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Interior admite que la Guardia Civil disparó hacia el agua en Ceuta
El ministro Jorge Fernández Díaz asegura en sede parlamentaria que la respuesta policial la causó la “actitud beligerante” de las personas que trataban de cruzar la frontera
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reconocido este jueves en comisión parlamentaria que la Guardia Civil sí disparó balas de goma al mar en los incidentes que acabaron con la vida de al menos once personas que intentaban cruzar la frontera de Marruecos con España en Ceuta, el pasado 6 de febrero. «Para frenar su avance se lanzaron los medios para delimitar la traza fronteriza. Todos los lanzamientos se hicieron desde tierra siendo la distancia superior a los 25 metros”, ha afirmado.
Tras producirse los hechos, Interior informó en un primer momento que la Guardia Civil no había actuado en la zona. A medida que fueron apareciendo nuevas informaciones y testimonios de los afectados, la versión del ministerio fue cambiando. Interior acabó reconociendo que los agentes españoles sí que actuaron contra los subsaharianos, y posteriormente admitió el uso de material antidisturbios, si bien el delegado del Gobierno de Ceuta negó que se hubiera disparado hacia el agua.
Algunos testigos acusaron a la Guardia Civil de pinchar varias de las balsas, provocando el ahogamiento de los fallecidos. Testimonios de los supervivientes aseguraban que los agentes les lanzaron balas de goma y gases lacrimógenos cuando estaban en el agua, lo cual generó el pánico entre las personas que se encontraban en el mar.
Fernández Díaz, que ha comparecido a petición propia en el Congreso -si bien varios grupos de la oposición habían exigido explicaciones-, ha mantenido que la Guardia Civil formó una “barrera disuasoria” para evitar la llegada de los inmigrantes a la frontera, aunque ha negado que los disparos se realizasen directamente contra las personas. «La zona de impacto siempre correspondió a aguas españolas lejos de donde se encontraban los inmigrantes sin que ninguno fuera alcanzado por la Guardia Civil», ha señalado el ministro.
“Actitud beligerante”
El ministerio sigue amparándose en la “violencia” con la que, según su versión, habrían actuado los inmigrantes durante “el asalto”, para justificar la actuación policial. “La respuesta la causó la actitud beligerante de los inmigrantes”, ha mantenido Fernández Díaz, quien ha sostenido que la actuación de los agentes fue “proporcional” y que se utilizaron los medios antidisturbios “estrictamente imprescindibles, con carácter disuasorio”.
Una semana después de la tragedia, el número de cadáveres recuperados asciende a once. La Guardia Civil sospecha que todavía faltan tres cuerpos por recuperar, lo que aumentaría el número de víctimas a catorce.
¿Violentos? Desesperados.
¿Sin papeles? O sea, pobres.
Destitución fulminante de este personaje que avergüenza cada vez que ordena y comunica.
Otro piadoso del gobierno que reza al dios de la hipocresía.
Incluso si hubiesen, en tierra, sido violentos, es indudable que mientras están en el agua, como mucho podrán tener pensamientos violentos porque, a no ser que se conviertan en escualos muy malos, cualquier ser humano que lucha por nadar deja de ser peligroso, y menos para un grupo más numeroso que está en la orilla entrenado y pertrechado con armas no letales (tal y como se les denomina técnicamente).
Esta nomenclatura de arma no letal debe referirse para quienes las usan pero no para quienes las padecen.
Recuerdo el aforismo cínico «no te mata la bala sino la velocidad que alcanza».
Aun suponiendo que ahora haya dicho la verdad, que es mucho suponer, ¿Qué pasa con las anteriores versiones, que claramente son mentira? ¿Se puede mentir impunemente sin que nadie dimita ni sea imputado, más aun habiendo muertos de por medio?