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Orgullo gay: Por quienes no pueden manifestarse
La manifestación del Orgullo Gay de este año está dedicada a "quienes no pueden manifestarse" en países donde la homosexualidad es considerada un delito. Pero la homofobia continúa estando presente también en nuestra sociedad.
“Nos manifestamos por quienes no pueden”. Bajo este lema se ha convocado la manifestación estatal del Orgullo LGTB 2014 que arranca desde la Glorieta de Carlos V hasta la plaza de Colón. Frente a la crítica de que el evento se ha convertido en una fiesta mercantilizada y despolitizada, las organizaciones FELGTB y COGAM han querido visibilizar el incumplimiento de los derechos humanos en el mundo por el mero hecho de ser gay, lesbiana o transexual.
Argelia, India, Uganda, Siria, Marruecos, Pakistán, Samoa, Qatar… Hasta 80 países en todo el mundo prohíben por ley las relaciones homosexuales y las castigan con multas, trabajos forzados, cárcel o incluso pena de muerte. Las personas transexuales sufren discriminación y falta de reconocimiento institucional, además de unos elevadísimos índices de violencia que han llevado a acuñar el concepto de genocidio trans.
Desde que en 2001 los Países Bajos legalizaron las uniones entre personas del mismo sexo, 16 países de América y Europa reconocen el matrimonio igualitario. Según algunos activistas estos avances han provocado un reacción homófoba que socaba los derechos humanos de las personas LGTB. Casos como la prohibición de “propaganda” homosexual en Rusia o la modificación de la Consitutción en Eslovaquia, Hungría o Croacia para impedir el matrimonio entre parejas del mismo sexo son ejemplos de esto.
Homofobia interna
La denuncia de la ausencia de derechos y la violencia sufrida por motivo de la orientación sexual o la identidad de género no puede ocultar que, en España, la homofobia también campa a sus anchas. A muchos partidos, instituciones y particulares les gustaría que las personas LGTB hoy no pudiesen manifestarse.
Entre ellos a buena parte del Partido Popular. Apenas tres meses después de que el matrimonio igualitario entrase en vigor en 2005, interpusieron un recurso de inconstitucionalidad (desestimado en 2012) contra la totalidad de la ley por entender que “desnaturaliza” esta institución.
Ni la sentencia del Tribunal Constitucional ni la creciente normalización en la sociedad han alterado la beligerancia e intransigencia de la Conferencia Episcopal contra la homosexualidad y el matrimonio igualitario. El último capítulo en esta cruzada ha sido negar la transexualidad e instar a aceptar “ser hombre o ser mujer, según el proyecto de Dios” en su última edición del catecismo para jóvenes.
La discriminación de palabra de la Iglesia católica tiene consecuencias de obra en forma de agresiones. En diciembre de 2013 se conocía la existencia en España de grupos nazis que, con la excusa de perseguir la pederastia, daban caza a varones homosexuales a quienes agredían y humillaban ante la cámara del móvil.
El mismo día en que se cumplía el 45 aniversario de las revueltas de Stonewall -hito fundacional de la lucha por los derechos del colectivo-, una pareja gai era agredida en Almería al grito de “¡Ni un paso más, maricones!”. Ni siquiera en el barrio de Chueca las personas LGTB se encuentran a salvo de los delitos de odio.
Se agradece mucho el artículo, pero debería titularse Orgullo LGTB o LGTB+, no cuesta nada poner todas las siglas, pero olvidarse de ellas es llevar a la invisibilidad a mucha gente!