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La falta de rigor de los medios: Argentina no está en una suspensión de pagos convencional
"Si el Estado argentino no ha pagado una parte de su deuda es debido a un conflicto judicial y político, no porque no tenga suficiente dinero", analiza el autor
A lo largo de todo el jueves pasado se difundió mucha información referente al episodio que está viviendo el Estado de Argentina frente a la presión judicial de algunos fondos buitres. La complejidad del asunto, la falta de profundidad en muchas de las noticias y reportajes, la confusión de algunos periodistas a la hora de escribir sobre temas que no conocen muy bien e incluso la poca simpatía que muchos grandes medios sienten por el gobierno de Argentina han contribuido a crear una narración inexacta que da lugar a mucho desconcierto. Argentina no ha entrado en default o en suspensión de pagos, no al menos de la forma convencional referida a la incapacidad de pagar sus deudas. Si el Estado argentino no ha pagado una parte de su deuda es debido a un conflicto judicial y político, no porque no tenga suficiente dinero para hacerlo (que es lo que se desprende al leer la mayoría de noticias que pueblan los grandes medios). Pero empecemos desde el principio.
Tras la grave crisis de 2001 y tras la enorme deuda que había contraído el Estado argentino, el gobierno de Néstor Kirchner negoció una reestructuración de la misma en 2005 (que luego tendría un segundo episodio en 2010). Esta reestructuración consistía en lo siguiente: por cada 100 dólares que debía el Estado argentino a sus acreedores, sólo se devolverían 35 dólares. Evidentemente ésta era una fórmula que beneficiaba mucho al Estado, porque así pagaría menos y por lo tanto aliviaría el peso de su deuda pública. Para los acreedores (bancos y otros agentes financieros) suponía registrar bastantes pérdidas, porque recibirían menos dinero del que prestaron en su momento, pero aún así la inmensa mayoría aceptó el trato: preferían que se les devolviese menos dinero a que no se les devolviese nada.
Sin embargo, un 7% de los acreedores no aceptaron la oferta del gobierno argentino porque querían recuperar todo el dinero prestado. A estos acreedores se les conoce como holdouts, es decir, los que se quedan fuera del trato. La única forma de recuperar todo el dinero prestado es por la vía judicial, demandando al Estado argentino por haber vulnerado sus compromisos de pago y confiando en que algún tribunal del planeta falle a favor de los demandantes y obligue al Estado a devolver el dinero prestado más la penalización correspondiente.
A este tipo de actuaciones es a lo que se dedican profesionalmente los fondos buitre, que son fondos de capital de alto riesgo gestionados por entidades financieras. Estos gestores, que mueven importantes cantidades de dinero, disponen de equipos profesionales de abogados que se conocen todas las artimañas y cuentan con todos los recursos necesarios para ganar en los tribunales las demandas llevadas a cabo contra empresas y Estados. Su actuación no sólo se limita al ámbito judicial sino que también utilizan distintos métodos de presión –que van desde embargos, operaciones de lobby y campañas de prensa desprestigiando a los Estados deudores-. Su denominación de buitre se debe a que atacan a empresas y Estados que tienen dificultades de pago con el objetivo de obtener suculentos beneficios (por ejemplo, en 1996 el fondo buitre Elliott Management Corp se gastó 11 millones de dólares en un pleito contra el Estado de Perú; pero su victoria en los tribunales le supuso ganar 58 millones de dólares).
Desde entonces, los fondos buitres han estado demandando al Estado argentino en varios tribunales. Primero en Bélgica y luego en Alemania, donde la justicia no les dio la razón. Pero recientemente la justicia estadounidense (mucho más permisiva con las “libertades” económicas) falló a favor de estos fondos. Puesto que el fondo buitre que lidera el litigio reclama 1.500 millones de dólares, el juez que lleva el caso ha ordenado la congelación de esa cantidad en una cuenta que tiene el Estado argentino en el banco estadounidense de Bank of New York Mellon. El objetivo es que el Estado argentino no pueda mover ni un dólar de esa cuenta hasta que le pague al fondo buitre demandante. El problema es que en esa cuenta hay dinero que iba destinado a los bolsillos de otros acreedores que sí aceptaron la reestructuración de la deuda argentina (es decir, que no son holdouts). Y el día 31 de julio terminaba el plazo para que Argentina devolviese 539 millones de dólares a esos acreedores. Puesto que la congelación del dinero se lo ha impedido, esos acreedores se han quedado sin cobrar. Técnicamente se trata de una suspensión de pagos selectiva (porque no es general, sino que no se le ha pagado a unos acreedores en concreto), y por eso la rebaja de rating iniciada por Standar and Poor’s y continuada por las otras dos grandes agencias de calificación. Pero lo importante es entender que ha sido una suspensión de pagos forzada, ya que Argentina tiene el dinero pero no lo puede mover por orden judicial estadounidense.
El Estado argentino podría haber evitado la suspensión de pagos selectiva si hubiese pagado esos 1.500 millones de dólares a los fondos buitres. Se hubiese liberado el dinero de la cuenta y se le podría haber pagado a los otros acreedores. Pero no ha querido hacerlo por dos razones: la primera es que no considera justo que así sea, por mucho que lo diga la justicia estadounidense. La segunda es que hacerlo podría sentar un precedente para que el resto de holdouts se vieran animados a seguir pleiteando con más fuerza hasta salirse con la suya. El Estado argentino ha elegido rebelarse frente a los fondos buitres y la justicia estadounidense, y por eso va a recurrir al tribunal internacional de La Haya. El coste de hacerlo es el daño que inflige sobre la credibilidad de su gobierno la propaganda mediática. En menos de 24 horas, la inmensa mayoría de los medios de comunicación se lanzaron a difundir que Argentina había entrado en suspensión de pagos, sin explicar muy bien qué era esto y dando a entender que el país sufría enormes problemas para devolver sus deuda. La mala intención de esta información es evidente, y responde a los numerosos y diversos intereses económicos y políticos que buscan el descrédito de un gobierno argentino que decidió rebelarse hace ya bastante tiempo frente al abusivo poder de la élite financiera.
hablando de deudas, solvencia, y cosas por es estilo solicito el pago de la deuda Reino español que quedo por estos lados desde que se fue un tal Cristobal Colon, todabia no pagaron ni el 30 % del capital.
Este Sr ARISTOTELES (un alias un poco petulente), que maneja con facilidad y aprente sentido comun los argumentos neoliberales no dice nada de como se origino aquella deuda, cuna Menem (peronista NEOLIBERAL) vendio hasta su a madre, el que vendio Aerolineas Argentinas a IBERIA cobrando por cada Boeing $1,5 , si señor UN DOLAR Y MEDIO.
Tambien esta detras de todo esto el petroleo: Existe un enorme yacimiento en Vacas Muertas al sur de ARGENTINA QUE ESTA DESPERTANDO EL
HAMBRE DE EEUU, no por casualidad aparecio de visita en la zona el Secretario de Energia yanky hablando de «COOPERACION».
Creo que es Sr. Aznar trabaja para alguno de ellos. Muy asequible. Esto es más que nada una noticia adecuadamente elaborada
En 2001 Argentina hace un default de deuda exterior de 100.000 millones de $. Fuerza al 93% de los tenedores de esa deuda (quienes prestaron el dinero al gobierno de Argentina) a devolverles solo 35 de cada 100$ que prestaron. Una dedada y media después, todavía no han devuelto un solo $ … y se les cataloga de solventes en este articulo, ya que su banco central dispone en torno a 28.000 millones de $ en reservas.
Por otro lado se cataloga como ‘rebelarse’ ante el abusivo poder financiero a que quienes prestaron dinero utilicen todos los recursos legales para que se les devuelva lo que prestaron.
Bien, en primer lugar si fueran solventes, habrían devuelto sus obligaciones al 100%. Si yo te presto 100, y soy solvente, no te devuelvo solo 35. Es de cajon.
En segundo lugar, aqui parece que nos olvidamos que el default es dinero que extranjeros prestaron en el pasado al gobierno de Argentina porque tenían necesidades de financiación. A quienes se les obliga a tener que aceptar una devolución de solo un 35% de lo que prestado se les denomina indirectamente ‘poder financiero puestos bajo la soberanía del pueblo argentino’, y a quienes quieren que se les devuelva el 100%, unos ‘financieros buitres’.
Pues que la gente sepa que si Argentina, ese país supuestamente solvente, que lleva ya media década no publicando sus estadísticas de pobreza, ese país que se rebela contra los neoliberales, pero que por otro lado la sra. Kirchner ya visto crecer su patrimonio personal en varios ordenes de magnitud, esta tan interesado en su credibilidad internacional (no es soberano para impagas?), es básicamente porque si quiere continuar importando productos como papel higiénico (si, ese que ya escasea en su país vecino Venezuela), necesita dólares, ya que sus magnificas políticas económicas, apoyadas por economistas como Eduardo Garzon y su hermano Alberto, son incapaces de mejorar sus exportaciones.
La gente tiene que saber que quienes prestaron dinero a Argentina era porque los argentinos tenían necesidad. Si no tienen necesidad de que les presten, a que viene seguir pidiendo prestado?
Aristotels: es imposible leer tu comentario sin pensar en que «quizas» conoces demasiado poco de la historia argentina (y quizas del mundo) como para hablar tanto en su nombre sin tener en cuenta que la DEUDA no fue tomada libremente por el pueblo por “necesidad”, sino en medio de una DICTADURA donde al pueblo se lo tenía arrinconado, sin democracia, asesinando 30.000 jóvenes en lugares públicos usados como cárceles clandestinas – en medio de las principales ciudades – bajo una impunidad difícil de aceptar… En ese momento las autoridades dictatoriales ESTAFARON al pueblo argentino pidiendo deuda, la deuda es un negocio amigo Aristóteles: haciéndote dueño de este “alias” no puedo creer que sean tan inocente. Nuestro pueblo es rico o podría serlo, 44 millones de personas en una extensión territorial equivalente a 6-7 Españas, con variedad de climas, suelos, agua dulce, glaciares, mares, selva y desierto, montañas y llanuras, solo puede ser pobre si lo están estafando. Puedes pensar que NOS DEJAMOS ESTAFAR… pero ahí te invito a que revises lo revolucionario que es nuestro pueblo, la cantidad de veces que tuvieron que asesinar líderes para seguirnos estafando… Hoy existe la pobreza, pero no debería existir. La historia argentina – digna y trabajadora – no éramos pobres trabajando el campo vestidos con nuestras propias manos, eso no es pobreza, es DIGNIDAD. La misma que ha sido manchada por el neoliberalismo y ahora estructuralmente es muy complejo salir. Han creado la pobreza adrede para dominar. No somos «vivillos», estamos VIVOS que es diferente, y no nos dejamos tocar el traste por estafadores. A veces las reglas – incluso las leyes – están hechas por unos personajes que tienen tienen ALGO mas de poder que todo un Estado, y como si fuera poco en los Estados hay AMIGOS de esos personajes que cuando logran firmar acuerdos nos estafan aun mas… creí que en España estaban comenzando a entender este juego. Quizas sea que alli son algo inocentes aún, por eso nos creen “vivillos”.
Muy bien explicado, pero obvias que cualquier persona o estado debe pagar sus deudas. Los argentinos son demasiado listillos, que paguen lo que deben y asunto arreglado. España ya les condono mucha deuda en su momento, como a otros paises como a Mexica, que ahora se rien en nuestra cara de nuestra deuda y de lo bien que les va a ellos (aunque eso solo se lo creen ellos, Mexico no va bien, hay muchisima pobreza, delincuencia, analfabetismo, etc…)
Les ha venido al pelo este problema con Argentina para asustar al personal, ahora que empiezan a dar frutos los grupos que piden la reestructuracion de la deuda en europa.
Mucha casualidad que en todos los informativos, cuando hablan sobre Argentina, solo den la version oficial de la troika, «si no pagas tus deudas, la bancarrota es inevitable».
Estan en plena campaña de desprestigio a argentina para que nadie mas se salga del corral, y sobre todo ahora que los partidos que piden la reestructuracion de la deuda empiezan a sacar buenos resultados electorales.
Gran artículo Eduardo, como siempre.
Muy clarito dejas cómo utilizan la propaganda para maltratar y desprestigiar a gobiernos no afines a sus ideas.