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Más de la mitad de los parados en España son de larga duración
Tres millones y medio de personas llevan sin empleo más de un año // Los menores de 25 años y los mayores de 45, los colectivos más afectados, según señala un estudio de la Fundación Alternativas
La progresiva destrucción de empleo de los últimos años en España ha dejado a millones de personas en la cuneta. Muchas de ellas han sido apartadas del mercado laboral y padecen las dificultades de encontrar un empleo con cada vez más tiempo sin trabajar a sus espaldas. El colectivo de parados de larga duración integraba a finales de 2013 a 3.550.424 personas. Es decir, más de la mitad del total de personas sin empleo, un total de 5.896.300 según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cierre del año, hace más de un año que buscan un puesto de trabajo sin encontrarlo. La mayoría, más de dos.
Un estudio de la Fundación Alternativas Los parados de larga duración en la crisis actual en España, realizado por la Catedrática de Economía por la Universidad del País Vasco, Sara de la Rica; y la investigadora posdoctoral en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), Brindusa Anghel, ha analizado esta problemática, que se ha agravado desde el inicio de la recesión económica . El documento subraya que el paro de larga duración provoca “impactos muy negativos sobre los individuos que lo sufren”, tales como afectaciones a la salud y el bienestar individual a corto plazo, y una creciente dificultad de acceder a un empleo “por la depreciación de su capacitación profesional”, además de la incidencia a la baja de sus salarios a lo largo de su ciclo de vida.
Las personas menores de 25 años y las mayores de 45 son los colectivos más afectados y quienes encuentran mayores dificultades para acceder a un empleo. En el primero de los casos, además de por una oferta laboral escasa, el documento sitúa la causa principal en la falta de capacitación laboral; y en cuanto al segundo colectivo, en que su capital humano ha perdido valor en el mercado debido a su larga estancia en el desempleo.
Las autoras del estudio han comparado la evolución de los parados de larga duración en España con los de la UE-28. Desde el inicio de la recesión económica en 2008, las diferencias se han agigantado. Es más, mientras que en el 2008 la proporción de parados de larga duración en España respecto al total de población activa (alrededor del 2%) se mantenía por debajo de la media europea (poco menos del 3%), en 2012 la tasa de parados de larga duración en España había escalado hasta el 12%, mientras que la media de la UE-28 no llegó a alcanzar el 5%.
Tasas de empleo de larga duración UE-28 (verde) y España (azul). Fuente: Fundación Alternativas / Eurostat
Cabe destacar que en las últimas décadas, la proporción de parados de larga duración en España se mantuvo por debajo de la media en Europa, donde la problemática del paro de larga duración tiene un peso muy relevante (entre el 40% y el 45% del desempleo total es de larga duración). Los ministros y responsables de Trabajo y Asuntos Sociales de los estados miembros de la UE debatieron ayer en Atenas fórmulas para abordar el problema del desempleo crónico, ya que prácticamente la mitad de los 26 millones de parados de la UE son de larga duración. Entre las propuestas que pusieron sobre la mesa está la implantación de un sistema de ingreso mínimo para este colectivo.
España ya supera la media europea
En los años de expansión económica, impulsada en nuestro país por la burbuja inmobiliaria, la proporción de parados de larga duración cayó hasta suponer uno de cada cuatro desempleados (el 25%). Desde el inicio de la crisis, España se ha ido igualando a los estándares europeos, hasta superarlos en 2013, cuando el 57% de los parados llevaban más de un año sin trabajo.
Pese a que la tasa de parados de larga duración no dista mucho de la media europea, la problemática es más grave en España por el alto número de parados. “El problema al que se enfrenta España es mucho mayor que el de la mayoría de los países de la Unión Europea por las altísimas tasas de desempleo que soporta nuestro país con respecto al resto, lo que afecta a un número de desempleados de larga duración mucho mayor”, subraya el estudio.
Al analizar el tiempo que llevan sin trabajar los parados de larga duración en España, la tendencia de estos últimos años también es preocupante. Entre los parados de larga duración se engloban a todos aquellos que llevan más de un año sin empleo, sin embargo, el colectivo más numeroso lo conforman las personas que llevan entre dos y cuatro años sin encontrar un empleo (el 39,5% del total), mientras que en el 2007 la mayor proporción de parados de larga duración se situaba entre aquellas personas que llevaban entre un año y un año y medio sin trabajo (el 31,1%).
Distribución de los parados de larga duración por duración del desempleo. Fuente: Fundación Alternativas / EPA
Los hombres han pasado a engrosar las listas de parados de larga duración en una proporción mucho mayor a la de las mujeres. Si en el 2007 el 62% de las paradas de larga duración eran mujeres, este porcentaje cayó hasta el 46,9% en 2013. El colectivo masculino, sin embargo, pasó de suponer un 38,3% en el desempleo crónico de 2007 al 53,7% el pasado año.
Distribución de los parados de larga duración por sexo. Fuente: Fundación Alternativas / EPA
Cambios en el mercado laboral
Entre las causas que explican la elevada cantidad de parados de larga duración en España, las autoras del informe destacan “la existencia de un desajuste entre las habilidades o competencias que poseen algunos individuos y aquellas que el mercado de trabajo demanda”. Ello puede explicarse por los jóvenes que han abandonado el sistema educativo sin una formación mínima para ser susceptibles de ser empleados, y también por la pérdida de puestos de trabajo de baja calificación que han sido sustituidos por máquinas debido al cambio tecnológico, con lo que las personas que realizaban esas tareas han quedado excluidas del mercado laboral.
Entre las posibles causas, el estudio hace referencia también a “subsidios de desempleo muy generosos y susceptibles de perpetuación”, que disuaden a las personas que los reciben de buscar un empleo, más cuando se ha producido una importante bajada de salarios: “Puede suceder que en algunos casos, y en particular tras una moderación salarial como la ocurrida en muchos países europeos en esta recesión, los individuos que pueden acceder a los subsidios asistenciales se encuentren en una situación más favorable como parado que como ocupado”.
El estudio aporta varias propuestas para atacar la problemática del paro de larga duración, que varían en función de los colectivos afectados. Entre los menores de 25 años se subraya que “posiblemente muchos de estos individuos abandonaron sus estudios (…) por la abundancia de empleos poco cualificados (en muchos casos relacionados con la construcción), pero bien pagados por la abundante necesidad de mano de obra”. Al tratarse de empleos que probablemente no volverán a ofertarse, al menos en la cantidad en la que se hacía, “es imprescindible que estos individuos vuelvan a la formación, bien reglada o bien mediante sistemas duales de formación/empleo”, sostiene el informe.
En cuanto a los mayores de 45 años -destaca el estudio-, la mayoría no ha superado el nivel educativo de primaria, la mitad lleva más de dos años parado, y sus edades dificultan el acceso al mercado laboral, por lo que “sería muy conveniente que las agencias privadas y públicas de empleo locales fueran capaces de identificar (…) las necesidades específicas de mano de obra y diseñaran programas de formación y recolocación adecuados a las necesidades, de modo que estos individuos tuvieran la posibilidad de volver al mercado de trabajo”.
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