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Los documentos de Snowden confirman un mundo tomado por los espías

El periodista Glenn Greenwald publica un libro basado en los documentos que Edward Snowden robó a la NSA

La sombra de los servicios secretos es alargada y cada vez más, según se desprende de los documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana que están haciendo públicos con cuentagotas el administrador de sistemas Edward Snowden y el periodista Glenn Greenwald. Este último les ha puesto contexto en un libro No place to hide, que el 21 de mayo se venderá en España con el título Sin un lugar donde esconderse (Ediciones B). Como avanzadilla, Greenwald ha subido a Internet un PDF con un centenar de documentos originales, algunos ya conocidos y otros nuevos.

Queda claro después de leer esta documentación que la vieja red de escuchas Echelon, creada en la segunda Guerra Mundial para vigilar las comunicaciones por radio y satélite, ha engordado muchísimo. Los números marean: miles de millones de llamadas registradas, dentro de Estados Unidos y entre este país y el resto del mundo, cuyos metadatos (teléfono que llama, teléfono que recibe la llamada, hora y duración de la misma, etc) son cuidadosamente archivados, procesados, cruzados, para alimentar gigantescos motores de búsqueda y analizadores de metadatos en tiempo real. Serán consultados por espías, policías y no queda muy claro quién más. 125.000 millones de llamadas… en un solo mes.

Es la locura de los espías, la red global de vigilancia más grande y penetrante conocida, la exageración última, reflejada en su lema: «Rastrearlo todo, Saberlo todo, Recopilarlo todo, Procesarlo todo, Explotarlo todo, Asociarse con todos». Ciertamente, en estos 70 años han aumentado los compinches del grupo inicial, que formaban Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y que sigue teniendo la sartén por el mando. 20 nuevos países están en el ajo o, en el críptico lenguaje de la NSA, se tiene con ellos «cooperación concentrada». La mayoría son europeos y entre ellos está España, que aparece también en otro documento de «socios aprovados para SIGINT» (obtención de información mediante la interceptación de señales).

Es curioso como prácticamente toda Europa colabora con la NSA, pero se lleva las manos a la cabeza cada vez que aparece un documento que añade nuevos capítulos al sainete, como los que en este .pdf desvelan que se ha espiado a embajadas y oficinas de las Naciones Unidas de Grecia, Brasil, Bulgaria, Francia, México, Japón, Eslovaquia o Suráfrica, usando para ello programas troyanos previamente introducidos en ordenadores y nodos clave. Un caso concreto: en mayo de 2010, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estaba a punto de votar si sancionar a Irán por su programa nuclear. La embajadora de Estados Unidos en la ONU pidió a la NSA ayuda «para poder desarrollar una estrategia» y la NSA espió a diversos diplomáticos para dar a la embajadora información privilegiada sobre sus intenciones de voto.

Los documentos muestran también alianzas con 80 grandes corporaciones de la telecomunicación: Microsoft, Cisco, Oracle o Intel dan a los espías datos de sus clientes -Microsoft los cobra-, además de acceso a lo que circula por sus cables internacionales de fibra óptica, «routers» y otros nodos de Internet. Lo llaman «monitorización del flujo» y funciona desde 1985, bajo el nombre en clave FAIRVIEW. Sin olvidar la estrella de la corona, PRISM, el sistema que recoge datos de los proveedores de servicios: Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Youtube, Apple, Skype, AOL y Paltalk. Todo lo que corre por sus máquinas, sean correos, voz sobre IP, navegación web, vídeos, fotos, chat, transferencia de archivos… todos los metadatos son pinchados, archivados y los espías pueden consultarlos en tiempo real.

Otro documento liberado hace ya unos meses pero que forma parte de esta recopilación se congratula del «gran éxito en la recolección y procesamiento de datos en Skype, donde hemos podido llegar a objetivos únicos y de gran valor». El espionaje de la NSA en Skype crecía un 248% en 2012 y posiblemente la cifra se haya disparado más porque, según el documento, se pudo solucionar un fallo que no permitía espiar Skype al total gusto de la NSA. Otro trabajo de Microsoft para los espías, esta vez para el Federal Bureau of Investigation (FBI): Microsoft mejoró en 2012 su sistema de chat en Outlook, cifrándolo, pero esto era un problema para la NSA, así que la propia Microsoft desarrolló un sistema de monitorización que permitía a la NSA espiar su chat teóricamente «inespiable».

Llegados a este punto, cabe avisar que no son sólo metadatos lo que espían la NSA y sus socios. Otro documento explica que en 2012 se hicieron 1.856 peticiones a la Corte de Monitorización de Inteligencia Exterior (FISC), de las cuales 1.789 implicaban vigilancia electrónica. De éstas, el organismo no denegó ninguna. Los espiados en este caso eran posibles delincuentes y terroristas, pero los programas de monitorización de la NSA se han usado también para espiar a políticos mexicanos, japoneses, brasileños o venezolanos, para «asegurar que nuestros diplomáticos están bien preparados para asesorar al presidente Obama y la secretaria Clinton sobre cómo manejar temas polémicos como Cuba o interactuar con homólogos difíciles, como el presidente de Venezuela Chavez».

¿Y cómo hacen para espiar a toda una presidenta del Brasil? La red de monitorización es exhaustiva y comprende el espionaje a través de proveedores de Internet, el pinchazo de cables submarinos de fibra óptica, satélites, comunicaciones telefónicas. Bien a través de las empresas y gobiernos asociados, bien asaltando las comunicaciones por su cuenta mediante su propia división de crackers. Unas fotos en el .pdf liberado por Greenwald muestra fotos donde se interceptan los envíos de «routers» a personas determinadas para introducirles chips espía.

Hay también otros métodos que usa la NSA para espiar a quien caiga en la desgracia de ser su enemigo y el de sus amigos. El documento donde se listan las embajadas espiadas tiene un anexo que muestra como lo han hecho: programas troyanos en ordenadores, capturadores de pantallas, programas para romper cifrado, interceptación de nodos, redes, emanaciones magnéticas, antenas, escaneo del disco duro, acceso a impresoras, redes pinchadas mediante infiltración de «pendrives»… Cabe sumar a esto el hacking en las redes de los grandes de Internet -Facebook, Google y otros- para recabar datos personales, en caso que los grandes de Internet no quieran dárselos.

El resultado de esta psicosis paranoide planetaria pagada con nuestros impuestos está siendo un aumento exponencial y nunca visto en la monitorización de las comunicaciones. Leemos en otro documento que «el intercambio de metadatos de comunicaciones ha pasado de 50 billones de ítems a más de 850 mil millones, con crecimientos de uno y dos mil millones de ítems al día». Y se refiere sólo a las llamadas telefónicas de los estadounidenses. Los servicios secretos norteamericanos viven desde aproximadamente 2004 una explosión de su tarea que les hace decir: «La recolección está superando nuestra capacidad para ingerir, procesar y guardar bajo las «normas» a las que nos hemos acostumbrado».

No da la impresión que, si van a crear nuevas normas, éstas les obliguen a restringir el espionaje. Este sigue, cada vez más sofisticado y más al detalle. ¿Qué sitios ha visitado una dirección IP? ¿Qué direcciones IP han visitado un sitio? Datos que alimentan gigantescas bases de datos donde se ordena la información y se ofrece tras la interfaz de cómodos buscadores: ¿Con qué direcciones de correo se cartea esta persona? ¿Quiénes llamaron el día X a su prima? Y, en caso de tratarse de un «target», un objetivo que está siendo espiado más al detalle, entonces es posible saberlo prácticamente todo: actividades diarias, amigos, fotos, vídeos, con quién se comunica, qué dice en redes sociales, dónde vive, con quién, dirección email, de teléfono, quién es su familia. La conclusión final, después de ver estos recomendables documentos, es que vamos a comprar el libro y que, ciertamente, «no hay sitio donde esconderse».

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Comentarios
  1. Que persigue tan garrafal psicosis paranoide?…..
    De donde se saca tanto dinero?
    Por que para estos espias es tan importante las ideas y creencias de las personas del munfo entero?
    Que peligro hay para ellos, los espias?.

  2. El PP no ha podido enterrar la garrafal metedura de pata de Cañete mostrándose ante Europa como el adalid medieval defensor a ultranza del *delicado sexo femenino* solo válido para puntual reposo del guerrero, sus labores hogareñas y de embarazo forzado para prolongación de los apellidos del macho, y asistencia a novenas y misas diarias según se desprende de lo que el peperío y su adláter el clero entienden por los valores eternos de *la gente de bién*, que seguramente es la peor gente que parió madre.
    ¿Con qué autoridad moral va a poder parlamentar en Europa un personaje que necesita creer, porque odia el progreso, que la mujer es intelectualmente inferior al hombre?

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