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Seis familias jornaleras resisten en la finca de Somonte, ocupada hace dos años
Esta tierra, propiedad de la Junta de Andalucía, estaba en desuso hasta que jornaleros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) la ocuparon el 4 de marzo de 2012.
Dos años después de la ocupación de 500 jornaleros de la finca cordobesa de Somonte, la actividad y el trabajo siguen al pie de la tierra. Cultivan secano, cebada y trigo, y “verdura de la época de frío”, como ellos mismos llaman a la coliflor o a los rábanos. Esta tierra, propiedad de la Junta de Andalucía, estaba en desuso hasta que la ocuparon el 4 de marzo de 2012. Hoy da de comer a seis familias de jornaleros que pertenecen al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
Cientos de jornaleros se acercaron aquel 4 de marzo para ocupar una tierra que no querían en propiedad. Su intención era llenar aquel campo baldío de cultivos que podían asegurar la subsistencia de muchos jornaleros en medio de la complicada crisis. El paro agrario en el pueblo de Palma del Río, donde se encuentra la finca, es de un 75%. Muchas familias han vivido de forma desesperada la falta de recursos y alternativas.
Ante esta conyuntura, buscaron otras medidas de lucha. Fran Ruiz, estudiante de Historia en la Universidad de Córdoba y trabajador en Somonte, hace balance de los 24 meses que lleva conviviendo junto a las seis familias de jornaleros. “Somonte tiene futuro y ahora mismo está dando para vivir a gente que no tenía nada”, asegura. Los cultivos que más beneficios están aportando son los de regadío.
Cada semana, Fran coge su furgoneta hasta la ciudad de Córdoba para llevar las cestas que preparan con las verduras hasta el centro de la Casa Azul, un comedor social que las compra por 5 o 10 euros, dependiendo de los productos de cada unidad. “Con el dinero que sacamos de las 50 o 60 bolsas, tenemos para llenar el frigorífico, comprar tabaco y para el gasoil de los repartos”, afirma este joven de 26 años.
A pocos meses de terminar su carrera, recuerda “cómo en los libros no se da uno cuenta de las verdaderas injusticias”. Hace dos años comenzó su intensa actividad de apoyo a esta causa en Somonte. “Nunca hemos querido que la tierra se ponga a nuestro nombre. La tierra es pública, como debe ser” destaca. Sin embargo, la promesa de la Junta de Andalucía sobre la creación del famoso banco de tierras no terminar de llegar. “Llevamos mucho tiempo esperando una respuesta clara y parece que todo es propaganda”.
Manuel Rodríguez, miembro de la permanente del Sindicato del SAT, conoce muy de cerca la realidad que vive Somonte en estos momentos. “Estamos produciendo con muchas dificultades pero al menos da para que no falte el alimento”, añade. La maquinaria de segunda mano y las complicadas perspectivas no pesan en el ánimo de los jornaleros que llenan cada día cestas con sus verduras para distribuirlas mediante la venta ambulante. Rodríguez destaca que en la comunidad que vive y trabaja en Somonte las tareas están “consensuadas y todos hacen de todo”. Tras la venta de la semana, el dinero se reparte de forma equitativa entre todas las familias.
Las 400 hectáreas que se extienden a lo largo de esta finca podrían dar trabajo, en época de buen rendimiento, a “más de un centenar de jornaleros”, explica Rodríguez. Los productos frescos que no se venden se quedan para la casa o para ayudar a otros que lo necesiten, como ocurrió hace unos meses con la plataforma Stop Desahucios de Córdoba. Para el SAT, el banco de tierras, previsto por la Junta “daría sus primeros pasos con la finca de Somonte”. Hoy este primer experimento cumple, sin saber cuál será el futuro, un deseo que se ha expresado históricamente incluso en el himno andaluz.
Siempre con vosotrxs. ¿Hay alguna forma más honesta de ganarse la vida?.
Las Tierras de Andalucía son para dar de comer a sus hijos. Los tiempos del feudalismo debieron haber terminado hace siglos.