Un mes y medio de calvario para los habitantes de la Franja de Gaza

MADRID// Al menos 20 palestinos han muerto desde que el Ejército israelí reanudó sus bombardeos, este martes, después de que se lanzaran tres cohetes (que no causaron daños ni heridos) desde la zona de Gaza al territorio de Israel. Se rompía así la cuarta tregua desde que comenzó la Operación Margen Protector, el pasado 8 de julio. Las negociaciones se han roto ya que ni se ha logrado desmilitarizar a los grupos armados palestinos, como pide Israel, ni se ha levantado el bloqueo económico impuesto en la Franja de Gaza desde 2007 como exige Hamás. Una negociación que será complicado que llegue a un acuerdo oficial en el caso de que Cisjordania mantenga su intención de formar un gobierno de unidad con Gaza ya que, según el presidente de la delegación palestina en El Cairo (donde se negocia el fin de los ataques), Ezzam al Ahmed, el objetivo de Israel es evitar que esto suceda.

Durante el mes y medio transcurido desde que Israel inició los ataques contra la Franja de Gaza, han muerto más de 2.000 palestinos (alrededor de 460 de ellos, niños) y más de 10.100 han resultado heridos, mientras que en el lado israelí han fallecido otras 67 personas. La Franja ha sufrido más de 5.000 ataques, entre los que destacan por su especial crueldad el que la Marina realizó contra cuatro niños que jugaban en una plaza de Gaza, el pasado 16 de julio, o los dos bombardeos que se produjeron contra dos centros de refugiados de la ONU los días 24 de julio y 3 de agosto.

El día antes de que el Ejército israelí bombardeara el primer centro de refugiados de las Naciones Unidas, el 23 de julio, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU había aprobado una resolución por la que condenaba a Israel por sus ataques militares y había creado una comisión para investigar los crímenes y violaciones del derecho internacional que se hubieran podido cometer. Estados Unidos fue el único país que votó en contra de dichas decisiones ya que consideró que no iban a contribuir a solucionar el conflicto. En la misma línea, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, consideró que con esta decisión la ONU legitimaba a las “organizaciones terroristas como Hamas e ISIS” y que, “en lugar de investigar los ataques de Hamás sobre civiles israelíes y el uso de los residentes de Gaza como escudos humanos, en lugar de investigar las masacres que Assad comete contra el pueblo sirio o de ISIS contra los kurdos, la ONU decidió venir y comprobar a Israel”.

Operación Margen Protector en cifras

Como resultado de los más de 5.000 ataques que la Franja de Gaza ha sufrido desde el mes y medio que se puso en marcha la Operación Margen protector, cerca de 40.000 construcciones hayan sido destruidas o severamente dañadas; entre ellas, 17.000 viviendas que han despojado de su hogar a más de 100.000 personas. Unos daños cuyo coste está cifrado en 4.400 millones de euros y que, según la Agencia de la ONU para los refugiados de Palestina (UNRWA), costará alrededor de 9.000 millones de euros reconstruir lo destruido por Israel.

Además de los daños económicos, hay 425.000 personas desplazadas (del 1,8 millones de habitantes de la Franja de Gaza) y desde la UNRWA advirtieron de que de los 238.000 refugiados que hay actualmente en las 81 escuelas de la ONU habilitadas para ellos, unos 70.000 tendrán que permanecer allí durante un largo período de tiempo ya que no tienen ningún lugar al que volver. Además, explicaron que la prioridad actualmente es dar asistencia sanitaria y seguridad a los desplazados, aseguraron que proveer diariamente de agua a los refugiados se ha convertido en uno de sus mayores retos y denunciaron que “los palestinos sienten que, incluso si tienen suficiente suerte para sobrevivir, no hay nada que anhelar y que no hay futuro en la Franja de Gaza”.

Una afirmación que, entre otras muchas cuestiones, podría basarse en lo declarado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el pasado 14 de agosto, cuando alertaron sobre las graves consecuencias que los ataques sobre Gaza están teniendo en las agricultura, la ganadería y la actividad pesquera, además del elevado incremento de precios en algunos productos básicos. Según sus estimaciones, ya se han visto afectadas 17.000 hectáreas de cultivo junto con muchas otras instalaciones agrícolas, sistemas de regadío y embarcaciones pesqueras.

A esto hay que añadirle que la mitad del ganado avícola ha muerto, bien como consecuencia directa de los ataques o bien por de la falta de agua y de comida, y otras 64.000 cabezas de ganado necesitan ser atendidas con urgencia para intentar que sobrevivan. Respecto a la pesca, hasta el momento se ha perdido el equivalente al 9,3% de la producción anual, 234 toneladas de pescado. Además de perjudicar a las 26.000 personas que se ganan la vida con este tipo de actividades, la FAO ha denunciado que la paralización de la producción local, sumado a que se ha dejado de importar alimentos, ha provocado que casi la totalidad de la población de Gaza tenga que depender de la asistencia externa.