OTRAS NOTICIAS | Otros
Las prospecciones petrolíferas en España siguen en aumento
Un informe de Ecologistas en Acción revela que el Gobierno ha concedido cerca de 30 permisos para explorar nuevos yacimientos, lo que multiplicaría por ocho la superficie marina que ya se está explotando
MADRID// El cambio climático y la dependencia exterior de energía en España (que se sitúa en un 80%; un 99,9% si hablamos de petróleo), junto con los graves impactos ambientales y sociales que presentan las centrales nucleares o las explotaciones de hidrocarburos, pueden resultar motivos más que suficientes como para desarrollar energías renovables en este país. Un territorio cuyas condiciones climáticas lo convierten en un lugar idóneo para explotar la energía eólica, la fotovoltaica o la geotérmica. Sin embargo, el Gobierno español sigue apostando por las de origen fósil, tal y como evidencia el informe Prospecciones. Impactos en el medio marino de los sondeos y exploraciones de la industria de hidrocarburos, elaborado por Ecologistas en Acción y presentado este jueves en Madrid.
“¿Cuántas catástrofes más necesitamos para convencer a los responsables políticos de que hay que apostar por otro modelo energético?”, se preguntaban desde esta organización durante la rueda de prensa. Y es que, según el estudio que han realizado, las perforaciones marinas ya en marcha o pendientes de comenzar para extraer petróleo y gas en las costas españolas, además de la cada vez más frecuente presencia de refinerías costeras, monoboyas para las descargas de grandes buques petroleros, así como el transporte marítimo de petróleo y el repostaje en el mar, “generan una constante fuente de contaminación del medio marino, con el peligro de que un accidente desencadene una contaminación de dimensiones similares a la de la plataforma de BP en el Golfo de México o el buque Prestige en Galicia”.
A pesar de ello, el gobierno español ha concedido, al menos, unos 30 permisos para explorar nuevos yacimientos y la instalación de nuevas plataformas de hidrocarburos, lo que supone multiplicar por ocho la superficie marina que ya se está explotando actualmente. Tarragona, el Golfo de Valencia, el Mar de Alborán (frente a las costas de Málaga y Almería), el País Vasco y Canarias son las zonas en las que las nuevas prospecciones ya han sido autorizadas, aunque tal y como explicaron desde Ecologistas en Acción, “el mapa va cambiando con mucha rapidez, y sabemos que se han solicitado nuevos permisos entre Cataluña y las Islas Baleares”.
Angeliki Lysimachou fue la encargada de explicar qué consecuencias tienen las prospecciones marítimas de petróleo sobre el medio ambiente. Según explicó, en primer lugar implica que un cañón de aire comprimido emita cada 10 segundos de media unas determinadas ondas acústicas de entre 210 y 260 decibelios, lo que equivale a la explosión de una bomba de dinamita de alrededor de 60 kilogramos. Según ha acordado la comunidad científica, a partir de 180 decibelios la intensidad sonora puede producir daños fisiológicos en los cetáceos y algunas especies de peces. Estas ondas emitidas viajan a través del agua, penetran en el fondo marino y son reflejadas desde diferentes capas subterráneas hacia la superficie, donde hay otro aparato que captura, registra e interpreta los datos para determinar si en esa zona hay o no petróleo o gas.
Este procedimiento tiene varias consecuencias. En primer lugar, que en los 6 días posteriores a la prospección se ha registrado un 70% menos de capturas de peces que en circunstancias normales. Esto afecta considerablemente a todos aquellos trabajadores del sector de la pesca quienes, además, no reciben compensación económica alguna por las pérdidas que estas prospecciones les acarrean. Además de la huida o la muerte de los peces, también los huevos y las larvas han mostrado sensibilidad a los estudios sísmicos de las prospecciones, por lo que también pueden perecer o presentar lesiones considerables. Es decir, que los efectos sobre la actividad pesquera se producen a corto y a medio-largo plazo.
Además, los cetáceos, los calamares, los pulpos o las sepias y algunas especies protegidas como las tortugas marinas, también han resultado ser animales muy vulnerables a estas frecuencias sonoras. Su exposición constante a estos cañonazos pueden generarles cambios de comportamiento, alejarlos de las aguas en las que se estén haciendo las prospecciones e, incluso, ocasionarles graves lesiones.
Carlos Arribas, del País Valenciano, fue una de las personas que acudió a la presentación de este informe para explicar con detalle lo que estaba ocurriendo en el área en la que trabaja. Allí, según explicó, las prospecciones petrolíferas se han encontrado con una “rotunda oposición social”, tanto por parte de los afectados directos, los trabajadores de la pesca y el turismo, como del resto de la sociedad civil, ya que estos proyectos suponen una “seria amenaza para la integridad del Mediterráneo”. Los permisos de investigación concedidos en esta comunidad cubren alrededor de 240.000 hectáreas frente a la costa de Valencia y están situados a algo más de 25 kilómetros de Ibiza; es decir, en una zona próxima a diversos espacios naturales protegidos y reservas marinas.
Arribas también denunció que uno de los argumentos que utiliza el PP valenciano para justificar que quiera conceder los diversos permisos de exploración solicitados es que las áreas solicitadas ya fueron cedidas por el gobierno de Zapatero, por lo que en el caso de negárselo, se verían obligados a pagar una indemnización a las empresas correspondientes. “Esto es absolutamente falso –afirmó tajante-, el anterior Gobierno les reservó, por decirlo de alguna manera, determinadas áreas a expensas de elaborar los pertinentes informes sobre impacto ambiental que tendrían sus proyectos. Si la autoridad competente para ello, en este caso el Ministerio de Medio Ambiente, determina que tendrá un impacto negativo, puede perfectamente denegarle el permiso al solicitante sin tener que abonarle nada”.
Canarias, el deseo de Repsol
“Precisamente hoy se ha sabido que el Ministerio de Medio Ambiente ha paralizado de nuevo los planes de Repsol tras requerirles 15 documentos diferentes con los que elaborar un informe realista del impacto medioambiental que tendrá su proyecto”, contaba Noelia Sánchez, responsable de Ecologistas en Acción de las Islas Canarias. “Ya en 2004 el Tribunal Supremo paralizó su proyecto por la cantidad de problemas ambientales que iba a generar. A pesar de ello, en 2012 se volvió a retomar mediante un Decreto, aunque el Ministerio de Medio Ambiente necesitaba determinados documentos para establecer si sería perjudicial o no. Por lo que se ve, los informes que ha entregado Repsol han sido tan chapuceros que han tenido que volver a requerirles más información”, proseguía.
La intención de implantar una plataforma de prospección en Canarias podría generar multitud de problemas añadidos a los que ya presentan otras Comunidades Autónomas ya que, por ejemplo, estas islas son consideradas como uno de los puntos calientes de biodiversidad en el mundo. “De las 80 especies de cetáceos que hay en todo el planeta, 30 de ellas pasan por nuestras aguas”, contaba Sánchez. A esto hay añadirle que, en el caso de que se produjera algún accidente, Fuerteventura y Lanzarote tendrían graves problemas con el agua potable, ya que en ambas islas se consume agua desalada (es decir, se le quita la sal al agua de mar para que puedan consumirla las personas).
La preocupación existente en las islas, sumada a su voluntad de evitar que finalmente se lleven a cabo estas prospecciones, llevó a los representantes políticos de las islas a proponer que se realizara un referéndum con el fin de, al menos, conocer cuál es el grado de rechazo social sobre estos proyectos. “El Partido Popular rechazó esta propuesta y, por tanto, que sean los canarios quienes decidan si se debe sacar adelante un proyecto que afecta tanto a su biodiversidad como a los sectores más relevantes de su economía”, relató Sánchez.
“Lo más grave de todo esto –concluyó- es que Canarias podría ser la Dubai de las energías renovables. Ya sea en lo relativo a la energía geotérmica, a la eólica, la maremotriz o la solar, Canarias es una Comunidad con excelentes condiciones para explotar las energías renovables, lo que no solamente ayudaría a promover nuestra economía sino que lo haríamos sin poner en riesgo ni el planeta ni la salud de nadie, pero se ve que no les convence la idea”, lamentó.
La Marea está editada por una cooperativa de periodistas y lectores
Suscríbete aquí para ayudarnos a hacer sostenible este proyecto