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Pobre comienzo del nuevo secretario general del PSOE
"Antiguos militantes, votantes y simpatizantes del PSOE se sienten desconcertados e incapaces de entender porque los cuadros de su partido continúan tolerando la corrupción andaluza".
José Tomás Cruz Varela // En efecto, el nuevo Secretario General del PSOE comenzó apuntando buenas maneras, si bien y lamentablemente, por el momento, todo ha quedado en intenciones e inoportunas declaraciones, que de no cambiar obligarán al partido a modificar la estrategia de cara a las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales cuyas expectativas no son precisamente muy propicias en función de la última sangría de votos cosechada en los comicios europeos. El PSOE es un partido con implantación nacional, pero con un líder aparentemente dependiente de la presidenta de la Junta de Andalucía, circunstancia que desagrada a numerosos dirigentes que sueñan con volver a detentar el poder que tan merecidamente les está siendo esquivo.
Sánchez considera, o produce esa impresión, que los españoles son amnésicos, que no se documentan ni leen y comete un error. La presuntas fechorías cometidas por uno de sus mentores, el ex ministro de Fomento, José Blanco, apodado «El Gasolino», están muy presentes en la mente de los votantes socialistas, ocurriendo otro tanto con los reconocimientos hacia el desdichado Rodríguez Zapatero, el presidente más nefasto desde la implantación de la democracia en España, a la que arruinó moral y económicamente. Personaje al que para desgracia nuestra tenemos que pagar con nuestros impuestos, un sustancioso sueldo, vehículo, chofer y unas cuantas canonjías más, cuando lo suyo sería que devolviera todo lo que inmerecidamente percibió.
Dado que Pedro Sánchez goza de una honradez acrisolada que nadie cuestiona, no se entiende como no es capaz de regenerar su propio partido como prometió, pretendiendo mantenerse a golpe de promesas como está actuando Díaz en Sevilla con su consentimiento. Continuar en esa actitud puede suponer el ser fagocitado por sus propios votantes, quines aspiran y con toda la razón a ver encerrados a todos los políticos corruptos que se han lucrado indebidamente, comenzando por la Junta de Andalucía.
Reconozcamos que el PSOE no está siendo valorado correctamente. El lastre que supone la gran corrupción andaluza, aireada diariamente en todos los medios de comunicación y denostada prácticamente en todas las tertulias políticas, constituye un bombardeo continuo de titulares de periódicos (de papel y digitales), que inevitablemente van permeabilizando en la ciudadanía, donde se explican con todo detalle las apropiaciones indebidas, abusos, favores, imputaciones e incluso detenciones. Todo lo cual supone un desprestigio muy difícil de superar sólamente a golpe de promesas y palabras.
Analizando la reciente encuesta de Sigma-Dos, publicada en El Mundo, resulta que un partido centenario como el PSOE, que ha llegado a ser votado por más de once millones de ciudadanos y gobernado nuestro país, se encuentre a algo más de un punto de una reciente formación política llamada «Podemos», que todavía no se ha constituido como partido. ¿Puede entenderse tal aberración?
Antiguos militantes, votantes y simpatizantes del PSOE, se sienten desconcertados e incapaces de entender porque los cuadros de su partido continúan tolerando, en incluso algunos fomentando la repugnante corrupción andaluza que rompe todos los moldes y procedimientos habidos y por haber.
Y a todo esto, ¿que opina el señor Rubalcaba sobre su sucesor? ¿esperaba algo más de Sánchez aunque no fuese su candidato o guarda un discreto silencio para no dañar al partido? Son muchos los que se están cuestionando que utilidad ha tenido la reciente entrevista del Secretario General con Arturo Mas. Al parecer, solo ha servido para poner de manifiesto, una vez más, las grandes diferencias existentes entre ambos políticos sobre el enfoque del soberanismo catalán. Si Sánchez lo que intentaba era venderle la burra del federalismo, a cambio de que Mas renunciase a la conovocatoria del 11-N, el fracaso fué monumental porque no solo no lo aceptó, sino que lo rechazó y además le sirvió al dirigente catalán para ratificarse en la celebración de la consulta, con o sín la auorización del Tribunal Constitucional. Una puerilidad más que aprovechó el presidente de la Generalidad para aclararle que no necesita la colaboración parlamentaria del PSC, ratificándose en seguir gobernando con ERC. Esto es lo que vulgarmente se llama, ir a por lana y salir trasquilado. Si lo que buscaba era protagonismo, eligió el peor de los momentos.
En otro orden de cosas, el soporte electoral en las primarias de Pedro Sánchez. léase Susana Díaz ha optado, desde hace cierto tiempo por no aparecer en el parlamento andaluz. El ambiente está súmamente caldeado por los sucesivos escándalos (Eres, cursos de formación, contratos con UGT, etc). Como justificación de tales ausencias y de acuerdo con su criterio, ha entendido que con haber accedido a ser entrevistada en Canal Sur, ha cumplido con creces su promesa de mantener un permanente contacto con andaluces y andaluzas. Su compartamiento resultaría inaceptable incluso hasta en la Venezuela de Maduro o la Cuba de los Castro. Además, y para más inri, se ha permitidola licencia de anunciar que no concurrirá al próxomo pleno de los días 10 y 11 de septiembre motivado por un nuevo viaje a Marruecos. A este paso, la pecualiar presidenta viajará más que el mismísimo jefe del Ejecutivo. Ese es el gran respeto que le merece a doña Susana el pueblo andaluz. Cualquier tema es bueno para eludir las desagradables interpelaciones de la oposición. Obviamente la citada señora Díaz ha sido el peor apoyo que podría haber elegido el líder socialista.
El mencionado desplante cobra mayor transcendencia y descaro cuando en toda la prensa se ha publicado que la Junta de Andalucía ya admite y reclama el reintegro de 93,3 millones de euros procedentes de los casos de corrupción citados. Mientras los ciudadanos con sus impuestos sigan financiado las copas, juergas e incluso la droga como reconoció el Director General de Trabajo y su Chuti, tras haber negado durante años la comisión del más mínimo desliz con los fondos públicos, ahora, en el 2014 y por primera vez han sido los propios acontecimientos los que les han obligado a asumir los hechos, que desde años atrás han venido denunciándose por El Mundo e investigados por los jueces. ¿Que alegarán ahora los presuntos responsables de tanta inmoralidad y desvuergüenza? Se ha robado a manos llenas y alguien tiene que ponerle coto a semenjante latrocinio.
Mire don Pedro: estos y no otros sucesos, en definitiva la asquerosa corrupción, son los hechos que ha provocado la millonaria huida de votos que tanto van a necesitar en todos los procesos electorales del 2015. Olvídese de «Podemos» y demás zarandajas, entre otras razones porque no le servirán como disculpa y quizá hasta tenga que pactar con dicha formación política, tiempo al tiempo. La sociedad ya repudía y está hasta harta de oir la palabra «regeneración», invocada por todos los partidos para luego comprobar que todo sigue igual.
Todo iba bien hasta que metemos a Venezuela y Cuba en medio. ¿Era necesario?
Los mismos perros con distintos collares.sr.Pedro, gire a la izquierda o esta perdido.olvidese de la andaluza, esta sra, es de derechas.