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Israel y la teletienda

"En este asunto se miente y manipula, como lo hace la teletienda, pero si sigue existiendo es porque algo venderá de vez en cuando", opina el autor

Bombardeo de Israel en Gaza, en 2008. AMIR FARSHAD EBRAHIMI

Es una historia que nos acompaña casi formando parte del paisaje, como si fuera algo natural, como si tuviéramos que aceptar que estas cosas pasan. Nos peleamos entre nosotros. El ser humano es así. Estos palestinos y estos israelíes se llevan a matar. Hasta ahí el análisis. Ojalá la paz mundial, que diría cualquier semifinalista a Miss España. Y ahí queda la cosa, incursión tras incursión, bombardeo tras bombardeo. Vemos imágenes de niños y mayores, siempre palestinos, muertos. Y pensamos que qué malas son las guerras. Este es el mayor éxito de la propaganda pro israelí: la banalización del “conflicto”. Qué malas son las guerras, cuando la realidad es que en esta guerra sólo hay que mirar las estadísticas para comprender que unos matan y otros mueren.

Israel no está sólo. Con Israel están la mayor parte de los grandes medios de comunicación, que en el mejor de los casos informan de lo que allí ocurre posicionados en la equidistancia, como una semifinalista a Miss España cualquiera pidiendo la paz mundial en tacones y bikini, y en el peor de los casos retuercen la realidad de forma en que las víctimas se convierten automáticamente en culpables por el hecho de haber muerto; los cohetes y piedras se convierten en armas de terrorismo, frente a los demócratas misiles. A estas alturas del partido el consumidor de información con dos dedos de frente ya sabe que en este asunto se miente y manipula, como lo hace la teletienda, pero si sigue existiendo es porque algo venderá de vez en cuando la teletienda.

Se llega a dar una curiosa situación. Quienes defienden que un asesinato de Hamás es una barbaridad y que cien asesinatos de Israel son cien barbaridades, son posicionados por la propaganda israelí en el grupo de quienes apoyan la violencia terrorista, mientras justifican sus cien asesinatos a uno, con argumentos que quizá ni la teletienda se atrevería a usar por respeto intelectual hacia quienes están al otro lado de la pantalla.

“Hamás es un grupo terrorista que quiere la desaparición de Israel. Quieren echarnos al mar”, dicen mientras suman otros cuatro niños asesinados, esta vez precisamente junto al mar, en una playa de Gaza mientras jugaban al fútbol. El mismo argumento fue usado cuando Hamás no tenía el poder. También sirvió con la ANP de Arafat, declarada en su momento grupo terrorista por Israel. Y servirá en el futuro con cualquier otra organización que encabece, con más o menos radicalidad, las aspiraciones de Palestina a tener derecho a ser. Declarar a tu vecino terrorista te da un margen muy amplio. Le da manga ancha a cada misil lanzado. Son todo ventajas, como diría la teletienda sobre cualquiera de sus productos.

“Si mueren civiles es culpa de los terroristas de Hamás, que se esconden entre ellos”. A quienes desde España argumentan esto podríamos proponerles el juego de cambiar Hamás por ETA y civiles palestinos por un señor de Bilbao cualquiera que lleva a los niños en coche al colegio pasando junto a la casa de un supuesto miembro de ETA a quien justo en ese momento, un misil va a detener, leerle sus derechos y condenarlo en un sólo boom. He dicho que podríamos proponerles este juego, pero es casi mejor que no lo hagamos por miedo a escuchar una respuesta igual de sofisticada y cristiana que la de los daños colaterales.

Los bombardeos acabarán un día de estos. Como ha pasado otras veces, de pronto dejarán de salir muertos por la tele. Son ciclos. Es el juego de Israel. Alta intensidad, baja intensidad. Cuando acaben las matanzas, los palestinos volverán a la cotidianeidad del ejército en los pasos fronterizos, de los muros eternos, de las alambradas, de los asentamientos ilegales, de los cortes de luz y de agua, del boicot eterno de Israel. Y un día alguien lanzará una piedra o un cohete. E Israel tendrá la excusa perfecta para volver a hacerlo.

 

faldoncino

 

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Comentarios
  1. Según Amnistía Internacional, revista nº 121 de Enero 2014:
    Nos niegan hasta el derecho a tener árboles. A veces, nuestros olivos aparecen quemados. Perdimos el derecho a acceder a nuestro manantial que servía para apagar nuestra sed y regar nuestras tierras. Su uso ha quedado reservado para los colonos judíos que han ocupado nuestras tierras. Sólo podemos abastecernos de agua 12 horas a la semana, muy por debajo de nuestras necesidades. Para tratar de subsistir almacenamos agua en tanques, pero lo descubrieron y se dedican a rociarnos con productos químicos que provocan que el agua tenga mal olor y no sea potable…

  2. «cuando la realidad es que en esta guerra sólo hay que mirar las estadísticas para comprender que unos matan y otros mueren»

    Si sólo se miran las estadísticas sin analizar los datos, es fácil pontificar sin tener ni idea ni del pasado ni del presente de la situación.

    Es asombroso constatar como hay tantas personas que parecen saberlo todo de Israel, pero que no dicen nunca nada de otros conflictos; ni nunca convocan concentraciones a favor de los niños masacrados en Libia, Irak, Kurdistán, Siria… por soldados de su mismo país. Ah, sí! Se colgaron carteles en Twitter por las niñas secuestradas en Nigeria.

  3. Perdimos cuando consiguieron adueñarse del lenguaje.

    Israel hace terrorismo de estado.
    Israel quiere exterminar a una raza de la faz de la tierra, a eso se le llama limpieza étnica.
    Israel practica el genocidio sistemático.

    Antes víctimas del nazismo y ahora verdugos con sus mismas tácticas nazis y propaganda goebbeliana.

    Y hay que decirlo así. Con esas palabras.

  4. Gracias por el artículo. Mucha gente en Israel estará de acuerdo con el. El poder internacional, con los saudís a la cabeza, se encargó de asesinar a los mejores líderes de izquierda de ambos lados. Sin ellos la paz es muy difícil por q nos hemos quedado con lo más radical de cada casa. Yo, personalmente, no veo sólo un conflicto árabe israelí, veo también un conflicto entre el ultra conservadurismo, de ambos lados, y las ideas progresistas, de ambos lados, convenientemente reprimidas por la comunidad internacional para perpetuar este ya demasiado repetitivo pero conveniente conflicto q las muchas gentes de bien de ambos lados sufren desde hace demasiado tiempo. Una pregunta, por qué se habla tanto y tan limitadamente de Gaza y no se dice nada o casi nada de la horrible represión del pueblo Tuareg en Mali y Níger donde recientemente han sido asesinados muchos más civiles tuareg que en Gaza por una represión orquestada por Francia y Occidente con la vieja escusa de luchar contra el terrorismo? quiénes son los terroristas? hacer boicot contra Israel es tan simplista como hacer boicot contra Francia por su relación con la lucha contra el pueblo tuareg para apropiarse de su uranio y recursos naturales. Los entresijos perversos del poder Son muy oscuros y casi todos somos cómplices de él. Cada vez que enciendes la luz muere un tuareg. Menos hipocresía bienpensante por favor, los países avanzados tenemos nuestras manos manchadas de sangre , no podemos culpabilizar a otros por los problemas del mundo.

  5. Ese es el problema, que la gente entienda que hay un «bombardeo mutuo» cuando la realidad es una matanza que supuestamente «es su propia culpa». ¿Quién no ha oído la despreciable excusa de «Hamás les usa como escudos humanos, pero Israel les avisa antes de que acaben con su casa y sus únicas pertenencias»?

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