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Estar parado aumenta las probabilidades de abstenerse en las elecciones
Un estudio de la Fundación Alternativas, que ha analizado los comportamientos electorales desde 1979, concluye una “significativa aunque moderada” relación entre el paro y la abstención
Estar parado en España incrementa la posibilidad de no votar en unas elecciones generales. Esta es la principal conclusión del estudio realizado por la Fundación Alternativas, que señala que este aumento de la abstención entre las personas desocupadas es “significativo aunque moderado”, y que, por otro lado, estar parado no afecta al sentido del voto.
El estudio ha analizado la conducta de voto de los parados españoles desde las elecciones celebradas en 1979. Del análisis se difiere que las preferencias electorales de los parados son indistinguibles de las de los ocupados, es decir, que los parados, por el hecho de estarlo, no decantan su voto hacia una u otra formación.
Del análisis del comportamiento en el voto en los comicios celebrados de 1979 a 2011 se concluye que los parados tienen una probabilidad de abstenerse significativamente mayor que los ocupados. Así ocurre en siete de las diez elecciones, en todas salvo las celebradas entre 1993 y 2000. La máxima diferencia se produjo en los comicios de 1979, cuando el porcentaje de voto entre las personas ocupadas es 12,5 puntos mayor al de los parados. En 1986, 2004 y 2008, esta distancia se situó en los 6 puntos porcentuales.
Los autores del informe se cuestionan si pueden existir efectos del paro sobre el sentido del voto en función de la ubicación ideológica de los votantes en paro, por ejemplo, que el desempleo sólo modificase la conducta de los parados de izquierdas. Las conclusiones que extraen del estudio desmienten esta hipótesis, pues sólo en las elecciones de 1986 se constata que los parados que se situaban en posiciones de la izquierda votaron al partido gobernante (el PSOE) en una medida significativamente menor que los ocupados que se situaban en las mismas posiciones ideológicas.
Castigo al partido afín
El documento también hace referencia a estudios del profesor de la UPF Javier G. Polavieja, que señalan que los parados ideológicamente afines al partido en el Gobierno que hayan mejorado sus circunstancias personales, les confiarían su voto, aunque “pueden dejar de hacerlo debido al descontento por su situación de desempleo”. En este sentido, un Gobierno considerado de izquierdas sería castigado en las urnas por los parados de izquierda, y uno de derechas, por los votantes de derechas sin empleo.
El estudio concluye, pues, que “al menos en España, estar en paro no cambia el partido al que se vota, aunque disminuye la probabilidad de votar a algún partido”. El informe no aporta explicaciones concluyentes sobre esta dinámica, pero sí apunta como motivos posibles “el escepticismo acerca de la capacidad actual de los gobiernos de cualquier signo para influir sobre la marcha de la economía”, y subraya que “entre los efectos psicosociales del paro ocupan un lugar destacado el deslizamiento hacia la rebaja de las expectativas, la disminución de las perspectivas de cambio y, en definitiva, el fatalismo. En términos políticos, esto conducirá fácilmente a los parados al sentimiento de que el sistema político en su conjunto (no el gobierno o este o aquel partido) es insensible o incapaz de dar respuesta a sus problemas más acuciantes”.