La Uni en la Calle
Algunos problemas actuales en el reciclado de plásticos: Bolsas
Vicente Lorenzo Esteban y Joaquín Martínez Urreaga colaboran habitualmente en investigación en el campo de Materiales Poliméricos y Reciclado.
Vicente Lorenzo Esteban y Joaquín Martínez Urreaga // Las universidades públicas y los organismos públicos de investigación están sufriendo un grave deterioro como consecuencia de la reducción del gasto público en educación e investigación, el aumento de los precios de las matrículas, la reducción de becas y el fomento de la privatización de la gestión universitaria. En la Universidad Politécnica de Madrid hoy mismo se está produciendo un ejemplo particularmente grave: el Consejo de Gobierno se ha reunido esta mañana para discutir la propuesta del Rector de despedir a 301 compañeros.
El deterioro de la Universidad afecta a toda la sociedad porque la docencia y la investigación que se realizan en la Universidad son necesarias para una sociedad avanzada. Este hecho puede observarse en todas las áreas de nuestra vida. Un ejemplo es el reciclado de plásticos. Es un problema importante porque cada año se producen 300 millones de toneladas de plástico en el mundo, una cifra similar a la masa de todas las personas vivas en este momento. El reciclado de esta ingente masa es fundamental para preservar el medio ambiente y para aprovechar toda esa posible materia prima. Una buena parte ya se está reciclando, pero quedan todavía problemas importantes para resolver.
Uno de estos problemas aparece con los plásticos de embalaje (bolsas, envases de alimentos y productos de limpieza e higiene, etc.) y, más concretamente, con las bolsas de plástico. En España se consumen unas 350 bolsas por habitante y año o, lo que es lo mismo, 1 por habitante y día. Estos 15500 millones de bolsas suponen, aproximadamente, 200000 toneladas de residuos. La mayoría de ellas se fabrican con polietileno, un plástico muy estable, de manera que una bolsa que se fabrica en 1 segundo y cuya vida útil promedio es inferior a los 30 minutos, puede llegar a tardar siglos en degradarse. La estabilidad, que es un problema si las bolsas se abandonan, es también una gran ventaja, ya que permite reciclarlas para fabricar, por ejemplo, bolsas de basura o tuberías para riego.
Como alternativa a las bolsas de polietileno no biodegradables han aparecido en los últimos años otras bolsas que sí lo son, como las fabricadas con polímeros obtenidos de materias primas renovables (por ejemplo, el poliácido láctico (PLA). En este segundo grupo se incluyen a veces bolsas fabricadas con polímeros obtenidos del petróleo a los que se han añadido aditivos para favorecer la oxobiodegradación, aunque hay dudas sobre si estos materiales cumplen los requisitos para considerarse biodegradables.
La situación actual en cuanto al reciclado es compleja, porque coexisten en el mercado bolsas de diferentes tipos. El Plan Nacional Integral de Residuos exige que, con ciertas excepciones, todas las bolsas de un solo uso que se utilicen a partir de 2018 sean biodegradables. Pero no todas las bolsas son de un solo uso; ya están disponibles en el mercado bolsas de polietileno reutilizables y reciclables, que son muy interesantes desde un punto de vista ambiental. Así pues, podemos asegurar que van a seguir coexistiendo diferentes plásticos durante bastantes años.
¿Qué puede hacer la universidad ante estos problemas? Hay muchos campos en los que se está trabajando, desde cooperar en la formación de la sociedad hasta investigar en diversos campos, entre los que vamos a citar solo dos:
- Estudios del impacto de cada plástico sobre el reciclado. Por ejemplo, la presencia de biodegradables (no reciclables) difíciles de separar de los otros, perjudica mucho el reciclado del polietileno de bolsas. La universidad puede trabajar en la puesta a punto de procesos de separación o de nuevos procesos de reciclado.
- Análisis de los nuevos materiales y sus procesos de obtención. Los plásticos biodegradables están muy bien si se obtienen de residuos sin utilidad, pero no tanto si se obtienen a partir de maíz y hay que dedicar enormes extensiones de tierra cultivable para producir la materia prima que necesitan. La Universidad trabaja activamente en el desarrollo de nuevos materiales y de nuevos procesos de obtención, más razonables.
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Vicente Lorenzo Esteban es Doctor Ingeniero Industrial y Profesor Titular de Universidad en la ETS de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid, donde enseña Materiales (Metálicos y Poliméricos, principalmente).
Joaquín Martínez Urreaga es Doctor en Ciencias Químicas y Catedrático de Universidad en el Dpto. de Ingeniería Química Industrial y del Medio Ambiente de la misma Escuela y Universidad. Enseña temas de Química Aplicada, Experimentación en Ingeniería Química y Polímeros. Ambos colaboran habitualmente en investigación en el campo de Materiales Poliméricos y Reciclado.
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