Opinión | OTRAS NOTICIAS

Noticias que sientan como un ‘tiro amigo’

"La principal función de una prensa libre es fiscalizar al poder, pero también hace falta una mirada crítica a las formaciones que pretenden ser una alternativa", sostiene la redacción

Debate de la redacción publicado en el número de marzo de La Marea, a la venta en quioscos y en nuestra tienda virtual

Los partidos considerados de izquierdas, se definan o no de ese modo, están generando mucha información en los últimos meses. A menudo, se trata más bien de ruido mediático interesado. Y aunque resulta casi imposible escapar a él, en La Marea hemos intentado dosificar las noticias sobre rifirrafes internos y también sobre las acusaciones de supuestas corruptelas que desde algunos medios de comunicación se hacen, un día sí y otro también, a veces sin demasiada consistencia.

En ocasiones, denunciamos comportamientos reprobables que se producen en organizaciones de la izquierda, como es el caso del artículo publicado en la web Miguel Reneses, ejemplo de lo que supura en IU, por el cual el exnúmero dos de Cayo Lara ha interpuesto una querella contra este medio y contra su autor, Antonio Maestre.

Cuando escribimos textos críticos con estas formaciones, algunos lectores se soliviantan e incluso amenazan con cancelar sus suscripciones. Manel Fontdevila ironizaba sobre este tipo de reacciones en una viñeta en la que mostraba un cartel con el lema: «Por un periodismo independiente y de calidad que diga de forma verídica, contrastada e imparcial exactamente lo que yo quiera oír». Otros, en cambio, premian esta pluralidad: «Como miembro d @ahorapodemos y @PodemosEH me enorgullezco de leer y comprar @lamarea_com porque no nos hace la pelota ni miente. Prensa libre», decía @andergsolana en Twitter.

Y es que, ¿acaso querrían algunos lectores que censuráramos artículos críticos con organizaciones de izquierda? Creemos que el periodismo no es objetivo ni neutral, porque está basado en determinados valores, pero eso no debe hacer nunca que un trabajador de la información esté condicionado por intereses partidistas. La Marea comparte sus valores editoriales con la izquierda, pero no es de ninguna organización.

No obstante, debemos recordar que, igual que el resto de actores políticos y sociales, a menudo en los medios independientes nos vemos influidos por la agenda, que en gran parte viene marcada por los grandes medios. Por poner ejemplos recientes, Juan Carlos Monedero y Tania Sánchez ocupan numerosas portadas y, en cambio, hay que buscar mucho en esas mismas publicaciones para encontrar los nombres de los evasores fiscales de la lista Falciani. La principal función de una prensa libre es fiscalizar al poder político y económico, pero también hace falta una mirada crítica, sin intenciones oscuras ni servilismos políticos, a las formaciones que pretenden ser una alternativa en el modo de hacer política.

La redacción de La Marea

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Comentarios
  1. Totalmente de acuerdo Eugenio. Sensatez. (Ojala que tuviéramos tanto interés en saber sobre la absoluta locura del TTIP como en la tableta de Villalobos. Otro gallo nos cantaría)
    Y no dividir más a la izquierda a no ser que seáis infiltrados de derechas. No seáis inoportunos entreteniendo con si galgos o podencos.
    I.U. tendrá sus errores, pero en los tiempos del consumismo loco, junto con otros partidos de izquierdas, fué un referente y dió la talla.
    Quienes no la dieron fué la ciudadanía a la que le sobraban los sindicatos y todos los partidos de izquierdas.
    El momento es muy desesperado para muchas personas, necesitamos sumar fuerzas y apuntar en la dirección en que nos llueven los palos y las piedras. En la que vemos día a día como nos roban nuestro dinero, nuestros derechos y libertades y cómo se quitan de enmedio a los jueces honestos.

  2. ¡¡Amén, compañer@s!! Ya está bien de ser miopes, autocomplacientes y cómplices. IU tiene mucho que aclarar y mucho por lo que pedir disculpas. Es gente de ahí la que ha dado origen a Equo o Podemos. La respuesta al por qué es evidente. La herramienta IU ya no nos es útil. Y ya con esto es pa mearse en las siglas.

  3. Llama la atención que algo tan básico como la crítica periodística deba ser defendida una y otra vez, incluso en un medio de comunicación de izquierdas, ante sus propios lectores. El sectarismo, aun en nombre de las mejores intenciones, pretende siempre acallar la crítica y el disenso, por lo que es en sí antidemocrático. Es un mal del que no se libran, ni siquiera, los nuevos movimientos y partidos políticos. Lo importante, y esto vuelve a ser obvio, es que la crítica se apoye en argumentos sólidos. Después, que cada uno reflexione y juzgue.

  4. Coincido en que el buen periodismo debe ser objetivo y neutral, no se debe censurar una noticia de manera partidista, o denunciar la paja en ojo ajeno mientras se oculta y hasta se aplaude la viga en el propio, como hace la prensa de derechas española, osea casi toda. Para mí, el periodismo ante todo, está para incordiar, para incordiar a los que nos mienten, nos estafan, nos toman por imbéciles y se carcajean de nosotros, osea para incordiar al poder. Es conocida la frase de Orwell que dice que «decir la verdad es un acto revolucionario» y en este sentido es muy necesario un periodismo revolucionario y rebelde, le pese a quien le pese. Un periodismo sumiso y servil es algo ciertamente repugnante. Dicho esto, creo que tambien es bueno saber diferenciar (y el buen periodismo debe hacerlo) lo verdaderamente grave de lo anecdótico, por muy poco ético o muy indecente que sea lo anecdótico. Me explico; a mi entender, lo grave es que el partido en el poder destruya pruebas que lo incriminan en un delito, como el ordenador de Bárcenas o la misteriosa desaparición de los tomos de la correspondiente causa abierta; es grave que un presidente mienta reiteradamente de una manera tan zafia; es muy grave que mientras el actual presidente del Tribunal Constitucional era afiliado a un partido, se expulse de la carrera judicial a juces como Silva o Garzón y se le pongan todo tipo de obstáculos a otros como Ruz o Castro; es gravísimo que se utilicen instituciones del Estado para tapar supuestos delitos, como en el caso de la hermana del rey, mientras esas mismas instituciones filtran datos fiscales, como en el caso Monedero; es bastante grave que el pp se financiara con dinero negro a través de una caja B, engordada mediante comisiones ilegales o donaciones fraudulentas y que supuestamente eso sirviera tambien para repartir sobres entre la cúpula de Génova; y es grave que todo un presidente de Diputación de Castellón estafara a Hacienda. Todo eso es lo grave; lo de Monedero o Errejón, lo del «valenciano» de Rita, lo de la tableta de Celia o lo del incidente de Esperanza con su coche son anecdotas muy desagradables que dicen muy poco desde el punto de vista moral de los nombrados, pero en mi opinión no es lo verdaderamente grave de este pais, por eso pienso que el periodismo ha de saber diferenciar las unas de las otras.

  5. Soy un lector asiduo de la marea y aunque no me he suscrito(todavía)os felicito por vuestra profesionalidad, por los temas que abordáis y por el enfoque que le dais a los diferentes temas. Enhorabuena. Alaquàs(horta sud – València)

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