pelota» caso del PP, o bien pedir la modernizacion de su ejército caso de los yanquis, sin tener en cuenta éstos, que su economía está ya en manos de los BRICS. Es cierto que son capaces de morir matando, pero creo que esta ocasión de haber un conflicto armado a nivel mundial, el escenario será sus territorios.

  2. Totalmente de acuerdo no obstante estaría muy bien que este debate le planteara el periodista Toño Fragas en el Hoy por Hoy de la cadena ser y en Prisa en general porque Venzuela no y China si.

  3. Un artículo totalmente desafortunado.
    Si lo que se busca realmente es justificar la doble moral del PP sobre los derechos humanos, puede hablarse de casos más graves de amistad como PP-Arabia Saudita o la venta de armas a Venezuela cuando según ellos esta una dictadura. No es necesario recurrir a un país como China (donde por cierto viví).
    Luego el artículo aprovecha para criticar al PCE, poco menos que el nuevo PP, aprovecha también para dar credibilidad a las acusaciones de que en Venezuela se violan los derechos humanos, se insinúa que la izquierda lo esconde, se mete a Cuba en el mismo saco que Arabia Saudí e Israel…
    Ataca a la política que todavía se basa en bloques, (imperialismo frente quienes se le oponen por interés o necesidad), y pone como segundo ejemplo de que eso no ocurre a Rusia, precisamente un claro caso de oposición al imperialismo en Ucrania. El argumento de que también estos son malos, junto con el de no hay imperialismo, da como resultado una izquierda que alaba la guerra de Irak, de Libia o de Siria (¡No vas a defender a un dictador frente a los demócratas, que imperialismo ni que ocho cuartos!).
    Tantos años y no aprende esta izquierda que coge algo bueno “derechos humanos” y acusa al resto de la izquierda de no defenderlos.

  4. «En Venezuela, en China, en Cuba, en Arabia Saudí, en Estados Unidos, en Israel…»
    Me falta España, pero me tienta ordenar estos países por orden, de mayor irrespeto por los ddhh a mayor respeto:
    EEUU,Israel, Arabia Saudí, China, Venezuela y Cuba.
    Ah, ahora nos entendemos mejor. Buen artículo pero necesitado de más contexto.
    Ánimo.

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