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809 ciudadanos sirios esperan respuesta del Gobierno a su solicitud de asilo
En el Centro de Acogida al Refugiado de Valencia, una veintena de internos se declaró en huelga de hambre el pasado 24 de abril.
Un total de 809 ciudadanos sirios están a la espera de que el Gobierno español decida sobre su solicitud de asilo. Mientras llega ese momento, pasan sus días en alguno de los cuatro Centros de Acogida a Refugiados (CAR) que hay en España.
En uno de ellos, el de Valencia, una veintena de solicitantes de asilo iniciaron el pasado 24 de abril una huelga de hambre para protestar, entre otros motivos, por la tardanza de la respuesta de la Administración a su solicitud.
En el CAR pueden estar seis meses (prorrogables a un año para los que tienen familia a su cargo) y, según denuncian, la respuesta del Gobierno puede demorarse uno o dos años. Durante ese tiempo no pueden trabajar, únicamente tienen el privilegio de no poder ser expulsados, pero, ¿de qué viven mientras tanto?
Desde el Gobierno, a preguntas de UPyD, explican que sólo en los primeros diez meses del año pasado ya hubo 945 nuevas peticiones de asilo de refugiados sirios. De las 136 a las que se les dio protección, a tres se les aplicó el estatuto del refugiado y el resto consiguió la protección subsidiaria por cinco años.
Los solicitantes de asilo critican que en otros países de la Unión Europea el trámite no sobrepasa los tres meses. La ministra de Empleo, Fátima Báñez asegura que las personas que están a la espera de una resolución “están siendo atendidas adecuadamente”. Ellas no piensan lo mismo.
En un comunicado, los internos de Valencia denuncian que “varias personas del CAR aseguran haber recibido un trato vejatorio y discriminatorio por parte de algunos trabajadores del centro, además de una comida deficiente, malos acondicionamientos, déficit en la formación prometida como medida de integración y falta de ayudas económicas (para transporte, ayuda mensual, para ropa, etc.)”.
Además, recuerdan que “ muchas de las refugiadas y refugiados se encuentran en el Estado español en contra de su voluntad, debido a la aplicación del Convenio de Dublín, que obliga a tramitar la solicitud de asilo en el país de entrada a la Unión Europea. Así, personas que han iniciado sus solicitudes de asilo en países como Suecia o Bélgica (que proporcionan mejor asistencia a las personas refugiadas) han sido expulsadas de esos países para continuar el proceso en España”.
Desde las organizaciones sociales critican que la cifra de refugiados sirios que asume el estado Español es “mínima” en comparación con los 10.000 que llegarán hasta Alemania.
Asimismo, desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) hacen hincapié en la “escasez” de peticiones de asilo y la achacan a tres factores: los impedimentos para llegar a España, la falta de intérpretes y de asistencia jurídica que asesore bien.