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¿Israel y cuántos más?
La autora recuerda sus viajes a Sarajevo y cómo allí descubrió el modo en que se inocula el odio.
Sarajevo 1992. La tormenta no cesa, el agua impide ver más allá de un par de metros. Conducir es peligroso pero la tromba de agua protege de los francotiradores, tampoco ellos tienen visión de tiro. La ciudad está sitiada. La población recibe con entusiasmo a la prensa. Confían en una pronta intervención de la comunidad internacional, lo que está ocurriendo en Bosnia es una barbarie y somos testigos. Dudamos si mantener la costumbre de identificar nuestro vehículo, la prensa se ha convertido en objetivo. Deja de llover, comienzan los disparos. Llegamos al hotel gracias a que unos vecinos nos abren el garaje y podemos refugiarnos durante un buen rato. La intervención internacional nunca llegó.
Bosnia 2013. Atasco en la autopista. El conductor baja del coche para fumarse un cigarrillo. Hay para rato. Le imito. «Están desminando», me informa. Veinte años después, aún quedan bombas al lado de la autopista. Imagino cómo estarán los montes. Es joven, era un niño cuando Yugoslavia saltó en pedazos. «Ya no hay guerra, tampoco vida. No hay presente ni futuro», así concluye su análisis sobre la Bosnia actual.
Coincido con él. Fui testiga de la masacre y de la inoculación del odio. Un pueblo en el que convivían tres religiones y la mayor parte de las familias eran mixtas en credos y linajes, se desgarró. Cuando violan a tu madre, asesinan a tu padre, vejan a tu hermano o torturan a tu vecina, está plantada la semilla de la guerra, la semilla del odio. Son necesarias tantas tormentas como generaciones para eliminar la violencia.
Gaza 2014. La prensa no entra con facilidad, Israel no quiere testigos. Ya no hay dudas, desde Irak 2003, sabemos que somos considerados peligrosos. Ahora, los objetivos son los hospitales, las ambulancias, las escuelas y los niños que juegan en la playa. La semilla ha crecido, ¡vaya si ha crecido! La violencia se extiende con impunidad. Desde el 8 de julio, Israel bombardea sin parar. La intervención internacional no ha llegado. Nunca llegará. Tras Sarajevo la guerra ocupó Afganistán -de nuevo-, Irak -de nuevo-, medio África -de nuevo-, Siria, Libia, Ucrania, Palestina y Palestina y Palestina. Siempre Palestina. Cuando asesinan a todos los menores de tu familia, no hay vuelta atrás.
Mientras, en nuestros colegios continuamos escandalizándonos cuando dos niños (varones) se besan pero ni caso cuando se pelean. «¿Tú y cuántos más?», le grita un adolescente a su colega haciéndose el chulito. Todos ríen la gracia. ¿En qué bando, de qué país, de qué guerra combatirá dentro de unos años?
Cuando un puñado de hienas capitalistas… ya, ya … pero y el resto de nosotros? No somos capaces ni de ser consciente de las realidades y nos tragamos todo lo q nos dicen por la tele… hasta cuándo?
PALESTINA: LA ATROCIDAD SILENCIADA
http://arainfo.org/2014/08/palestina-la-atrocidad-silenciada/
UNA VIDA PALESTINA:
http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2014/07/25/una_vida_palestina_19878_1023.html
Mientras sigamos sometidos a un puñado de hienas capitalistas que les hemos dejado adueñarse del mundo y que si tienen sentimientos no creo que trasciendan más allá de sus hijos, ésto y de peor en peor es lo que nos espera.
Casi siempre hay alguien que saca «tajada» de los conflictos: económicamente, estratégicamente, vendiendo armas, dividiendo para vencer, ect.
En una sociedad regida por esas alimañas es lógico que la «cultura» y los «valores» que sus medios difunden sean la violencia y la ley del más matón.
Tu eres testiga y tus compañeros periodistos.
Mucho odio en la zona, cierto. De hecho es mucho más del que contais. Niños y mujeres escudos humanos, educar en el odio en las escuelas palestinas… No sé, he leído cosas a favor de unos y de otros y no veo fácil solución. Lo que si tengo claro es que si tengo que elegir vecinos prefiero a aquellos en que las mujeres tienes mayores niveles de igualdad (aun que sean testigos y no testigas, reminiscencias de un machismo que todo lo impregna); en que no se las lapida por casarse con no musulmanes; en que pueden conducir y no tienen que ir totalmente tapadas. No sé, pero en cierto modo me parecen más humanas las formas occidentales.
Las formas «educadas», «occidentales» y «democráticas» a veces también esconden monstruos.
Para bien y para mal, el pueblo palestino es de los más occidentalizados y laicos del mundo árabe. El fortalecimiento de Hamas no es sólo por un repunte del integrismo islámico, sino en parte por buscar alternativas a la corrupción de la laica Fatah (¿no se voto aquí mayoritariamente al PP como alternativa al PSOE fracasado, en una sociedad que se define mayoritariamente de centro-izquierda?).
Respecto a las lapidaciones, la falta de libertad de las mujeres en el mundo palestino, el uso de escudos humanos… en este tema hay bastante propaganda pro-sionista.
No dudo que haya habido alguna lapidación entre palestinos-, no lo conozco pero es posible. Sé que cuando visité Israel no fui a una población de mayoría ortodoxa judía en Sabbath porque nos podían lapidar el coche. Mujeres ultraortodoxas judías llevan peluca y el pelo rapado para que no se vea su cabello. Etcétera etcétera
Vamos, que integristas hay en ambas partes, con formsa muy poco «occidentales» y «democráticas».
Respecto a la educación en el odio en la escuela, no creo que se patrimonio único de las escuelas palestinas. Al respecto, te recomiendo la carta a la redacción «l retaguardia académica de Israel» en esta publicación.
Yo he visto a muchas mujeres palestinas, también con nador, conduciendo.
De todas formas, por supuesto que hay discriminación en el pueblo palestino haia las mujeres. Y por esto hay organizaciones palestinas de mujeres muy potentes que luchan por no subordinar la causa nacional a la emancipación de la mujer.
Estamos de acuerdo en que el conflicto tiene difícil solución.
Y sé que quien tiene más poder de destrucción tiene más responsabilidad moral en las consecuencias de su uso. Y, desde luego, el ataque actual, como los anteriores y como los que puedan venir en el futuro -me temo-, suponen un uso más que desproporcionado de la fuerza militar israelí. La sospecha de la voluntad de genocidio y de derrota psicológica del pueblo palestino mediante el terror tienen cada vez más soporte.
Estos son curiosamente mecanismos que padecieron muchas personas judías bajo el terrorismo de estado nazi.
Me gusta tu respuesta Jordi. Una prudencia y ponderación difícil de encontrar en este periódico.
No soy un gran conocedor de la realidad de Palestina, entendido como la zona de Israel y la zona «palestina» pero si que he leído lo suficiente para comprender que es conflicto de difícil solución. Tenemos problemas con la propia creación del Estado de Israel y sus distintal variables, un sólo Estado, dos Estados; límites geográficos etc. Frente a ello tenemos a los que niegan el Estado de Israel a aquellos que optan por crear dos Estados, cual es la mejor solución? Yo particularmente no lo sé. Además de los problemas originarios debemos sumar los problemas del odio en el que se han ido educando los habitantes de esta zona. He leído la historia desde el punto de vista de los israelíes (tiene un buen libro Shlomo ben Ami) hasta trabajos sobre las atrocidades cometidas por Israel. Por eso no me gustan los artículos o posicionamientos que, desde mi punto de vista, son puramente ideología.
He leído el artículo que mencionas, pero es que como mucho frecuencia, no es que los «buenos» no hagan nada; es que ni siquiera está claro si se puede afirmar que uno es bueno del todo y el otro está en posesión absoluta de la maldad.
Hace un tiempo vi un documental en el que los heridos en atentado en Israel eran atendidos por los médicos de los hospitales. Atendían a todos, árabes y judíos. Por su parte, los árabes presentes en el hospital en espera a ser atendidos celebraban con algarabía los heridos y fallecidos israelíes.
Esta persona prefiere tener de vecino a alguien que bombardea hospitales, escuelas y refugios, pero llenos de gente. Lo anterior, con tal de que su vecino trate a su mujer com «igualdad».
Si es la única conclusión que has sacado de mi comentario no creo que merezca la pena que trate de explicarme o mantener un mínimo debate.
Israel no es Europa, Europa se pudre por otros motivos.
Israel no es Asia Menor. Tampoco es África Norte.
Israel no es tangible, ni siquiera es un país.
Israel es una idea, una pesadilla, un monstruo con grandes colmillos en Palestina y una larga cola en Estados Unidos.
El asesino nato sionista no nació en el III Reich, lleva milenios entrenándose con diversos pueblos como sparring para siempre volver a caer con fuerza cual meteorito sobre los mismos una y otra vez: PALESTINA.
Se desconoce el futuro, pero como la humanidad repite y repite siempre el mismo camino, alguien o algo volverá a desmenuzar a «Israel» con dureza diseminándolo por el mundo, pero Palestina será siempre su víctima favorita.
NO MAS MUERTE
Las Marchas de la Dignidad de Madrid apoyan la manifestación del jueves día 31 de julio en apoyo a la lucha del pueblo Palestino. A las 20 horas desde Tirso de Molina hasta Plaza Mayor.
Por la ruptura de relaciones diplomáticas con el Estado Sionista de Israel.
Por la anulación del Acuerdo Comercial Preferente entre la UE e Israel.
Cabe esperar que, igual que pasó con los nazis que fueron asesinados por los sionistas en justa venganza, ahora sean los palestinos quienes en justa venganza asesinen a los sionistas israelianos, discípulos aventajados de Hitler. EEUU hará lo mismo por ellos que esta haciendo por proteger los asesinatos de palestinos? Tal vez el cáncer israeliano nos mate a todos. Hitler nos hizo una mala faena: mató a los buenos y dejó a los sionistas israelianos para que nos hicieran la vida imposible. Palestina necesita armas para defenderse, las oraciones no les sirven y, puesto que igual les matan que mueren matando. El día que los caídos israelianos sean igual o suprior a los caídos palestinos la guerra terminará. Los asesinos sionistas no entienden de humanidad ni mandatos que no les sirvan para sus intereses. Son asesinos natos. Son el cáncer de Europa.