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Sonrían, esto es una broma
Relacionar el asesinato de León con Twitter y ETA "es tan surrealista que le queda grande al mismísimo Paco Marhuenda", asegura el autor
Estaba en mi casa preparando este artículo e indignándome muy fuerte con todo el asunto de la criminalización de las redes sociales, el machismo de Arias Cañete, y demás pasadas de frenada de la última semana, cuando crucé mi mirada con un DVD de un programa de televisión que ponían en La2 hace años. Lo hacían unos chicos de Albacete. Alguna vez alguien me lo regaló. Lleva años en mi casa y nunca lo he abierto, pero de repente, metido en su funda aún, ha encendido una alarma en mi cabeza.
¿Y si…? No, no puede ser, pero, ¿y si…? Y empecé a pensar y a atar cabos.
¿Cómo va a salir por la tele un tío que es candidato a las elecciones europeas hablando de la superioridad intelectual del hombre cuando discute con una mujer? ¡Por favor! Cañete podrá ser o no un machista, que seguramente lo será, pero no es tan torpe como para decirlo públicamente. No puede ser, joder. No se está presentando a las elecciones a gañán del pueblo, ni está dando un mitin en la barra del Bar Taberna Casa Pepe. Estaba en una tele nacional en plena hora punta y pidiendo el voto para ir al Parlamento Europeo. Joder, que sólo le faltó mandarle un fuerte abrazo a las mujeres que lo estuvieran viendo en ese momento y otro para sus fregonas. Tanta torpeza no me cuadra.
Luego seguí pensando en el asuntillo de culpar a Twitter o a la gente que ha perdido sus casas, de que los del PP se tiroteen entre ellos por la calle. Y me acordé de la portada de ABC del otro día, en la que las siglas PP no aparecían por ningún lado, pero sí aparecía una arroba cuya cola habían convertido en una cabeza de serpiente que recordaba bastante al anagrama de ETA. Nos acababan de convertir a todos en Enjutos Mojamutos con pasamontañas sin comerlo ni beberlo. Que una del PP mate a tiros a otra por la calle es un asunto fuerte, que yo entiendo que requiere un buen desvío de atención. Yo eso lo comprendo. Lo habitual en estos casos hubiera sido echarle la culpa a Zapatero, por ejemplo, eso hubiera sido aceptable. Por mí, bien. Pero hostia, ¿culpar a quienes escribimos en redes sociales y relacionarnos con ETA? ¿Señalar “al tuiter” ese? Es una broma, ¿no? Es tan surrealista que le queda grande al mismísimo Paco Marhuenda, también conocido en las tertulias como El Bonico del Tó. No lo sé, tampoco me cuadra.
Mi cabeza empezó a echar humo. Me llegaron de repente un montón de flashes de Celebrities del PP en momentos álgidos. Cospedal en pleno escándalo Bárcenas saliendo a lo Paramount Comedy (sólo le faltó el taburete) a improvisar lo de simulado y diferido; Rajoy respondiendo al tema de los sobresueldos y los SMS con un “Me voy ya, que estoy cansaíllo del viaje”; Carlos Fabra con sus gafas de sol enumerando las ventajas de tener un aeropuerto sin aviones; Ana Mato gritando oh, milagro, milagro, porque había crecido un coche Jaguar en el jardín de su casa; o Fátima Báñez echándole encima el marrón del paro a la Virgen del Rocío. No sé, no sé. Hay como un humor muy fino detrás todo esto. Un humor que me resulta familiar. Pareciera como si… No, no puede ser, aunque…
Y finalmente me acordé de Carlos Floriano. De cada vez que lo hacen ponerse frente a los periodistas a explicar cosas imposibles. Pobre hombre, joder. Vive en una novatada universitaria eterna. “¡Eh, Floriano! Nos han pillado más cuentas en Suiza. Sal ahí y explica que nosotros pensábamos que las cuentas las teníamos en Suecia”. Carcajadas en la calle Génova. Y va Floriano, sale ahí y lo dice. ¡Venga, por favor! ¿Quién se lo cree? ¿Quién va a soportar eso? Es ridículo. No tiene sentido. Este hombre tendrá familia y amigos. Y sus hijos irán al colegio y otros niños les preguntarán que a qué se dedica su padre. No. Me niego. Nadie puede ser capaz de tragar con todo eso. Así que en este punto lo vi claro y me puse a investigar.
Siéntate si estás de pie.
¿Qué estaban haciendo los del DVD cuando fueron las últimas elecciones, a finales de 2011? Todo empezó a cuadrar. Consulten la Wikipedia. Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Carlos Areces, Raúl Cimas, Julián López y demás Muchachada Nui andaban sin parar, de un proyecto a otro desde hacía muchos años. Sin parar. El último proyecto, Museo Coconut, una comedia para un canal de la TDT que estaba teniendo bastante éxito después de dos temporadas. Ya estaba todo listo para emitir la tercera, y de repente, ¡adiós! Desaparecen del mapa. Ni rastro de ellos. Hablamos de diciembre de 2011, momento justo en el que Rajoy, es así como llamaron a uno de los muchos nuevos personajes de Joaquín Reyes y compañía, llega al Gobierno.
No sé a ti, pero a mí me la han colado y bien. Yo me lo he estado creyendo durante todo este tiempo, y eso que no han parado de dar pistas. Joder, ¿simulado y diferido? ¿La Virgen del Rocío? Si sólo con mirar al que hace de ministro de Educación ya hubiera valido para descubrir el pastel. Les ha faltado poner de portavoz del Gobierno a Mariló Montero. Hemos sido unos auténticos pardillos. Yo, al menos. Y los que os habíais dado cuenta, cabrones, ya podríais haber dicho algo, que no veáis el mal rato que muchos hemos pasado este tiempo.
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después de leer casi la tercera parte del artículo, puedo concluir dos cosas:
1. las estrellas del tuiter no deberían abandonar tuiter, allí se hacen menos pesados.
2. tergivervar la información u opiniones contrarias para hacerlas más fácilmente criticables es de 1º de manipulación, común en varios grados universitarios. ya ni sorprende.
P.P. (perdón, P.D.) ya volveré por aquí si veo que no me borran las cosas, aunque lo dudo.
ójala lo fuera :___(
A servidora le ha pasao lo mesmo. Muy bueno Gerardo.