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Las restricciones de tráfico en París, un parche para reducir la contaminación
Para compensar un pico de contaminación atmosférica, el Gobierno francés impuso un día de circulación alternada en la capital, en el que sólo podían circular los vehículos de 4 y 2 ruedas con matrículas impares
Un brote prematuro de templanza primaveral ha disparado este mes la concentración de partículas PM10 y las de NO2 (dióxido de nitrógeno) en 23 departamentos del Estado francés, en particular en Île-de-France (Paris y su región). Estas emisiones contaminantes, generadas en un 77% por el transporte (según datos de la Agencia Europea de Medioambiente), son particularmente dañinas para el sistema respiratorio.
Esta alerta para la salud pública ha llevado al Gobierno francés a imponer un día de circulación alternada en la capital. En teoría, sólo los vehículos de 4 y 2 ruedas con matrículas impares estaban autorizados en circular el lunes 17 de marzo. Pero la lista de excepciones era tan larga (coches eléctricos, híbridos, de reparto de comestibles, taxis, ambulancias, de policía, bomberos, correos, etc.) que sitios de información automovilística como Caradisiac ironizaron diciendo que hubiera sido más rápido listar sólo los vehículos que no podían circular.
La misma ironía aparecía en los foros de lectores de prensa automovilística online como Autoplus : “Tengo dos grandes coches diésel, uno con placa impar y el otro con placa par. ¡Estupenda medida, fruto de una sesuda reflexión !”, se burlaba un tal Fandelimousine. Otros subrayaban la incoherencia de una política que, por un lado, fomenta la compra de vehículos en apoyo a los constructores automovilísticos y, por otro, impone este tipo de medidas disuasorias de último minuto que afectan ante todo la comodidad de los usuarios.
Falta de voluntad política
Las mediciones de Airparif (asociación de vigilancia de la calidad del aire en Paris) mostraron de hecho una ligera bajada de los niveles de PM10 entre el lunes 17 (58 µg/m³) y el martes 18 (60 µg/m³), lo que ha llevado al Gobierno a evaluar esta “mejora” como suficiente para no reconducir la circulación alternada el martes 18.
Para Paco Segura, de Ecologistas en Acción, si la medida tomada por el Gobierno francés ha contribuido a bajar los niveles de polución, lejos está de haber solucionado el problema, ya que la presión de los lobbies automovilísticos y petroleros merma la voluntad política de garantizar a los ciudadanos el derecho a respirar un aire limpio. “La gente no está informada; no toma conciencia de que la contaminación del aire les quita dos años de esperanza de vida, siendo responsable de unas 400.000 muertes prematuras al año en la Unión Europea [según datos de la Agencia Europea de Medioambiente]”. Para este ecologista, sólo una estrategia coherente que combina estímulos (fomentar el uso del transporte público) y restricciones (limitar la velocidad en centros urbanos, controlar los vehículos más contaminantes) puede lograr un cambio de actitud ciudadana. “En Madrid, existe un Plan Director de la Bicicleta muerto de risa en un cajón con la excusa de que estamos endeudados. Pero el ayuntamiento se ha gastado 6.000 millones de euros en la ampliación de la M30”, apunta Paco Segura.
Christophe Najdovski, líder del partido político ecologista Europe Écologie Les Verts (que llevaba semanas denunciando la pasividad del gobierno frente a las alertas por niveles excesivos de contaminación), dice ser el único candidato europeo en Paris en haber reclamado la gratuidad del transporte público, el desvío de los camiones por carreteras circundantes y la circulación alternada en la capital para compensar los repetidos picos de polución registrados en París este mes.
Sin embargo, para Yoann Nussbaumer, fundador de Saabre (servicios web y móviles para conductores ecológicos), la medida ha tenido el efecto positivo de concienciar a la gente sobre alternativas al uso del coche : “El hecho de no poder usar el coche ha llevado a los usuarios a informarse sobre los foros de conducción compartida, los constructores de coches eléctricos y los proveedores de otros modos de transporte que, a su vez, han aprovechado la ocasión para promover sus productos y servicios”. No hay mal que por bien no venga.
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