OTRAS NOTICIAS | Política
Hacer campaña con la muerte de Isabel Carrasco
El autor recuerda que "la electoralización de la muerte no es algo nuevo en este país".
Pararon la campaña por el asesinato de Isabel Carrasco. Al menos la campaña tradicional, la de mítines, cartelería y debates. Porque cada uno de los actos, actitudes, declaraciones, peticiones y posturas que algunos partidos han adoptado con el asesinato de la dirigente del Partido Popular en León son un acto de campaña electoral. Desde los miembros del PP que en los primeros minutos culparon a la campaña de escraches hasta los medios de comunicación que achacaron el crimen a un supuesto clima de animadversión hacia los políticos, pasando por la petición de un miembro del PSOE de regular los comentarios en las redes sociales. Hacer campaña parando la campaña.
La suspensión de la campaña electoral se podría comprender en lo referente a actos de carácter festivo, como los mítines electorales, pero es difícil encontrar un razonamiento para atender a la suspensión de un debate electoral. La última vez que se suspendió una campaña electoral fue con motivo del terremoto de Lorca, donde murieron 9 personas. No se sabe muy bien el criterio que existe para la suspensión de las campañas electorales más allá de sucesos que provoquen un shock en la ciudadanía o por cuestiones que copen la agenda pública y entonces la suspensión en sí se convierte en un acto de campaña. Desde que comenzó la campaña electoral se han sucedido varios sucesos de carácter similar al luctuoso hecho de León. El accidente mortal de cinco menores en Badajoz, por el que sólo se suspendieron los actos electorales en Extremadura, y el asesinato de una mujer de 57 años en Madrid. El único argumento diferenciador es que en este caso el crimen cometido afecta a un cargo público. Habría que replantearse si esa característica lleva a establecer elementos específicos de actuación en una campaña electoral.
La electoralización de la muerte no es algo nuevo en este país, no hace falta recordar la campaña de mentiras del gobierno en los días posteriores al atentado terrorista del 11 de marzo para llegar vivos a las elecciones. El diario El Mundo y el diario ABC han aprovechado para editorializar sobre el crimen argumentando que se debe a un supuesto clima de animadversión hacia los políticos uniendo las agresiones a éstos que ha habido los últimos días, como la que sufrió Pere Navarro, y protestas ciudadanas completamente legítimas como los escraches. El Mundo reconoce en su editorial que el crimen no tiene nada que ver con este supuesto clima, pero a pesar de ello establece la comparativa. “Si bien a priori está motivado por un despido laboral, se produce en un ambiente de creciente animadversión hacia los miembros de la clase política. Una parte de la ciudadanía considera que éstos están en la raíz de todos sus problemas y donde antes había respeto o indiferencia se reproducen ahora escenas de violencia. Abucheos, insultos, escraches e intentos de agresión están hoy a la orden del día y son el síntoma de un malestar latente que de no combatirse a tiempo puede degenerar en situaciones que pongan en riesgo la convivencia”.
Por otra parte, el editorial de ABC relaciona el crimen con la crítica a los responsables públicos y las políticas de austeridad sin perder la ocasión de sacar a relucir los tan temidos escraches por los medios afines al gobierno. “La deslegitimación de los políticos se ha puesto de moda y ha extendido el argumento subliminal de que todo vale contra ellos, desde un insulto a través de las redes sociales a un acoso a domicilio”.
No perdieron la oportunidad de intentar sacar rédito electoral personas como la periodista Isabel San Sebastián, solucionando el crimen antes que la policía y asociándolo al cargo de la presidenta de la Diputación incluyendo también los escraches en la ecuación. Otro miembro del PP que aprovechó para utilizar políticamente el crimen de su compañera fue el asesor del PP en Valencia, Luis Salom, que culpó al diario satírico El Jueves de provocar un caldo de cultivo violento que lleva a crímenes como el de Isabel Carrasco. No fueron los únicos, el periodista de La Razón, Alfonso Ussia, no dudó en otorgar de un cariz político el crimen al enunciar que ahora sí acudiría a votar, estableciendo causa y consecuencia política de lo que tan sólo fue un acto de venganza personal.
Es precisamente en las redes sociales donde se realizaron todos estos comentarios intentando sacar rédito político de un asesinato. Las redes se han convertido en protagonista principal del crimen, pero sólo mirando hacia un lado. Ya que el ministerio de Interior ha ordenado investigar los comentarios que se alegraron del asesinato de Isabel Carrasco, pero no de los que intentaron aprovechar su muerte para hacer política.
Regular las redes sociales
El portavoz del PSOE de Sanidad en el Congreso de los Diputados, Pepe Olmos, ha pedido la regularización de redes sociales, a pesar de que luego el PSOE ha desmentido que esa sea la posición del partido. Olmos, en su blog, declaraba lo siguiente: “Me parece que ha llegado el momento de regular las redes sociales porque no todo vale y menos cuando se incita a la violencia o se denigra a las personas o las instituciones. Una regulación que incluya desde un observatorio, un código de conducta, hasta los motivos para actuar y la manera de hacerlo desde los poderes públicos para castigar aquellas conductas que ya lo están cuando de otros medios se trata”.
Gustave Le Bon explicó de manera perfecta el comportamiento de las multitudes humanas en su magna obra La psicología de masas. Le Bon explicaba que en determinadas circunstancias, una aglomeración de seres humanos posee características nuevas y muy diferentes de cada uno de los individuos que la componen. Además, Le Bon especificaba que miles de sujetos separados entre sí, en un determinado momento, y bajo la influencia de ciertas emociones violentas, como un acontecimiento nacional, pueden adquirir las características de una masa psicológica. Bajo estas especificidades el suceso del crimen de Isabel Carrasco también puede considerarse un acontecimiento nacional que une a miles de ciudadanos, separados entre sí, en un influjo de emociones violentas a través de las redes sociales para dotarlos de unas características que por ellas mismas no poseen. La actitud en las redes sociales de ciertos grupos adopta el típico comportamiento de la masa definida por Le Bon.
La crueldad es consustancial al ser humano, y se expresa de forma habitual cuando existe odio. En las redes sociales se expresa del mismo modo que se expresa en las casas, en una manifestación o en un bar. En las redes sociales sólo se hace notorio para que sea visible. Los comentarios alegrándose de la muerte de un político o de un accidente o enfermedad son habituales precisamente por lo que Le Bon argumentó y por la capacidad de unión de miles de individuos en torno a una misma idea que las redes sociales poseen. La muerte de la presidenta de la Diputación de León sólo ha sido un caso más. Con la muerte de Manuel Fraga, Santiago Carrillo, con la enfermedad de Esperanza Aguirre o el accidente de Cristina Cifuentes, los comentarios de personas que se alegran de los sucesos de este tipo fueron habituales. Intentar regular la crueldad humana sólo es posible desde el electoralismo y el intento por acallar otras formas de crítica, limitar la libertad de expresión y establecer la censura. La operación Araña de la Guardia Civil es un caso previo de ese tipo de actitud limitador de la libertad de expresión. Porque alegrarte por la muerte de un ser humano puede ser reprobable, pero jamás un delito.
Marcelino Madrigal es un activista que lleva años luchando de manera incansable por limpiar las redes sociales de perfiles que comparten material pedófilo. Ha llegado a hablar en el Congreso de los Diputados en una comisión para intentar paliar esta lacra. Sigue predicando en el desierto intentando que alguien haga algo para que miles de perfiles pederastas desaparezcan de las redes sociales. Seguirá haciéndolo porque no da réditos electorales. Hasta que algún suceso criminal salte a la opinión pública.
que horrible…. como se expresan de esa política… ¿¿¿ asi fue de corrupta???
Hay que tener mucho estómago para leer o escuchar a Isabel San Sebastián. Voy a por un Almax. Qué país, oiga.
Pe.Pe City
Viñeta
http://eltetoytu.blogspot.com.es/
Así que si seguimos la retorcida mentalidad del PP y del TDTParty en donde todo son conspiraciones, pues resulta que ese execrable asesinato ha sido nada más y nada menos un ajuste de cuentas entre militantes del PP, ya que mafiosos y delincuentes rebosan las filas del partido conservador español. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2014/05/espanoles-de-primera-espanoles-de.html