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Luis G. Reyes: “La crisis energética nos hará volver a un modelo agrícola”
Luis González Reyes avanza en su libro 'En la espiral de la energía' el modelo de sociedad que llegará en los próximos años más acercado a la agricultura
MADRID // Luis González Reyes y Ramón Fernández Durán coincidieron en uno de los grupos que impulsó lo que hoy es Ecologistas en Acción. Desde entonces una amistad les unió hasta que a la muerte de Ramón en 20111 Luis decidió continuar con el trabajo que inició unos años antes. De ahí nace el doble libro En la espiral de la energía, una historia de la humanidad con la energía como hilo conductor.
¿En qué momento de la espiral estamos?
El libro hace un recorrido desde el Paleolítico hasta el presente y con proyección al futuro. Una de las tesis es que, de alguna manera, la historia se repite, en el sentido que pasa por momentos similares, pero no iguales. Estamos entrando en un momento de la espiral en el que hemos pasado de un metabolismo agrícola, basado en la agricultura, a un metabolismo fosilista, basado en los combustibles fósiles y ahora vamos a volver al metabolismo agrícola. En ese sentido, la espiral nos devolvería a un metabolismo agrícola que sería totalmente distinto del anterior, no se puede borrar un montón de cosas que han cambiado a los seres humanos a la historia…
¿Ya nos tenemos que hacer a la idea de que se han acabado los combustibles fósiles?
Realmente los combustibles fósiles no se han acabado ni se van a acabar…
Y aquello que llevamos años escuchando del cénit del petróleo…
Hay un momento clave que es el cénit del petróleo, del carbón o del gas, que coincide con el momento en el que ya no puedes extraer una cantidad creciente de ese recurso y esto corresponde con el momento en el que se han extraído la mitad de los recursos disponibles. El problema es que esta segunda mitad es más difícil de extraer, más cara y de peor calidad. Se van a acabar los combustibles fósiles baratos y con una calidad energética buena. Lo que nos está quedando es lo de las Islas Canarias, las aguas profundas, lo del fracking que cuesta mucho sacarlo…
Es inevitable pensar en un aumento de los precios del petróleo que es todo en nuestra vida
Sí, la actividad económica depende de un consumo energético y cuanto más compleja sea la sociedad, es decir cuanto más pasos intermedios tenga que hacer el proceso productivo, más energía se utiliza, más influencia hay en los precios. Hay una tendencia al alza, pero lo que va a haber son subidas y bajadas más bruscas y lo van a ser porque antes había capacidad de extraer petróleo grande. Cuando la oferta y la demanda están más pareja, los mercados pierden capacidad de regular eso y las bajadas y subidas son más pronunciadas que es justo lo que vemos estas semanas, ahora hay una bajada y cuando haya una recuperación económica va a haber una subida muy brusca.
¿Tenemos que acostumbrarnos a poner gasolina a 1,10 y en dos meses a 1,50?
Sí, lo que pasa es que depende de otros factores. La fluctuación del precio del petróleo va a ser muy alta, su precio se negocia en los mercados especulativos que contribuyen a esa fluctuación, pero al bolsillo de las personas no va a llegar esas variables tan fuertes porque las petroleras hacen de muelle, de colchón. Cuando el precio sube lo hace rápidamente y cuando baja, lo hacen muy poco a poco.
Hablaba de volver a una economía agrícola, ¿qué características tendría?
Ahora mismo tenemos una economía en la cual la energía es un chollo porque tenemos que invertir muy poquita energía para conseguir mucho. En las primera extracciones se necesitaba invertir un barril de petróleo para conseguir 100, ahora mismo la relación es 1/17, que sigue estando muy bien… pero eso va bajando, en el fracking hablamos de un barril de petróleo para conseguir 3 o 5. Vamos a pasar de sociedades en las que muy poquita gente se tenía que dedicar a generar energía porque había unas tasas de retorno muy altas a otras sociedades en las que una cantidad mayor de la gente se dedicará a obtener energía.
Cuando habla de obtener energía, ¿a qué se refiere?
Me refiero a obtener energía en un sentido amplio, en formas que nos permitan satisfacer necesidades desde el punto de vista energético. Energía sería los combustibles fósiles, pero también la agricultura, porque es lo que nos da de alimentar o lo que da de alimentar a animales que utilizamos para multitud de cosas. Cada vez vamos a tener que dedicarnos más a una agricultura que no estará subvencionada por combustibles fósiles, se va a tener que hacer a mano y tendremos que buscar otro tipo de control de plagas muy basados en la agricultura ecológica.
No visualizo el modelo, ¿vamos a retroceder 50 años?
En muchos sentidos sí. Pero a ver, la historia nunca se repite, nunca se puede volver atrás, por eso el símil de la espiral. Nosotros lo del retorno a la agricultura no lo planteamos como un deseo, para crear una sociedad más sostenible… no, lo planteamos como lo que creemos que va a ocurrir porque se nos van a agotar un montón de cosas, fuentes energéticas que van a ser demasiado caras. Ahí va a a emerger la agricultura como una actividad básica del ser humano que había dejado de ser durante estos tiempos. Pero va a ser distinta porque ahora hay conocimientos agrarios que no existían antes.
¿Cuánto le queda al actual sistema de consumo?
En el libro sostenemos la tesis de que alrededor de 2030 será la bifurcación de quiebra. Va a ser un momento de inflexión fuerte, fundamentalmente porque para entonces el pico del petróleo ya habrá pasado.
Solo matizar un par de cosas de la entrevista:
– El pico del petróleo (o de cualquier otra materia no renovable) es cuando su ritmo de extracción empieza a disminuir como consecuencia de límites geológicos. Eso coincide, grosso modo, con la mitad de las reservas del recurso.
– En 2030 no solo se habrá sobrepasado el pico del petróleo convencional (algo que ya ha ocurrido) y no convencional, sino también el del gas natural y, probablemente, el del carbón. Por ello será una fecha clave.
Muchas gracias por la entrevista a La Marea y a Toni.
Volver a la agricultura, lógico, es que no teníamos que haberla abandonado. Máxime cuando este país está especialmente dotado para la agricultura.
No es retroceder 50 años, es recuperarlos.
Es vivir más saludablemente, más naturalmente, más sencillamente, y si a la par somos capaces de crecer integralmente, de desarrollar valores, culturizarnos, ect., habremos hecho realidad la afirmación que se viene repitiendo hace décadas de que otro mundo es posible.