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Culpabilizar a la víctima: famosas y desnudas

El filtrado de fotos de famosas desnudas ha activado una oleada de culpabilización de las víctimas. ¿El motivo? Ser mujeres dueñas de su sexualidad

“El gran filtrado de fotos de famosas desnudas de 2014”. Así han denominado los medios en lengua inglesa el ciberdelito cometido contra más de 100 actrices, modelos, cantantes y deportistas. El último domingo de agosto se publicaba un listado con el nombre de estas mujeres jóvenes, famosas y guapas que llevaban a fotos robadas de ellas desnudas. Se trataban de imágenes tomadas con sus propios teléfonos móviles en situaciones privadas. Las fotografías se difundieron originalmente en 4chan, el foro donde han nacido buena parte de los grandes fenómenos nativos de Internet, desde las fotos de gatitos hasta Anonymous.

Los archivos estaban guardados bajo contraseña en sus cuentas personales de iCloud, un servicio de almacenamiento “en la nube” propiedad de Apple. En su página de presentación presume de “cubrirte las espaldas” en caso de utilizarlo para guardar información importante. La compañía ha negado que se produjese un fallo en la seguridad y apunta a técnicas de ingeniería social, como adivinar las respuestas a las preguntas de seguridad para restablecer la contraseña.

La respuesta de Jennifer Lawrence, una de las actrices más populares del momento y quien se ha convertido en el principal foco de atención del filtrado, ha sido rápida y contundente. “Se trata de una flagrante violación de la privacidad”, anunciaba el lunes su portavoz. “Hemos contactado con las autoridades pertinentes y perseguiremos a quien publique sus fotos robadas”. Mientras que algunas afectadas se han unido a la denuncia, otras han asegurado que las imágenes son falsas.

Revenge porn

Internet está lleno de fotos de mujeres desnudas que, de forma libre y voluntaria, por una gran variedad de motivos, han decidido hacerlas públicas. Hay imágenes eróticas y pornográficas, de mujeres anónimas y de celebridades, en vídeo, gif animado y animación 3D. La mayoría de ellas son sexualmente más explícitas que las poses en ropa interior de estas 100 famosas. ¿Qué ha llevado a esta persona o personas a cometer un crimen por el que pueden acabar en la cárcel?

El concepto de revenge porn (pornovenganza) nace con internet pero su práctica es anterior. Se trata de la publicación -primero en revistas para adultos, ahora en páginas web- de fotografías de mujeres desnudas sin su consentimiento, enviadas habitualmente por ex parejas, amantes o amigos despechados. Para reforzar la intención de humillación suelen ir acompañadas de opiniones sobre su cuerpo, detalles sobre preferencias sexuales e, incluso, datos personales como el nombre completo y la dirección. La difusión de un vídeo íntimo de la por entonces concejala Olvido Hormigos por parte de un antiguo amante hace dos años es un claro ejemplo de esta práctica.

Algunos hackers, como los que frecuentan el célebre subforo /b/ de 4chan, realizan este tipo de “hazañas” por el mero hecho de demostrar sus habilidades técnicas. Pero su trofeo nunca es la foto de un hombre famoso desnudo, a no ser que salga acompañado de una mujer en la misma situación.  La columnista del periódico The Guardian, Roxane Gay, señalaba que lo que consigue esta filtración es “recordar a las mujeres que no importa quiénes son, siguen siendo mujeres y, por tanto, son vulnerables”.

Culpable de ser mujer

La reacción de los internautas, aun siendo previsible, no deja de sorprender. Muchos consideran que estas famosas se han comportado de forma ingenua y poco cuidadosa por guardar sus fotos privadas en un servicio de almacenamiento online protegido con contraseña. La web especializada en tecnología, ciencia y cultura The Verge saludaba irónicamente a “los hombres que odian a la NSA [Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos] por espiar, pero culpan a las mujeres por ser espiadas”.

«La culpa es suya por hacerse fotos desnudas», ha sido otro de los comentarios más extendidos. Siempre que nos referimos a la sexualidad femenina en tanto que una faceta de la vida de las mujeres sobre la que sólo ellas tienen poder de decisión, se activa la respuesta patriarcal. Así, los cuerpos de las mujeres son objetos al servicio del placer de los hombres, medios de los que éstos pueden disponer libremente para cubrir sus imperiosas e indómitas necesidades. ¿Cómo se atreven a considerarse dueñas de su cuerpo?, parecen preguntarse muchos.

El término inglés victim blaming alude al perverso proceso por el cual se culpa a la víctima de la agresión o delito que se ha cometido contra ella. En los casos de delitos sexuales, tanto la opinión pública como los profesionales de la justicia consideran frecuentemente que la víctima se ha expuesto innecesariamente -por la forma de vestir, el momento y lugar en el que se encontraba- o, directamente, ha provocado la agresión. Cualquier acto no deseado relacionado con la sexualidad de las mujeres (una violación o el acceso de millones de personas a unas fotografías íntimas) parece ser culpa suya por no ser recatadas y puras.

¿De quién es la culpa?

El hecho de hacerse una fotografía desnuda y guardarla en un servicio de Internet no es una imprudencia. En ningún caso la culpa del robo y posterior difusión de las imágenes es de estas mujeres. La culpa es de la persona o personas que dedicaron tiempo y esfuerzo a acceder a una información privada ajena para hacerla pública. La culpa es de una sociedad que legitima la idea de que la sexualidad de las mujeres es un objeto al servicio del placer masculino. La culpa es tuya por pinchar el enlace que lleva a esas fotos robadas.

Un mensaje en Twitter recordaba que “la única foto de Jennifer Lawrence que deberíamos estar mirando” es la siguiente imagen. En ella, la estrella de Los Juegos del Hambre dedica una peineta a los periodistas mientras en la otra mano sostiene el Oscar que la acredita como mejor actriz de 2013 por su papel en El lado bueno de las cosa. Dos días después, se había compartido más de 1.000 veces.

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Comentarios
  1. Yo en ningún momento culpo a las mujeres por hacerse esas fotos, cada uno/a con su cuerpo y privacidad lo que le de la gana. Pero si las culpo a ellas, aunque se puede generalizar a todo el mundo, de torpeza. Me da igual que apple (o dropbox o cualquier «nube») digan que la cosa esta segura. Lo inteligente en estos casos es NO usar conexión a internet durante la toma de esas fotos o usar cámaras que no tengan conexion o no sincronizar automáticamente todo. Se puede hacer. Luego otra cosa es el que las roba, ahi el verdadero culpable y el que debería pagar el pato.

    • Creo que el problema es que aquí hay dos conversaciones distintas, y así es difícil entenderse.
      Una conversación: el problema de la seguridad en internet.
      La otra: el problema del patriarcado (la cuestión del género, machismo… llamadlo como queráis).

      Y es muy fácil para los hombres no ver el segundo problema, ya que en general solo nos afecta indirectamente. Como le comentaba el otro día a un colega que defendía el «en lo del feminismo ya está todo ganado»: solamente por ser hombre llevo toda la vida caminando solo (de día y de noche) sin tener miedo a que me agredan sexualmente. Miedo a que me atraquen sí, y por eso llevo cuidado, y aunque no fuera culpa mía sí es mi responsabilidad ser precavido, etc, etc. Pero la cosa es que el otro miedo no lo he tenido nunca, no porque sea valiente sino porque soy hombre. Y heterosexual, que también ayuda.

      En su mayoría, los hombres -los que leemos La Marea, al menos- no decimos que la culpa sea de las mujeres por no limitar voluntariamente su libertad. Eso es de gente más machista. En cambio, sí que es fácil que no nos demos cuenta de que además de la inseguridad que compartimos con las mujeres -que nos roben la identidad o la tarjeta de crédito- hay otra específica que no compartimos y en la que, además, no solo las agredidas son casi siempre mujeres sino que los agresores son casi siempre hombres. Y de eso es de lo que se está hablando aquí.

  2. Magnífico artículo, necesario, gracias @gaelx.

    Varias ideas muy relevantes, empezando por el porno de venganza. Leyéndolo, me doy cuenta de que el atractivo que despiertan estas fotos está en ser partícipes de una relación de poder sobre esas mujeres: como explicas, hay porno de sobra, pero no es lo mismo ver un desnudo que ver el desnudo de una mujer que no quiere ser vista.

    La culpabilización de la víctima, que no es única de las mujeres, pero sí tiene un peso específico. «La culpa es tuya por no llevar cuidado», como si la agresión humana fuera como el viento o el Sol, algo inevitable y que la responsabilidad (protegerse, en este caso) estuviera en la persona agredida.

    Y el «de quién es la culpa» final. Muy bien, muy buen cierre. Gracias otra vez.

  3. Con todos los respetos. Creo que el articulo tiene un enfoque equivocado. Yo por lo menos hubiera enfocado este suceso desde otro punto de vista. A mi entender nadie culpabiliza a las mujeres por hacerse fotos desnudas, no conozco a nadie que haya dicho que tengan que ser «recatadas y puras» ni a nadie que ponga en duda que sean dueñas de su cuerpo.
    Quizas vivamos un tiempo en que glorificamos demasiado la tecnología. Adoramos y confiamos demasiado en cualquier cosa que funcione por bits y no hay nada menos seguro que eso. Nada mas lejos de mi intención culpabilizar a ninguna mujer que ha sido objeto de este atropello, pero en vez de culpabilizar de todo al género masculino ¿por qué no se le piden responsabilidades a quien no aseguró absolutamente la invulnerabilidad de esas imagenes? y si eso nadie lo puede garantizar ¿por qué arriesgarse?

    • Alberto, Miguel, por vuestros escritos parece que pensais que para las mujeres hacerse fotos erótico/intimas y colocarlas en la red es un riesgo del que son responsables. De igual modo que pasear solas, a ciertas horas, por ciertos lugares, es un riesgo al que se someten voluntariamente o descuidadamente. O vestir de determinada forma, resultar atractivas a los hombres… son conductas de riesgo a las que las mujeres debes renunciar, si quieren verse a salvo de determinadas agresiones. ¿Es eso lo que estais diciendo, Alberto, Miguel, y tantos otros? De modo que seguís culpabilizando a la víctima. La mujer es la culpable de lo que le ocurra, según vosotros, por ponerse en riesgo. No, Alberto, Miguel y tantos otros…la mujer no es la culpable de lo que le ocurre, porque no le ocurre, se lo hacen : publicar sus fotos íntimas, agredirla sexualmente, violarla… No es culpa suya, es culpa de quien ejecuta la acción de publicar fotos sin permiso, de agredir sexualmente, de violar. No habría ningún riesgo de agresión para la mujer si no hubiera hombres agresores que la atacaran, que no la respetaran.
      Yo pensaba que estaba claro para muchos, y que el magnífico artículo de Laura Gaeix Montero lo había dejado de una evidencia indiscutible para cualquier lector del mismo. Se que, al menos para vosotros, no ha sido así. Es muy lamentable y muy peligroso para las mujeres que siga habiendo hombres como vosotros. Y me temo que no sois minoría.

      • Desde el mismo momento que envié mi comentario, sabía que sería acusado de machista y de culpabilizar a las víctimas, aunque dije bien claro que esa no era mi intención.
        Creo que tengo todo el derecho del mundo a disentir si no estoy de acuerdo con algo ¿o es que hay que estar absolutamente de acuerdo con todo lo que diga un articulo solo porque lo escribe una mujer? ¿ acaso es dogma de fe y hay que acatarlo si o si? ¿se pueden intercambiar opiniones sin que a uno le llamen hombre peligroso?
        Simplemente expuse mi opinión en un tema concreto y ya me acusas culpabilizar a las mujeres que van solas o visten de una determinada manera y te permites llamarme peligroso para las mujeres.
        Creía que la liberación de la mujer era un concepto ya superado, pero veo que hay cierto feminismo al que le interesa seguir explotandolo porque da sentido a su existencia. Al igual que el nacionalismo utiliza el concepto nación de un modo victimista y torticero, determinado feminismo
        hace lo mismo con la mujer. En cualquier caso no creo que la «liberación de la mujer» pase por hacerse fotos desnuda y colgarlas en la nube de Apple, o como quiera que se llame y si es así es una liberación de lo mas triste.
        Vivimos en un mundo inseguro y peligroso¡ que se le va a hacer! Desde luego sería mejor que no hubiesen violadores ni atracadores ni pederastas ni asesinos ni kackers pero por desgracia los hay y tomar precauciones no es machismo es sentido común, no perdamos el norte. Aunque decir esto sea ser un peligroso machista.

        • La respuesta que doy arriba vale aquí también. No es ser un peligroso machista ni querer meter a las mujeres bajo un burka. (Y menos aún tiene que ver con quién escriba: tampoco estás de acuerdo conmigo, y soy hombre). Es no darse cuenta del tema del que se está hablando, y/o no darse cuenta de que hay riesgos que no corremos tú y yo, simplemente por haber nacido con pene.

          Que todos hemos de llevar cuidado aunque la culpa sea de quien agrede: cierto (irrelevante aquí, pero cierto). Todos de acuerdo.
          Pero que la mitad de la humanidad tiene más papeletas para ser víctima también es cierto, y de eso es de lo que se está hablando en este artículo, de la especificidad de género en esta forma de ataque a la intimidad. Y también estamos todos de acuerdo en eso, creo, pero muchas veces no lo vemos, o no lo vemos como importante.

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