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Si nuestra Casa Real apoyara a ISIS
La página web Middle East hizo una comparativa entre las penas que se aplicaban en Arabia Saudí y las que hace el ISIS. Las similitudes entre ambos son muy llamativas
MADRID// Resulta difícil imaginar al rey Juan Carlos o al rey Felipe VI visitando en Racca a Abu Bakr al Baghdadi, líder supremo del Estado Islámico, en un acto oficial con empresarios para impulsar los negocios de las empresas españolas. Sin embargo, nos resulta familiar rememorar las visitas que la Casa Real ha realizado a Arabia Saudí para hacer negocios y pasear al lado del recientemente fallecido Abdalá Bin Abdelaziz. Cuestión que resulta paradójica si comparamos el trato a los derechos humanos que da el ISIS en su territorio y el que el rey fallecido amigo de nuestra monarquía ha venido desarrollando durante esos prolíficos años de amistad. El rey Felipe VI acudió a Riad a presentar las condolencias por el fallecimiento del sátrapa saudí sin tener en consideración la sistemática violación de los derechos humanos que día a día se cometen en el país árabe.
Recientemente, Arabia Saudí ha sido noticia por el castigo al bloguero Raif Badawi, quien ha sido condenado a recibir 1.000 latigazos por insultar al Islam en aplicación de una nueva ley que considera terrorismo los delitos de opinión. Además, trascendió la ejecución pública, mediante decapitación, de una mujer birmana acusada de haber matado a una niña a la que cuidaba, un vídeo de extrema dureza. Estas condenas en el régimen amigo de la Casa Real española no son muy diferentes a las que se producen en el Estado Islámico por parte de ISIS, donde se lanza a homosexuales desde una torre o se cortan brazos y manos por haber robado. Lo cierto es que la justicia en Arabia Saudí no difiere mucho de la justicia que aplican los terroristas de ISIS.
La página web Middle East hizo una comparativa entre las penas que se aplicaban en Arabia Saudí y las que hace el ISIS. Las similitudes entre ambos son muy llamativas las penas por robar tanto en el Estados Islámico como Arabia Saudí incluyen cortar las manos y los pies. El adulterio está castigado con lapidación o latigazos, según la gravedad del “delito”; la homosexualidad o la blasfemia están penadas con la muerte tanto por ISIS como por el reino saudí.
La relación que mantiene España con la dictadura árabe es muy fructífera y cercana, como reconoce el gobierno en la ficha del país en la web del ministerio de Asuntos Exteriores: “Las relaciones con España se han caracterizado tradicionalmente por ser cordiales, marcadas por una tradicional simpatía y amistad entre ambos pueblos y entre las dos casas reales. S. M. el Rey es el principal activo de las relaciones de España con este país. Prueba de ello fue el trato preferente dado a nuestro monarca durante sus últimas visitas oficiales a éste en 2006 y 2008. A lo anterior, hay que añadir la simpatía e interés que los saudíes muestran por el pasado árabe de España, muy presente en el imaginario colectivo y recordado en forma de nombres alusivos a dicho pasado en numerosas calles, edificios y establecimientos de todo tipo en este país. El apoyo de Arabia Saudí a España durante la celebración de la Copa del Mundo mostró también la buena percepción que se tiene de nuestro país en esta sociedad”.
Las buenas relaciones entre la Casa Real española y la dinastía del dictador saudí tienen como principal componente el interés económico de empresas españolas. La operación más importante de los últimos años es la adjudicación de la línea Alta Velocidad Meca-Jeddah-Medina al consorcio hispano-saudí Al Shoula Group, participado por una serie de empresas españolas públicas y privadas como Renfe, Adif, Talgo, OHL, Copasa, Cobra, Consultrans, Imathia, Inabensa y Ginova, Dimetronic e Indra, por un importe de 7.000 millones de euros, un negocio que sin duda influye en el modo en que los medios de comunicación tratan la figura del dictador saudí. Algunos medios de comunicación que proclamaron la defensa de la libertad de expresión tras el ataque terrorista a Charlie Hebdo y se escandalizan porque Syriza no lleve a ninguna mujer en su gabinete llamaron reformista a Abdalá Bin Abdelaziz por ser amigo del rey y un gran benefactor de las empresas españolas en su territorio. La web de TVE, en su primer perfil sobre el monarca fallecido, decía que Abdalá era “el reformista saudí que sobrevivió a la primavera árabe”. Además la televisión pública incide en el aperturismo del rey que incluyó en el gobierno a las mujeres. Una apertura que ocultó hechos como que las mujeres tengan prohibido conducir, o el caso de Najla Yehya Wafa, una egipcia de 35 años que fue condenada en 2009 a 5 años de prisión y 500 latigazos por un desacuerdo comercial con una princesa saudí.
Si sólo fuera el caso de Raif Badawi…
Qué pregunten a ONGs. internacionales de Derechos Humanos…
Allí no se permiten opositores ni siquiera críticas al régimen.
Te acusan de cualquier falso delito y te pasas media vida en la cárcel.
Ministros y demás mandamases son todos o casi todos miembros de la familia real.
Cuando hay dos varas de medir ocurren estas cosas.Cuando la ética de los derechos humanos no está en el comportamiento de los estados…entonces ¿para qué sirven los tratados internacionales?¡ para ser pisoteados por los negocios financieros ?.¡ Mierda de políticas !