Condena de periodistas, activistas y partidos al intento de asalto policial a La Directa

BARCELONA // El ataque de los Mossos d’Esquadra a la redacción del semanario La Directa del pasado lunes, en el barrio de Sants de Barcelona, ha generado una dura condena por parte de periodistas, activistas y formaciones políticas. Los golpes de porra a los vidrios del local de este medio de comunicación asociativo y referente en la información sobre movimientos sociales en Cataluña han despertado «preocupación por la deriva autoritaria de la policía catalana» y por lo inusual hasta ahora de un ataque de estas características.

Los hechos sucedieron tras los disturbios generados por el desalojo del Centro Social Autogestionado Can Vies, un edificio ocupado desde hace 17 años que este martes operarios del ayuntamiento comenzaron a derribar. Durante las cargas policiales, un grupo de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra se acercó hasta la puerta del local del semanario en la calle Riego, donde los periodistas celebraban su habitual reunión de redacción de los lunes a las 20 horas. Según explicaron los mismos periodistas, los agentes intentaron entrar al local cuando en la zona no se estaban produciendo ningún tipo de altercados. Así lo confirmó también una periodista de la Cadena Ser que resultó herida después de que los mossos cargasen contra un grupo de personas que se encontraba frente a las puertas del local.

Los periodistas trataron de accionar el dispositivo que baja la persiana para evitar que la policía entrase en la redacción, a la vez que los policías trataban de evitar lo mismo forzando el mecanismo. Los agentes golpearon con las porras el cristal que separa la redacción de la calle hasta romperlo, motivo por el cual resultó herido un colaborador del semanario con cortes en la cara y tuvo que ser atendido en el hospital. Finalmente, el grupo de policías se retiró.

El diputado de la CUP David Fernández, que antes de acceder al cargo ejercía de periodista en el semanario, reprendió la actitud de los policías y posteriormente se mantuvo de pie ante la puerta cerrada de la Directa para evitar que el ataque se repitiese. Según afirmó Fernández a la Agencia Catalana de Noticies (ACN), los mossos cargaron contra las puertas del semanario contra un grupo de personas, entre ellos periodistas, “que no estaban haciendo nada”. Los Mossos d’Esquadra se han abstenido de dar su propia versión de los hechos y han remitido a las palabras del conseller de Interior en sede parlamentaria.

“Vulneración” de la libertad de prensa

El Sindicato de Periodistas de Cataluña (SCP) emitió ayer un comunicado en el que condena el ataque a la sede del semanario. El SPC, que condena también la quema de una unidad móvil de TV3 por parte de “un grupo de alocados encapuchados”, señala que, si bien el ataque al coche de la televisión catalana es “grave”, resulta “totalmente inaceptable la carga contra periodistas por parte de la policía del país, organizada, con una dirección jerárquica y que son funcionarios de la Generalitat a los cuales pagamos el sueldo entre todos”.

Un grupo de medios sociales, entre los que se encuentran TomaLaTele, LaTele.cat, Tercera Información, Mundo Obrero, Kaosenlared, Insurgente, Ión Radio y Ágora Sol Radio han hecho público este miércoles un comunicado en el que rechazan la violencia policial ejercida contra periodistas e instalaciones del semanario, que consideran “una flagrante vulneración” del derecho a la libertad de prensa. Solicitan la “inmediata puesta a disposición judicial” del responsable del operativo y la dimisión del delegado del Gobierno en Barcelona.

Denuncia de ICV-EUIA y la CUP

El diputado de ICV-EUiA David Companyon ha mantenido que “no puede ser que se actúe con técnicas que tratan a los movimientos sociales como enemigos”, y ha pedido al Conseller d’Interior Ramón Espadaler que tome medidas para que “no queden en meras palabras” las declaraciones del comisario Josep Lluis Trapero en la celebración del Dia de las Esquadras este abril, en las que pidió “disculpas” a las personas que se hayan sentido perjudicadas por acciones de agentes del cuerpo. “Estas excusas se deben traducir en una realidad, y esto no ha pasado, como se demostró ayer –por el lunes- en Sants”, en referencia al desalojo de Can Vies y a las cargas en la Directa.

Por su parte, la CUP ha denunciado el “estado policial al que los Mossos sometieron a todo el barrio de Sants” y el “ataque escandaloso” contra La Directa, por lo que han exigido dimisiones.

“Un salto cualitativo”

El Observatorio Mèdia.cat, una iniciativa impulsada por el Grup de Periodistas Ramón Barnils que trabajan en la defensa de un periodismo riguroso e independiente, ha señalado que, con esta acción, los Mossos dan “un salto cualitativo”, y señalan que el intento de asalto a la redacción de La Directa “probablemente sea el ataque más grave contra un medio de comunicación sucedido en el Estado español en los últimos 30 años”. “Cuesta de entender que una policía democrática ataque de forma premeditada un medio de comunicación sin ningún tipo de orden judicial”, afirma el Observatorio.

En este sentido, recuerda los numerosos episodios en los que informaciones de la Directa han dado a conocer abusos policiales de los Mossos. Por ejemplo, la publicación de las comunicaciones internas de las unidades que desalojaron la acampada del 15M en la Plaça Catalunya, en la que los agentes llamaban a “generar pánico”. También las imágenes publicadas por el semanario sobre las cargas que privaron de un ojo a Ester Quintana, que desmintieron una tras otras las distintas versiones que fue ofreciendo Interior, y que finalmente revelaron que Quintana fue herida por una bala de goma. Periodistas del semanario aparecieron también en la listas del Cesicat, un órgano de la Generalitat dedicado a monitorizar la actividad de periodistas y activistas, como se conoció gracias a una filtración.

Mèdia.cat recuerda asimismo el discurso pronunciado en 2012, durante la celebración del Dia de les Esquadres, por el entonces comisario de coordinación territorial de los Mossos, David Piqué, en el que afirmó que el cuerpo perseguiría a los “antisistemas” señalando que “ya se pueden esconder donde quieran que los encontraremos. Sea en una cueva o en una alcantarilla que es donde se esconden las ratas. Tampoco les servirá protegerse detrás de unas siglas o una asociación o una capucha o una asamblea que no representa a nadie, o una revista”.

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