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El síndrome de la oportunidad

"La cleptocracia o poder de los mercados pretende secuestrar nuestras voluntades, libertades y mandatos políticos, sustituyendo gobiernos e imponiendo su verdadera naturaleza terrorista y dictatorial"

JUAN CARLOS GARCÍA CALERO // Si ya de por sí vivimos en un sistema injusto, con una redistribución de la riqueza desigualmente repartida, con un escaso porcentaje de población española con el 80% de la riqueza y un 99,92% que vive con el 20% de renta básica, no hay lugar a duda que vivimos en un sistema enfermo y paranoico que además se abastece de unos impuestos injustos que recaen sobre las capas más desfavorecidas de la población. A esto hay que sumarle el robo, la extorsión y la explotación de esa pequeña elite hacia la mayoría de la población española, lo que provoca que la situación actual, además de ser una injusticia, es también algo inhumano, ¿no?

Llevamos soportando desde hace dos décadas un deterioro social-económico con un paro actual de más del 28% y una economía sumergida de más del 40%. Sabemos que la única posibilidad de sobrevivir en el sistema capitalista es devorándolo todo -naturaleza y humanidad-, su régimen es destructivo. Desde su nacimiento se encontró con serias contradicciones que intentaron superar a lo que yo llamaría “época dorada”, donde el crecimiento económico aportaba al tejido productivo un cierto equilibrio.

Todo esto se ha roto en nombre de la globalización de los mercados. El referente histórico, o cuna del capitalismo mundial, Estados Unidos, sigue deteriorándose a pasos agigantados, exportando a toda la civilización su pensamiento y el único desarrollo económico basado en la explotación del ser humano como simple mercancía de usar y tirar.

La cleptocracia o poder de los mercados pretenden secuestrar nuestras voluntades, libertades y mandatos políticos, sustituyendo gobiernos e imponiendo su verdadera naturaleza terrorista y dictatorial.

La deriva del capitalismo productivo estancado y sin capacidad de desarrollo ha hecho que una rama de la economía especulativa desregulada tome el poder donde el neoliberalismo o financiarismo actúa, engullendo todo, incluso los servicios comunes de los ciudadanos endeudando de forma permanente a los estados.

http://juan-rojo1917.blogspot.com.es/

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Comentarios
  1. Me parece que, por desgracia, la economía especulativa no está desregulada, sino mal regulada, y es muy difícil saber si los Estados siguen teniendo soberanía para hacerlo bien. Tampoco es una élite la que gobierna el proceso, sino la búsqueda global de lucro, de la que participamos todos por el mero hecho de cotizar a la seguridad social (los planes de pensiones nacionales son uno de los principales actores de los mercados financieros) o querer contratar un fondo de inversión para ahorrar. Sí, la clase media sigue existiendo.

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