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Proclamación de Felipe VI, y pesar de todo: salud, laicismo y república
"La concepción actual republicana de la sociedad es de mucha más importancia de la que se nos pretende hacer ver", sostiene el autor
El 19 de junio se ha consumado la proclamación del rey heredero por las Cortes Generales, con la ausencia de un buen puñado de diputados (Izquierda Plural, ERC, Amaiur, Compromis, BNG, Geroa Bai…) como muestra de rechazo al proceso de sucesión, que la inmensa mayoría de los medios de comunicación han tratado de ocultar (hiriendo -muy gravemente- la deontología profesional del periodismo).
Ciertamente el número de parlamentarios no era grande, pero sí significativo, ya que si a día de hoy se extrapolan los resultados de las últimas elecciones europeas, podrían representar a más un cuarto de los votantes. Si, además, venimos observando el posicionamiento republicano de un número apreciable de los votantes y afiliados del primer partido de la oposición (Grupo Socialista) y de otros grupos que sí han asistido, la concepción actual republicana de la sociedad es de mucha más importancia de la que se nos pretende hacer ver (y acallar)… Incluso según diversos estudios, entre los menores de 50 años habría porcentajes altos de la ciudadanía que abogan por un sistema republicano o, al menos, que se someta a votación del pueblo.
Así, después de la herencia franquista de Juan Carlos, tenemos, ahora, a un jefe de Estado no elegido por la ciudadanía, sino heredero de una dinastía borbónica, cuya proclamación, en 2014, ha coincidido, curiosamente, con la gran fiesta católica del “cuerpo de Jesucristo”, que se viene celebrando oficialmente desde que obrara el milagro de la “aparición de dios” a la monja Juliana (santa) y del otro milagro de Bolsena en donde un cura dijo ver una “hostia sangrante” allá por el siglo XIII.
Institución ancestral, la monarquía hereditaria (y católica), por muy parlamentaria que sea, subsiste en algunos Estados del norte de Europa y de Asia occidental. Y ello sucede cuando la ciudadanía española en 1931 -muy mayoritariamente- optó por una forma de Gobierno republicana, por una cultura y convivencia republicana de solidaridad y de fraternidad, que tienen su origen en la Ilustración, abortada por un fascista golpe de Estado.
Una forma legítima (la republicana) cuyo poder reside en el pueblo, que propicia la separación de poderes, la laicidad de las instituciones y por ende la separación del Estado de las confesiones religiosas, la justicia social y la igualdad, que propiciaron los Derechos Humanos y de la Infancia.
Pero no, aquí seguimos la tradición nacional-católica y posteriormente monárquica que impusieron los caciques, la religión y el ejército desde 1936, cuyas sombres grisáceas continúan latentes, hoy, en muchas instituciones del Estado.
Hay que reconocer que, en la proclamación, se ha podido observar algún mínimo gesto de carácter laico, (como el juramento, sólo, delante de la actual ley civil: La Constitución) que esperemos “sirva de ejemplo” para tantos políticos que, hasta ahora, en función de su responsabilidad pública, vienen haciendo sus juramentos y promesas delante de la Biblia y del crucifijo (ministros, algunos alcaldes, parte del poder judicial…) y los mantienen en salones de Pleno, escuelas, inauguraciones públicas, hospitales, cuarteles, etc.).
Pero en al acto oficial, más de lo mismo, junto al cetro y la corona (coronada con el crucifijo: monarquía católica), un discurso programado y retórico del nuevo rey, sin mayores novedades y que ha servido también para hacer una exaltación patriótica al reino de España (con lo que ello significa y que cada cual lo valore como lo estime) de los políticos presentes en el Congreso, en mi opinión, no acorde con los tiempos que corren.
Eso sí y ¡cómo no! algún que otro clérigo pululando por el espacio de invitados, desconozco sus rangos, uno de ellos sentado al lado de la Defensora del Pueblo, curiosamente. Y ¿una casualidad? en el “besamanos” de Palacio (por cierto: ¡qué ancestral término!), entre los ex-presidentes Aznar y Felipe González iba “como un pimpollo” el ínclito Rouco y compañía.
Nuevo tiempo, nuevo escenario… 39 años después de la asunción del padre (por decisión del franquismo) las cosas son muy diferentes, radicalmente diferentes a pesar de todo, a pesar de esta proclamación consumada: “Salud, laicismo y república”. No somos pocos los que tratamos de propiciar un nuevo marco constituyente, en este tiempo nuevo tan difícil para millones de personas y con enormes pérdidas de derechos de todo tipo… pero todavía una mayoría de políticos electos “tienen una venda en los ojos”. Esperemos a próximas consultas electorales. O, quién sabe, a un movimiento ciudadano desde la base, que -hoy por hoy- observo al menos incierto y lleno de innumerables complejidades.
*Francisco Delgado es Presidente de Europa Laica
Tout ce qui est exagéré est insignifiant
Viva la república
Me supongo que todos los afiliados a Europa Laica, serán republicanos, y si alguno no es republicano, puede responder a este mensaje y decir que ideas políticas tiene.
Mi opinión es que además de querer que Europa sea laica, también queremos que Europa sea republicana.
Un saludo Luis Díez
Se perpetua el antiguo régimen, donde hemos pasado a ser súbditos en lugar de ciudadanos. La casta que detenta el poder acalla las opiniones discordantes mediante la policía. Mientras al nuevojefe del estado se le llena la boca de decir que aquí cabemos todos, el gobierno acalla con la ppolicía a los disidentes, aplicando principios de la ley franquista: el TOP.
Me parece impresentable que a comienzos del siglo XXI cualquier persona con un mínimo de formación académica,cuanto más intelectuales de todo tipo,de por válido un sistema sociopolítico cuyo jefe del estado sea un monarca. La monarquía institución anacrónica, solamente superada por las confesiones religiosas.
Espero que el pueblo español reaccione y ponga en su sitio a todo lo que representa esta monarquía antidemocrática y fiel aliada de la dictadura que aún seguimos sufriendo.
Dignidad dónde estas.
Ahora que está tan de moda defender la Constitución española es momento de recordar, a los interesados políticos y a sus serviles lacayos de los medios de comunicación, que esta supuesta norma maravillosa e inviolable es papel mojado desde el momento que a día de hoy prácticamente todos sus artículos están sin cumplir y no valen ni lo que costó el papel en el que están impresos. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2014/06/esa-tan-cacareada-constitucion.html
Hola, republicano 666666, te mando una nota con relación al número 666 por si no lo tienes, lo puedes ver mejor en mi página web, http://www.encinas.cat en el punto03.5
El numero 666 es la suma de los números del cuadrado mágico del Sol, en la tradición hermética occidental, que se originó con Pitágoras, y consta de 36 números, del 1 al 36, sin repetir ninguno, colocados en 6 líneas horizontales, y 6 columnas verticales, de forma que sumando, cada fila horizontal, cada fila vertical, y en cada diagonal, todas las sumas dan 111, y la suma total de los 36 números da 666, de la siguiente manera:
CXI
VI XXXII III XXXIV XXXV I =CXI
VII XI XXVII XXVIII VIII XXX =CXI
XIX XIV XVI XV XXIII XXIV =CXI
XVIII XX XXII XXI XVII XIII =CXI
XXV XXIX X IX XXVI XII =CXI
XXXVI V XXXIII IV II XXXI =CXI
|| || || || || || CXI
CXI CXI CXI CXI CXI CXI
El número 6
111
6 32 3 34 35 1 =111
7 11 27 28 8 30 =111
19 14 16 15 23 24 =111
18 20 22 21 17 13 =111
25 29 10 9 26 12 =111
36 5 33 4 2 31 =111
|| || || || || || 111
111 111 111 111 111 111
1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13+14+15+16+17+18+19+20+21+22+23+24+25+26+27+28+29+30+31+32+33+34+ 35+36 = 666 666:6=111 cada fila
Un saludo Luis Díez