Opinión | OTRAS NOTICIAS

Belén Esteban y el fenómeno Pablo Iglesias

Se ha dicho a menudo que Podemos ha sabido usar los medios para darse a conocer pero ¿quién está utilizando a quién ahora?, se pregunta el autor.

La vida de Belén Esteban, sus opiniones, vivencias y peripecias, ha sido durante años la columna vertebral de toda una cadena de televisión  (Telecinco) y de muchos medios impresos. Ocurre a veces que una persona se convierte en un filón, una mina de oro para los medios que, sedientos de contenidos, acaban convirtiendo en un personaje a ese ser humano que un día tuvo a bien participar en un programa.

La técnica no es nueva. También ocurrió con los participantes de Gran Hermano y ha seguido sucediendo con otros personajes salidos de realities. Las cadenas estiran el chicle de lo que acaece durante la emisión estricta del programa para alimentar después, incansablemente, otros espacios. Algo así está ocurriendo ahora con el fenómeno Pablo Iglesias, La Sexta, y toda una variedad de medios impresos. Esta vez no son revistas del corazón, sino diarios generalistas los que han recibido al líder de Podemos como agua de mayo, un personaje llenapáginas que les permite desplegar toda su demagogia derechista.

Imagino que Iglesias es consciente del filo de la navaja por la que se está moviendo. Si participa en una tertulia nocturna, los programas de la mañana de esa misma cadena recuperarán declaraciones suyas para cebar el debate. Es una tertulia alimentando a otra tertulia: la metatertulia. Las empresas de comunicación ven a sus personajes como inversiones, apuestas de las que se debe obtener un rendimiento. Desde Belén Esteban quizá ningún personaje esté ofreciendo tanto rendimiento a una cadena de televisión como Pablo Iglesias.

Las figuras televisivas, evidentemente, tienen que tener dotes de comunicación, algo intangible que encandile a la audiencia y evite que el espectador agarre el mando a distancia y cambie de canal. El talento de Pablo Iglesias nadie lo pone en duda. Pero las figuras televisivas, los famosos que alcanzan reputación nacional, también se construyen: los construyen las propias cadenas recuperando una y otra vez sus intervenciones, rentabilizándolas al máximo. Hasta el punto de que empieza a ser cuestionable si la omnipresencia de ciertos personajes se debe más a su rentabilidad para la cadena que a la pertinencia o importancia de lo que ese personaje aporte.

Se ha dicho a menudo que Podemos ha sabido utilizar sabiamente los medios para darse a conocer pero, una vez lograda la representación política y una vez que prácticamente todo el mundo sabe quién es Pablo Iglesias y qué es Podemos, su continuada presencia en los medios nos lleva a una pregunta inevitable: ¿quién está utilizando a quién ahora?

Además se añade otra práctica habitual: personajes menos mediáticos y relevantes se arriman todo lo posible al nuevo líder mediático para rascar algo de su fama.  Lo estamos viendo en La Sexta: periodistas que podían quedar en la mera figura de tertulianos ocasionales están viendo amplificada su influencia y peso específico gracias a arremeter contra Pablo Iglesias.

Si nos fijamos en las formas y no en el fondo, los modos y maneras que emplean esos otros tertulianos contra Pablo Iglesias, además, se parecen mucho a los de cualquier programa del corazón: gritos, muecas, pateos, faltas de respeto. Es difícil que una persona educada no acabe en  mala situación, rebajándose a ese nivel, con el paso de los meses.

En argot televisivo se habla de personajes ‘quemados’, cuya presencia empieza a cansar al espectador y que, paulatinamente, dejan de ser llamados por las cadenas. Hay que tener mucha habilidad para no quemarse, saber renunciar a ciertas invitaciones, dosificarse. Pocas personas saben aguantar el tipo durante años (una de ellas es, quizá, Belén Esteban). No sé si ése es el caso de Pablo Iglesias.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Creo que los partidos pequeños, como Podemos, se enfrentan a un rodillo comunicativo al que estamos tan acostumbrados que… nos llama la atención la excepción, o sea, Pablo Iglesias.

    Si comparamos la cantidad de informaciones, noticias, tribunas e invitaciones a tertulias que recaen del lado de los dos grandes partidos, PP y Psoe, en los medios masivos de comunicación -ya sean periódicos, teles o radios-, las apariciones de Iglesias son ínfimas. Si se hiciera un porcentaje, y creo no exagerar, dudo que llegase al 1%.

    Eso nos debería hacer reflexionar sobre el poder de la propaganda, que consigue llegado un momento inocularse de tal forma que pasa desapercibida hasta el punto de que vemos como «cuerpo extraño» no al bolondro de pelusa negra gigantesco que rueda de un lado a otro de la casa (esta metáfora se me ha ocurrido al ver que el suelo de mi casa está de aquella manera), sino al imperceptible y simpático ácaro que apenas ha cruzado la ventana impulsado por la brisa matutina (esta otra metáfora se me ha ocurrido ya directamente porque soy gilipollas).

    Las noticias, reportajes, crónicas etc, están muy controladas por los grandes partidos. Así que Pablo Iglesias mantiene la presencia en el único formato donde puede colarse Podemos, así de sencillo. Si no se cuela ahí, Podemos es invisible en los grande medios.

    La diferencia con otros partidos pequeños que parecen estancados es que Podemos maneja mucho mejor, abismalmente mejor, las redes sociales.

  2. Es una perspectiva novedosa la que ofrece el autor. Interesante,sí. Curiosamente casi todos los análisis destacan en uno u otro sentido, la aparición pública de Iglesias en dos medios de comunicación, de dos empresas distintas y hasta Pascual Serrano ha aventurado que Iglesias tendrá más éxito como tertuliano que como eurodiputado.
    Lo que pasa es que sin tertulias en La Sexta y Cuatro, Iglesias habría obtenido el mismo número de eurodiputados que Equo o el Partido X, uno o ninguno. Y que, aún siendo tertuliano, si sus contertulianos hubieran sido Sabanés o Falciani, o similar y no Marhuendas, estaríamos hablando de lo mismo. El quid está, creo yo, en averiguar porqué La Sexta le ha dado espacio para La Tuerka, para Público y para sus platós con esas compañías.
    Pero la gente seria y crítica no se pringa porque teme ser acusada de perjudicar e insultar a Pablo. Y ese es otro problema que presenta el partido Podemos, que no se les pueda criticar con la razón. Mientras tanto ellos mantienen sus contactos con los marhuendas. Y eso muy serio no es.

  3. Más que el papel de LaSexta con Pablo Iglesias, destacaría sobre todo el de Cuatro. Para muestra, no hay más que seguir las audiencias de Las Mañanas de Cuatro y de Al Rojo Vivo tras las elecciones del 25M. Si ARV superaba a diario a LM4, a partir del exitazo de Podemos en las europeas, LM4 supera en un punto a su competidor. Han explotado al completo a Pablo Iglesias, en tertulias, en hashtags, desplazándose hasta Bruselas junto a él… Como verdaderas sanguijuelas. Y les sale bien.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.