Los socios/as escriben
Podemos: ¿La alternativa sin una alternativa de cambio profundo?
Más allá del modelo económico, para el autor supondría "una gran victoria en la batalla de las ideas" dar prioridad a lo público frente a lo privado
El progresivo, pero radical, cambio de programa de gobierno de Podemos fundamentalmente en el apartado económico que se vislumbra a raíz del resultado de las elecciones europeas puede, sin duda, tener un sinnúmero de motivos y explicaciones. Este cambio, sin embargo, se sostiene fundamentalmente en la aparente inexistencia de alternativas económicas reales al sistema económico liberal-capitalista o a la necesidad de moderación del discurso para tener la capacidad de convencer a una mayor cantidad de gente para lograr mayorías en las elecciones generales y en menor medida autonómicas y municipales del próximo año. Ambos supuestos no son por otra parte excluyentes.
En lo que respecta a los previsibles cambios en el programa económico, los motivos fundamentales desatan la duda de si realmente existen alternativas económicas al neoliberalismo o siendo si cabe más exigentes al propio capitalismo del que el anterior no es sino la última evolución/adaptación. Los modelos de Ecuador y Bolivia que pudieran haber sido el sustento elemental de la aplicación de un modelo realmente alternativo no se conciben actualmente como tales alternativas en tanto Correa, tras mucho predicar en campo contrario, firma un TLC con la Unión Europea además de tener un enfrentamiento permanente con buena parte de los pueblos indígenas por su indiscutible apuesta por el desarrollo extractivo. Bolivia, asimismo, obvió toda su puridad indigenista y respeto por la Consulta Previa en pos de una mejora de las infraestructuras en el conflicto del Parque Tipnis, todo ello ligado a un desarrollo extractivo defendido por el propio Evo Morales cuando retóricamente preguntó cómo iba a haber obtenido sino mejoras en términos de reducción de pobreza, de analfabetismo y de desigualdad. El intento de construir un sistema alternativo al liberal de forma más radical en términos económicos como Venezuela está sufriendo enormemente los problemas intrínsecos al mismo o a la dificultad de estar aislado por el sistema hegemónico. Cualquiera que sea el motivo, Podemos difícilmente puede defender la implantación en España de este último por el coste electoral que supondría.
Que Podemos ceda en el establecimiento y defensa de la lucha por una alternativa económica sin duda implicará una crítica exacerbada de los puristas de izquierdas que en cierto modo ya se está produciendo a raíz del cambio postelectoral indicado arriba.
La otra hipótesis del fundamento del cambio respecto en el programa económico estaría apoyada en la creencia de que pese a existir una alternativa económica real y factible defenderla en época preelectoral no sería aceptado por unos potenciales electores con miedo a un cambio tan radical y la incertidumbre de sus resultados. Ante esto estaría la posibilidad de ir explicando y ejecutando el cambio a una economía alternativa una vez en el gobierno y tratando de buscar otros gobiernos aliados en el mismo sentido para evitar la situación de Venezuela.
Con este panorama en el orden económico la diferencia fundamental programática para Podemos así como de ejecución en un futuro gobierno, consistiría en cuestiones de transparencia y profundización democrática con medidas no tan cargadas de ideología como pudieran ser la lucha contra la corrupción y evasión fiscal entre otros; y otras más cargadas de ideología y retórica ideológica como sería fijar ayudas a los desfavorecidos y principales víctimas de la crisis actual como principales destinatarios de las políticas públicas del Gobierno restableciendo a su vez la importancia de lo público frente a lo privado en lo que supondría la gran victoria en la batalla de las ideas.
Comparto tu punto de vista Xavi, al respecto del acertado análisis que hace Asier Tapia de Podemos y de las alternativas existentes.
Queda muy poético, pero olvida que no hay son batallas de ideas sino de intereses, en este caso oligárquicos.
Que si te enfrentas a la oligarquía, no es sólo la puntita, o sólo un poquito, te enfrentas o no te enfrentas a sus intereses. Y dicho enfrentamiento para concitar apoyo popular, se evidencia en batalla de ideas. Por ello buscar victorias basadas en discursos de mercadotecnía que buscan recoger y no remover conciencias sociales, dan por perdida la batalla antes de llegar al Gobierno. E incluso podría motivar a parte de dicha oligarquía a apoyar nuevas caras para nuevos tiempos, sabedores de que con esas cartas la partida es suya.
Ganar para, se articula construyendo mayorías entorno a dichos fín, lo contrario es el fracaso de no tener respaldo social ante el poder oligárquico.
Pero todavía hay partido, y quedan muchas fichas por moverse, incluidas dentro de PODEMOS.
Excelentísimo análisis tanto de Podemos como de las alternativas latinoamericanas al sistema capitalista actual. De lo mejor que he leído desde la aparición de Podemos.
Muchas gracias.