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Cuando ‘ABC’ era rojo y republicano
Más de 110 años después de su fundación, el autor recuerda los años de la Guerra Civil Española cuando el diario tenía dos ediciones, una en cada bando de la república y otra en el de los golpistas
Mariano Rajoy clausuró esta semana los actos por los 110 años de historia del diario ABC que vienen realizándose desde el año pasado. Tras la finalización del acto, el presidente del Gobierno, escribió una loa al periodismo de ABC: “La sociedad merece medios rigurosos, independientes y plurales, que estimulen el debate y ensalcen la libertad de información y de expresión”. Una alabanza de un presidente del Gobierno agradecido por la línea editorial del periódico que dirige Bieito Rubido que en verdad define el verdadero papel que el diario ABC ha realizado en la mayor parte de sus 110 años de historia. El de baluarte de la propaganda.
El periódico ABC nació el 1 de enero del año 1903. Ya en su primer ejemplar contemplaba las verdaderas intenciones de su nacimiento, un diario liberal y monárquico que dio la portada de su nacimiento a lo que el Rey Alfonso XIII opinaba sobre la prensa. Pero hubo un periodo del diario, a veces desconocido, que marcó la historia del ABC y que fue el ejemplo del medio como instrumento de propaganda. Durante la Guerra Civil, el periódico tuvo dos ediciones, una en Sevilla al servicio del bando nacional de Franco y otra en Madrid al servicio del gobierno legítimo de la República.
El ABC rojo y republicano
La linea editorial liberal y monárquica muy beligerante con el gobierno de la República llevó a ABC a estar suspendida en multitud de ocasiones por el gobierno de la República en virtud de la «Ley de Defensa de la República» que consideraba ilegal hacer apología de la monarquía o difundir noticias que pudieran quebrantar el orden público. ABC estuvo prohibido veinticinco días a partir de mayo de 1931, tres días en noviembre, y otros ochenta a partir de agosto de 1932 por su defensa del Golpe de estado del general Sanjurjo.
El 20 de julio de 1936, ya con la guerra comenzada, se anunció en Unión Radio la incautación de la prensa derechista por parte del gobierno republicano: “El gobierno ha decretado la incautación de los diarios Ya, El Debate, El siglo Futuro y ABC. Luis de Galinsoga, director de ABC tras la salida de Luca de Tena, que se encontraba captando fondos para el bando sublevado, llamó al Ministerio de Gobernación que le confirmó que el ABC quedaba incautado indefinidamente. Tres miembros del sindicato UGT se encargaron de vaciar el edificio que quedó desierto bajo la dirección de Ramón Lamoneda, secretario general del Partido Socialista. Dos días después, los representantes del sindicato gráfico de UGT tomaron el edificio de ABC para empezar a trabajar y sacar el periódico lo antes posible ya con la nueva línea editorial.
Los motivos de la incautación se explicaron una vez el diario salió a la calle con el nuevo sesgo ideológico:
“Los obreros que trabajaban en la empresa Prensa Española, editora de ABC, no podían consentir que el que había sido uno de los más importantes elementos en la organización de ese crimen continuase ni un momento más prestando apoyo, aunque sólo fuese con su complicidad, a los generales insurgentes. Por eso la medida de aplicación más urgente era incautarse de todos los poderosos elementos de Prensa Española y cambiarles el signo”.
La primera portada del ABC republicano, que salió el 25 de julio de 1936, marcaba la contraposición que había con la misma cabecera que se tiraba en Sevilla. Mientras la edición incautada de Madrid abría a toda página con un «¡Viva la República!». La edición de Sevilla que había podido salir sin problemas los días posteriores a la asonada mostraba un apoyo inequívoco el 20 de julio de 1936 al golpe de estado del general Franco y al bando nacional.
El ABC republicano se caracterizó por una gran fuerza gráfica contando con ilustradores de gran nivel como Anibal Tejada, Santiago Ontañón o el pintor José Bardasano. El Ministerio de Propaganda era uno de los responsables de participar en el diario y en muchas ocasiones su sello era portada del ABC. La importancia que se dio a grandes figuras de la pintura para denunciar los horrores de la guerra tuvo mucha importancia durante los primeros años del conflicto en los que varias portadas con cuadros de Goya adornaban las primeras del diario republicano de izquierdas.
Portadas de Ilustradores
Portadas de Goya
Por otro lado, sin tener en cuenta el valor gráfico y artístico de sus portadas, la línea editorial del ABC republicano, al tener un eminente carácter propagandístico, daba mucha importancia a los símbolos y personalidades de la lucha contra el fascismo. Ademas aprovechaba para atacar a los responsables del golpe de estado ridiculizándolos en portadas caricaturescas o insultantes.
Portadas caricaturescas sobre el bando nacional
El diario ABC, en sus días con dos ediciones durante la guerra civil, fue una metáfora periodística de lo que sucedía en España en esos momentos. Distintas cabeceras en Madrid y Sevilla, con un mismo nombre, luchando con la propaganda mientras el resto de españoles luchaban en las trincheras. La lucha de la propaganda y la incautación de ABC fue también una lucha política, no solamente bélica, como dejaron claro los trabajadores que se hicieron cargo de la edición republicana de Madrid del ABC.
“ABC es hoy propiedad exclusiva de sus obreros. Centenares de familias dependen de la marcha normal de esta industria. Por eso, comprar un número de ABC significa auxiliar a centenares de obreros, facilitar la puesta en marcha de una gran máquina periodística que está al servicio de la causa popular, y adquirir un periódico que, cuando no tropecemos con las restricciones que nos imponen las circunstancias del momento, será el mejor portavoz de la España que nace bajo el signo de la libertad y de la justicia social».
Fue órgano de la Unión Republicana de Diego Martínez Barrio tras la incautación y Elfidio Alonso (padre del fundador de Los Sabandeños), su primer director.
Muy interesante el contenido del artículo. Regulera la argumentación del principio: se presenta el ABC como un periódico «baluarte de la propaganda» durante 110 años, y se anuncia un periodo particular como ejemplo de cómo fue utilizado como instrumento de propaganda, a saber, ¡cuando fue secuestrado por la UGT! Corrijánme si me equivoco, pero eso no era ya el ABC, sino una nave, unas imprentas y unos trabajadores al servicio de otro amo.
El ABC creo que es de los pocos diarios que han mantenido una línea editorial bastante coherente a lo largo de toda su historia: la del apoyo a la monarquía, al conservadurismo moral y, probablemente, a la Iglesia. Dios, Patria y Rey, vamos.
Tomen como ejemplo de coherencia los número del ABC tras la instauración de la Segunda República, donde el ABC hablaba únicamente de «nuevo régimen» en lugar de «república». Santos no, pero gente culta y con arrestos, tenían.
Igualar a un sindicato como UGT, que en aquella época tenía una gran fuerza entre los trabajadores y campesinos, y una enorme afiliación y prestigio (no como ahora), con los amos que dirigían el ABC, es decir curas, aristócratas y militares golpistas, me parece un poco osado. No, no creo que fuera así.
Por otro lado llamar a la República, «nuevo régimen» no me parece culto ni de tener arrestos, simplemente es no llamar a las cosas por su nombre y enrevesar la realidad, es decir lo que lleva haciendo el ABC desde hace 110 años.
No creo que el ABC fuera alguna vez rojo. Al romperse España en dos tras el fallido Golpe de Estado de parte del Ejército, las redacciones del periódico que quedaron del lado leal a la República tuvieron que ingeniárselas para sobrevivir (en las ventas), por lo tanto «apoyaron» las tendencias izquierdistas. Pero no creo que fuera más allá de una estrategia comercial.
El ABC de la zona republicana estaba dirigido por el Sindicato Gráfico de UGT, tras la incautación del periódico por el gobierno de la república. No había táctica comercial de ningún tipo.
Efectivamente, no creo que en los primeros momentos de la guerra civil, lo más importante para un periódico fuera la estrategia comercial, como es obvio.