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Los estudiantes afrontan la selectividad con la emigración y el paro en el horizonte
Los jóvenes que se examinan en la selectividad ven con preocupación el futuro educativo y laboral. La salida de España es una de las soluciones que admiten con resignación
MADRID // Los exámenes de selectividad se están celebrando estos días en la Comunidad de Madrid. En el campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), los estudiantes se congregan en el exterior del aulario donde se realizan las pruebas con una hora de antelación. Esta selectividad está marcada en la URJC, además, por la huelga que los trabajadores de limpieza están llevando a cabo contra el ERE presentado por la empresa concesionaria del servicio.
Pablo tiene 20 años y es la segunda vez que se presenta a la prueba de selectividad. “Quiero meterme en una ingeniería informática”, cuenta. “Las cosas están fatal ahora mismo, no sé qué me espera al salir de la carrera; quiero poder trabajar de lo mío, pero cada día tengo más dudas”, añade. Gran parte de los jóvenes que se han presentado al examen este miércoles compartían esta preocupación; la incertidumbre es tónica general en los nuevos universitarios.
Cecilia se presenta por primera vez a la prueba de acceso a la universidad. Quiere estudiar bioquímica, una de las carreras con la nota de corte más alta en la Comunidad de Madrid. “Entre la nota de corte y que en este país se apoya más el ladrillo que la ciencia, estamos jodidos”, comenta entre risas. “Parece que este gobierno no nos quiere. Si tengo que elegir, me quedo en España, pero lo veo muy difícil”, agrega. La resignación ante la necesidad de marcharse de su país es otro sentimiento fácil de encontrar entre los estudiantes que aspiran a entrar en la universidad.
Susana y Esther, compañeras de instituto, quieren estudiar enfermería. En la familia de ambas hay miembros que han tenido que salir de España para conseguir un empleo. “Nuestros hermanos han estudiado enfermería también y ahora están en Londres trabajando”, lamentan. “Allí les pagan casi tres veces más que aquí; con lo que cobraban en España no podían ni independizarse”. Lo tienen claro, quieren irse: “Si no nos quieren aquí, viviremos en otro lugar. Nos da pena separarnos de nuestra familia, pero merecemos algo mejor de lo que nos ofrece este país”.
Por su parte, Francisco, un joven que quiere estudiar medicina, tiene además la preocupación de obtener ayudas al estudio. “Soy un estudiante que depende de las becas para estudiar, y me preocupa la actitud del Gobierno en el tema”. “Por mi nota no estoy preocupado, de momento voy bien en eso; me preocupa no poder estudiar en la universidad porque mi familia no tiene recursos económicos”, zanja.
Chavalas y chavales no os vayais.
Luchad por lo que os pertenece.
Mucha gente os apoyamos y más serán cada día.
Que se vayan los depredadores y sus lacayos.