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Las Marchas advierten que “no hay salvadores” y volverán a Madrid este sábado
“Planteamos una movilización sostenida, porque tenemos claro que no habrá cambio real si no hay nervio desde abajo”, ha explicado un portavoz
MADRID // Hace justo un año, más de un millón de personas se manifestaron en Madrid, muchos llegados a pie desde todos los puntos de la geografía española, para protestar contra las políticas de austeridad del Gobierno. Este mes, los organizadores de las Marchas de la Dignidad quieren repetir la hazaña. Sin embargo, son conscientes de que en pleno año electoral y con el auge de fuerzas como Podemos, la participación será previsiblemente menor. “Planteamos una movilización sostenida, porque tenemos claro que no habrá cambio real si no hay nervio desde abajo”, ha explicado Javier García, portavoz de la plataforma organizadora, quien ha querido dejar claro, en alusión al partido de Pablo Iglesias, que “no hay salvadores” y que hay que “conseguir cosas con autoorganización”.
Cerca de 300 colectivos de todo tipo y organizaciones sindicales están detrás de esta movilización, que pretende ser la primera de varias este año y que alcanzará su punto culminante con el intento de una huelga general en octubre. Habrá seis columnas, que saldrán desde Asturias-Cantabria-Castilla y León, Extremadura-Toledo, Euskadi-Burgos-La Rioja, Cataluña-Aragón-Navarra-Guadalajara, Murcia-País Valenciano-Castilla-La Mancha y Castilla-La Mancha-Andalucía. Todas confluirán en Madrid el 21 de marzo a las 17:00 horas en Atocha, desde donde la manifestación avanzará hasta Colón, donde varios representantes de las diferentes marchas darán discursos.
“La realidad es tozuda, a pesar de las campañas de cosmética sobre la estadística que hace el gobierno, diciendo que estamos mejor”, ha resaltado Pedro Serna, otro de los portavoces. Desde la organización destacan los 5,5 millones de parados, las 600.000 familias desalojadas de sus casas, el 55% de desempleo juvenil o el hecho de que el 30% esté en situación de pobreza, entre otras razones para protestar. “No hay que fiarlo todo a elegir a quien nos representa, la movilización es necesaria para exigir el cumplimiento de las promesas de los partidos”, ha argumentado.
En este sentido, las marchas tienen “vocación de futuro”, en palabras de la ex diputada y activista Nines Maestro, quien advierte que “no son un estallido, sino una expresión de un pueblo indignado”. Y ha puesto el ejemplo de Grecia para ilustrar la necesidad de la movilización en la calle, un país que se está viendo “chantajeado” por el pago de la deuda, lo que le dificulta hacer políticas sociales. “Tenemos la voluntad de autoorganización desde la base al margen de grandes sindicatos y partidos”, ha añadido.