Opinión
El ébola y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios
Algunas reflexiones sobre la financiación del traslado del misionero Miguel Pajares a España
No vamos a cuestionar la oportunidad de trasladar a Miguel Pajares a España, aunque haya supuesto vaciar de pacientes el Hospital Carlos III de Madrid y dotar a toda prisa su unidad de enfermedades infecciosas, tras su desmantelamiento por parte de la infausta consejería de sanidad madrileña, ni el trato desigual a los cooperantes infectados, de distintos países y razas pero hermanos de la misma congregación católica. Lo que si cuestionamos es que toda la costosa y mediática operación se financie con dinero de las arcas públicas, cada vez más mermadas y no con los fondos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD), organización rica y con abundantes contactos en el mundo empresarial y financiero. También cuestionamos el trato desigual del gobierno de España para con sus ciudadanos, ya que mientras suspende a los tres meses el derecho a la asistencia sanitaria de los jóvenes que se ven obligados a emigrar a otros países, pone todo el sistema sanitario a disposición de un español que ha emigrado hace muchos años, y de forma voluntaria.
La OHSJD es el mayor grupo hospitalario privado español, con 45 centros asistenciales y 7000 camas hospitalarias y su patrimonio se ha incrementado mucho en los últimos años a pesar, o en buena parte debido, a los recortes en el sistema sanitario público.
En estos años de crisis económica la orden religiosa realizó inversiones millonarias para remodelar, ampliar y dotar de tecnología sus hospitales de Pamplona, Tenerife y Córdoba, concertados con el sistema público, mientras se recorta la dotación, la actividad y las plantillas en el SNS.
En el año 2007, esta orden religiosa inaugura un nuevo edificio en Mallorca de 9000 metros cuadrados, dedicado a la traumatología y la geriatría y concertado con el sistema de salud de Las Islas Baleares, que estuvo a punto de provocar el cierre de dos centros sociosanitarios públicos, salvados in extremis por la movilización ciudadana y profesional.
En el año 2012, la OHSJD adquiere el costoso edificio del Colegio Alemán (más de 10.000 metros cuadrados en la calle Serrano de Madrid) para ampliar el Hospital San Rafael y su Unidad Docente, dedicada a la formación académica “confesional” de la enfermería y de los trabajadores sociosanitarios. La escuela de San Rafael está adscrita a la Universidad privada Antonio de Nebrija, cuya fundación, presidida por Antonio Garrigues Walker, está administrada por familias poderosas y por grandes empresas constructoras.
La OHSJD, principal beneficiaria de la privatización de la atención a los pacientes terminales en la comunidad madrileña tras el caso Leganés, imparte Master en cuidados paliativos en varias comunidades autónomas, homologados por la Administración pública, a pesar de que sus contenidos están influidos por su ideario radical, que considera que por el sufrimiento se llega a Dios.
Los centros sanitarios de esta orden religiosa, teóricamente sin ánimo de lucro, compaginan su actividad concertada, por la que reciben millones de euros de dinero público, con la atención a pacientes privados de diversas aseguradoras. De hecho, los dos millones de clientes de la aseguradora DKV tienen a su disposición toda la infraestructura sanitaria de la OHSJD. La Fundación Instituto San José, dedicada a la atención de procesos neurológicos, agudos, crónicos y terminales, está gestionada por la orden católica junto a La Caixa catalana.
A pesar de estas y otras vinculaciones empresariales de la OHSJD, el Ministerio de Sanidad ha permitido que la Guía Clínica para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), de gran relevancia sanitaria y económica, sea elaborada únicamente por profesionales del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, a espaldas de los profesionales del sistema público.
La Fundación de la Orden (FOHSJD), cuyo comité directivo está formado esencialmente por expertos en Administración y Dirección de empresas, con Master por las escuelas de negocio de la Iglesia Católica (ESADE e IESE) y no por expertos investigadores, gestiona la investigación biomédica, en colaboración con el Instituto de salud Carlos III y otros organismos estatales, a pesar de que su comité de buenas prácticas científicas no es un organismo independiente y de sus vinculaciones con la industria farmacéutica (Grifols).
* Luisa Lores es miembro de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
¿Se ha publicado en algún medio de comunicación esta información?. Me parece muy clarificadora de lo que nos está pasando.
Muy clarificador.
Gracias Luisa.
SALVAR AL CURA MIGUEL:
http://arainfo.org/2014/08/salvar-al-cura-miguel/