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La alegría rebelde
El pueblo de Chile dijo NO a Pinochet el 5 de octubre de 1988. En 2014, España tiene seguir sus pasos y plantar cara al "poder establecido", reivindica la autora.
El pueblo de Chile dijo NO a Pinochet el 5 de octubre de 1988. Los chilenos fueron convocados a las urnas, con una sola palabra para marcar en sus papeletas, en un plebiscito para decidir si Pinochet seguía en el poder hasta el 11 de marzo de 1997.
La campaña publicitaria del “Chile, la alegría ya viene” fue decisiva para que el electorado dijera NO a un gobierno militar que había asesinado, torturado, hecho desaparecer a miles de chilenos y provocado decenas de miles de violaciones de los derechos humanos. La campaña se basaba principalmente en el optimismo y la creatividad, además de ser muy acertada políticamente. Ellos dijeron NO y ganaron. Por eso ahora nosotros también decimos NO.
Decimos NO al acaparamiento de tierras y al negocio y especulación con la vivienda. Decimos NO al poder en manos de unos pocos, mientras la miseria golpea cada vez más a la puerta de más gente. Decimos NO a comercializar con los derechos básicos y al empobrecimiento de gran parte de la población para que unos pocos –los de siempre– cada vez sean más ricos y queden impunes.
Decimos NO a que la especulación urbanística destruya sueños construidos con gran esfuerzo y sacrificio. Decimos NO al derribo del Centro Social Ocupado Autogestionado La Traba el pasado 20 de agosto. El desalojo y derribo se produjo a instancias de la inmobiliaria Aiser S.A., dispuesta a construir 110 viviendas de lujo tal y como cuenta uno de los activistas del centro social. “Los chavales vienen aquí a aprender. Comparten, viven”, sentencia uno de los activistas del centro.
La resistencia dijo NO al monstruo urbanístico, pero AG Construcciones derribó finalmente las naves de la Traba, haciendo añicos un espacio donde había desde un gimnasio hasta un grupo de consumo. Días después aún podían verse parte de los murales artísticos que decoraban las paredes. Hermosos dibujos destruidos ante la mirada distante de los operarios de demoliciones. Hay quien asegura que el desalojo de cada vez más centros sociales (Can Vies desalojado el 26 de mayo y ya en su etapa de reconstrucción) responde a una estrategia política del Partido Popular de debilitar a los movimientos sociales de cara a las elecciones municipales. Pero lo que a veces desconoce el poder, es que aunque te corten los pies, siempre te quedan alas para volar.
Decimos NO al patriarcado y al machismo. Decimos NO, porque NO es NO. El Movimiento Feminista de Madrid dijo NO el 25 de agosto en una manifestación contra las agresiones machistas. Decimos también NO a León de la Riva y le recordamos que no queremos subirnos al ascensor con él y le agradecemos que estamos subiendo –para beneficio nuestro– más escaleras que nunca. Más de un centenar de personas se concentraron frente al Ministerio de Justicia para condenar las agresiones contra las mujeres y exigir que no se culpabilice a las víctimas.
Ofelia Nieto también dice NO al poder y a un sistema corrupto, un año después de la paralización de su derribo. Y la vivienda luce digna, empapelada de fotos con personas que mostraron su apoyo a través de las redes sociales. La casa de la familia Gracia González sigue en pie gracias a la lucha de cientos de personas que en su momento decidieron decir NO al Ayuntamiento de Madrid y sí a la solidaridad, la resistencia y al apoyo mutuo.
Nos negamos al sometimiento del poder establecido y sus secuaces. Decimos SÍ a la solidaridad, al cambio, al cumplimiento de los derechos humanos. Decimos SÍ a la rebeldía contra las injusticias y un sistema sombrío y desigual. Decimos SÍ a la libertad en todas sus facetas. Decimos SÍ a la vida. La alegría ya viene.
Estoy contigo Anita, en todos los SI y en todos los NO.
Así sea.