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Oltra: “Los 24 años de Barberá en Valencia sólo se entienden desde el abuso de poder”
La candidata de Compromís a la Generalitat Valenciana confía en un gobierno plural que rompa con el bipartidismo
Mónica Oltra acude a la entrevista con unas gafas moradas, un color que recuerda al que históricamente sirvió como reivindicación por el movimiento feminista y que en el último año ha hecho suyo Podemos. La política valenciana marca distancia con los dos, aunque hablando con ella de manera informal uno tiene la sensación de que comparte más del 90% de las opiniones de ambos. Ella, en cambio, gusta de los matices, del uso del lenguaje y de darle el sentido a cada palabra, así que no huye de la discordia y la conversación, que no los “gritos”. Algo que le será muy útil en estos meses de convergencia pre y postelectoral.
La cita es en un pequeño restaurante tailandés de menú en el centro de Madrid. Oltra ha estado en la ciudad menos de una mañana. “Yo aquí no podría vivir, aunque una se acostumbra a todo”, asegura en una frase que pone fin a los cantos de sirena que, de forma repetida, la sitúan en el Congreso de los Diputados. Ahora, ella es la candidata de Compromís a la Generalitat Valenciana, unas elecciones en las que las encuestas dan casi un empate a cuatro (PP, PSPV, Compromís y Podem) y donde todo parece que se decidirá en una campaña que ella misma define como “apasionante”.
¿Este año electoral puede ser el fin del bipartidismo?
Las elecciones se plantean como hace tiempo deseábamos y esperábamos, que era desde un punto de vista de cambio político. Esperemos que se acabe el bipartidismo, pero yo no apuesto por sustituir un bipartidismo por otro. Apuesto por el multipartidismo.
¿Hay un riesgo real de un bipartidisimo PP-Podemos en el parlamento español?
Yo no hablaría de riesgo, pero sí que creo que el multipartidismo es un valor y que haya diferentes maneras de sentir y de pensar es algo que hace avanzar la democracia.
El problema es que esa multitud de voces acabe como terminó precisamente Compromís en 2007, con la ruptura del pacto con Esquerra Unida.
El riesgo no son las voces, son los gritos. No tiene por qué haber ruptura, los seres humanos nos distinguimos por la capacidad del lenguaje, de llegar a acuerdos y de escuchar. Yo estoy convencida de que el diálogo debe volver a tomar el protagonismo en el parlamento frente a la fuerza del voto y el rodillo. Si sustituyes la palabra por el grito tienes un problema, pero eso no tiene por qué pasar.
¿Prefiere un gobierno con una única voz o que sea una mezcla de siglas?
Yo creo que la pluralidad es buena, en el parlamento y en el gobierno. A mí me gustaría un gobierno plural, porque en un momento tan difícil como el de ahora, distintas miradas son enriquecedoras y necesarias. Yo puedo creer que mi propuesta es la mejor, pero probablemente siempre habrá alguien que la pueda mejorar y no me quiero perder eso. Yo las mayorías absolutas no las quiero ni para nosotros. Me gustaría un gobierno multicolor, pero ojo, un gobierno, no dos o tres o cuatro, uno sólo, porque las últimas experiencias (Cataluña, Galicia, Andalucía) han fracasado por eso. Tiene que haber un gobierno donde sus miembros no compitan entre sí, donde haya un sentimiento de pertenecer a un gobierno que hace las cosas de manera solidaria.
¿Mónica Oltra es de izquierdas?
Obviamente. El otro día me definía el profesor Joan Romero como alguien de izquierdas y de abajo. Yo creo en una política que defiende a la gente más vulnerable, que es la gran mayoría, pero que en las decisiones políticas se ve marginada porque lo que se defienden son los privilegios de una minoría que tiene el poder político y económico.
¿Qué piensa cuando oye la palabra transversalidad desde partidos como Podemos para evitar decir que se es de derecha o de izquierdas?
Eso no es transversalidad, eso es indefinición. Transversalidad es por ejemplo decir que la política para las mujeres tiene que estar en todos los ministerios, tiene que ser horizontal. Lo otro es indefinición, por las razones que sean, que no me meto.
¿Cree que hay un proceso de desideologización?
No. Los que más ideología hacen son los del Partido Popular, por ejemplo con lo que han hecho con la sanidad universal, diferenciando entre los que pueden y los que no pueden. Y eso es ideología. ¿Con qué objetivo? El de cambiar el paradigma, ya no tienes derechos por ser persona, sino que tienes lo que te puedas pagar, ya no eres ciudadano, eres cliente.
¿Cómo podría explicar la existencia de Rita Barberá al frente de la alcaldía en Valencia durante tanto tiempo?
Los 24 años de Rita al frente del Ayuntamiento sólo se entienden desde el abuso de poder. Lo que pasó durante la Crida no tiene nada que ver con que si Barberá habla bien valenciano o no, aquel era un día de la fallera mayor y ella debería mantener un discreto segundo plano, pero no sabe, tiene que ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro.
¿Y qué parte de culpa tiene la sociedad valenciana?
Ha habido muchos factores que han influido. Yo siempre digo que a mí lo que más me interesa es pensar qué hemos hecho mal las izquierdas…
¿Y qué es?
No ha sabido romper las consignas de la derecha. Cuando dijeron que nos iban a poner en el mapa, -y lo han hecho, pero de la corrupción-, la izquierda no supo combatir con una sencilla política: “No hay ciudad, ni pueblo ni calle que esté en el mapa si sus ciudadanos no están en el mapa”. El PP construyó todo un lenguaje y una manera de comunicar en la que la gente asumió que lo normal era votar PP y lo otro una anormalidad, algo que cambia en el 2011.
Pero cambia poco…
Claro, el tema es cómo se visibiliza esto. No tenemos bastante para romper la mayoría absoluta del PP, pero sí hubo un clic que nos ha llevado a las perspectivas de cambio que sí hay ahora. Cuando nosotros empezamos a criticar la corrupción y los trajes de Camps nos tomaban por locos, pero resulta que todo lo que hemos denunciado ha resultado ser cierto.
¿Y eso se traduce en votos? Porque de repente una formación como Podemos aparece y rentabiliza mejor los votos que los partidos que han estado en el parlamento valenciano.
Si en cada acto hubiese pensado si daba votos o no, no hubiera hecho nada. Nosotros hicimos lo que creíamos que había que hacer. Si lo hubiera analizado de forma fría, la primera camiseta que me puse no me la hubiese puesto, sin embargo nosotros rompimos el Guantánamo informativo en Canal Nou, conseguimos que en las sesiones plenarias hubiese televisiones del ámbito español…
Volviendo a las elecciones autonómicas, ¿Podemos le ha ofrecido ir en su lista?
No.
El secretario general de Podemos en el País Valenciano, Antonio Montiel, sí que ha estado muy vinculado a Compromís hasta el mes de diciembre. ¿Esto hace más fácil un futuro pacto?
Yo a Montiel lo conozco desde hace mucho tiempo, y es una persona con la que se puede dialogar, igual que con Ignacio Blanco.
Pero en el caso de Esquerra Unida, hay cosas del pasado que quizá no vayan a abordar.
¿Para qué? Yo creo que ni en las relaciones de pareja es bueno decir, “yo hace años te dije, tú me dijiste”, no lleva a ninguna parte. Hay que ver dónde estamos ahora y qué espera la gente de nosotros. Los hombres y mujeres del País Valenciano necesitan un cambio político que ponga a las personas en el centro de las cosas.
¿Podría resumir en un par de frases los principales problemas del País Valenciano que debería solucionar ese futuro gobierno de izquierdas?
Ufff… De forma esquemática, hay dos emergencias: la social y la democrática. La emergencia social viene determinada por los datos de paro y de pobreza por encima de la media, con un tercio de la población excluida y se afronta con renta garantizada de ciudadanía y con propuestas como la educación de 0 a 3 años que permite conciliación, comedores escolares, servicios sociales con una vocación universal… La segunda emergencia se combate con la oficina antifraude, con cambios en Les Corts que impidan que se pueda denegar la información a la opinión pública, cambios en la ley de contratos, que los órganos de control se elijan mayoritariamente de los partidos que no dan apoyo al gobierno… Y a medio plazo, cambio de modelo productivo, descarbonización de la economía, I+D+i vinculada al desarrollo, economía de lo social, desarrollo de la ley de dependencia, y la parte cultural, ya que hace falta que ésta sea también sea un motor económico.
¿Y esto cómo se hace?
Con un cambio en el sistema de financiación. Somos la única comunidad autónoma que estando por debajo del PIB y de la renta per cápita de la media española y por encima del paro y de la pobreza, pagamos a comunidades más ricas que nosotros.
Muy lucida Mónica. De acuerdo contigo. Necesitamos un cambio, y espero que lo líderes. Como indica Maria, espero también suerte para Ignacio Blanco. Faig meua la frase final: No hi ha dret que uns sembrareu, i tinguereu cura del treball per a que altres s’enduguen la collita
Al obsesionado por el tema del catalan, que siga asi. Quizás Oltra cojee de ese pie, no lo sé. Pero quien ha entregado la CAM al Banco de Sabadell, el Banco de Valencia a La Caixa y Bancja a Bankia y a Madrid, dejandonos sin tejido bancario propio, han sido los del Partido Popular, que tan anticatalanes eran.
Coincido con Lowe en que la total responsabilidad de que el PP siga gobernando es de los valencianos que les votamos. Algo falla en nuestra percepción de la corrupción como algo negativo. Es la misma enfermedad qeu en el resto del España, sooq eu aquí es más exagerada.
Grande y lúcida la Mónica.
Si ha estado 24 años en el poder la del caloret y los Bouton hay que tener en cuenta que la primer medida que toma esta calaña de mayordomos mayores del capital que es el PP es comprar los medios de comunicación. Eso es suficiente para manejar a la población y además tienen todos los apoyos que haga falta para controlarla, atontarla y para lo que haga falta.
También tener en cuenta que la era pepera valenciana ha coincidido con las décadas de la «política» del ladrillo, y ahí no se paró de construir megainfraestructura tras otra que, aunque era pan para hoy y hambre para mañana, dió abundante trabajo hasta que algunos se hicieron millonarios y para los más llegó el hambre.
Bastante hicistéis la izquierda, Mónica, en aquellos años de resistir a contra corriente.
Os deseo los mejores resultados. Lo mismo que a Ignacio Blanco que también ha trabajado duro.
Unxs sembrastéis y otrxs recogerán la cosecha. Mi gratitud, sembradorxs.
¿Cómo podría explicar la existencia de Rita Barberá al frente de la alcaldía en Valencia durante tanto tiempo? Respuesta pobre y sin lógica de la Oltra a esta pregunta. La Oltra es de partido con cuatribarrada catalana y lengua catalana, actualmente como acto hipócrita la cuatribarrada la tienen guardada en el armario, el valenciano de a pie no quiere nada que huela a política catalana paisos catalanes etc. La izquierda valenciana y su catalanismo son los culpables en una parte importante que hace mantener en el poder a la nefasta derecha valenciana.Esta vez la Oltra lo tiene fácil pues el valenciano tendrá que elegir entre pan o sentimiento. Veamos que pasa.
Respuesta pobre y sin lógica la tuya. ¿Qué tiene que ver la pregunta sobre Rita con la opinión que tú supones que tiene Compromís sobre las relaciones con el resto de Autonomías?
No tanto ni solo desde el abuso de poder como de la ceguera de los valencianos.
Es absolutamente inexplicable que a pesar de la masacre que el PP ha estado haciendo con los valencianos, a pesar de toda la corrupción del PP, hayan seguido siendo votados. Valencianos, ¿estáis tontos o qué? ¿Os amenazan mucho con el infierno desde los púlpitos?