Economía social
Fruta y verdura ecológica de proximidad
2.147 mans es una red de cooperativas para fomentar el consumo ecológico y de proximidad. Los trabajadores son personas con discapacidad
Artículo publicado en el número de abril de 2014 de La Marea, disponible en nuestra tienda online
Esta es la historia de una red de redes, de una fuerza que nace de la unión. Es la historia de 13 cooperativas dedicadas al sector de la alimentación que decidieron confluir para unir dos conceptos: proximidad y ecología. Bajo estas dos sencillas premisas ha nacido 2.147 mans, una cooperativa que apuesta por la producción y distribución de productos ecológicos y de proximidad y que se está haciendo un hueco en el mercado catalán.
El empuje definitivo para el nacimiento de esta red de cooperativas, que opera desde principios de marzo, ha sido el acuerdo con la cadena de supermercados Bon Preu. Sus productos están en 112 de estos comercios y gracias al acuerdo han conseguido la exclusividad de la venta de verduras y frutas bio y ecológicas durante los próximos dos años. “Todos salimos ganando”, defienden desde la cooperativa, “nosotros llegamos a más gente y el supermercado tiene un producto de primera calidad y además de aquí”.
La idea, explica el gerente de 2.147 mans, Jordi Balari, “es unir esfuerzos para, a través de acuerdos con el gran comercio, llegar a la mayor cantidad de consumidores posibles. Y todo ello sin renunciar a los valores que representa cada una de las empresas. Así, han coordinado acciones para vender sus productos bajo una sola marca, con una planificación de la producción y una logística compartidas. Una situación que les hace más accesibles al mercado y, por tanto, más competitivos dentro del sector.
Las cooperativas de alimentación de productos ecológicos y de proximidad son conscientes de la dificultad para acceder al gran público, por eso esta unión era tan necesaria. “La gente quiere comer sano, pero quiere que el producto sea de cerca de su casa y a un precio asequible. Para ello está dispuesta a pagar un poco más por la calidad, pero no mucho”, resaltan desde 2.147 mans.
De las 13 cooperativas asociadas que forman 2.147 mans, 11 son empresas de agricultura y otras dos sededican a la comercialización. Entre las primeras medidas adoptadas, destaca la creación de una planta logística en Sant Vicent dels Horts (Barcelona) donde se centraliza la producción y se distribuye diariamente a los puntos de venta.
La cooperativa agrosocial cultiva y distribuye ya 25 productos: limones, mandarinas, peras, manzanas, tomates, ajos, brócolis, calabazas, cebollas, coles, alubias, zanahorias, patatas, puerros… Cada una de ellas se dedica a un cultivo específico y así optimizan los recursos.
Para hacer esta apuesta, la cooperativa ha tenido que hacer una inversión inicial de 171.000 euros. Cada una de las empresas ha aportado 1.000 euros de capital social y el resto ha salido de un crédito de 250.000 euros con una entidad financiera que también se ha implicado en el proyecto y ya es socia de 2.147 mans.
Sobre la forma de organización, desde la cooperativa destacan que “las decisiones se toman por unanimidad” en los consejos de dirección, que se reúnen cada viernes. En ellos participan todas las cooperativas. El gerente resalta que uno de los motivos para elegir este modelo fue precisamente ése, el apoyo mutuo y la forma en la que se tomaban las decisiones, de forma horizontal.
1.074 trabajadores y 2.147 manos
De los 1.074 empleados de la cooperativa, un total de 816 tienen algún tipo de discapacidad. La mayoría de ellos trabaja en el campo, pero también hay quienes lo hacen en la central logística de Sant Vicent dels Horts. Allí manipulan los productos, los introducen en bandejas, los clasifican y esperan la llegada diaria del camión del supermercado para su distribución.
Esas manos son las 2.147 a las que hace referencia el nombre de la cooperativa y a sus 1.074 trabajadores. Un nombre que remite a la conexión de esas 2.147 manos, así, en impar. “La voluntad de dejar la marca en una mano menos intenta reflejar que las personas que trabajan en la cooperativa tienen una discapacidad, pero la superan uniéndose”, explican.
Una voluntad de superación que les hace hablar de tú a tú a otras empresas distribuidoras que copan el mercado. La unión de sus manos sí hace la fuerza.