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Pablo Iglesias y Alberto Garzón defienden la “convergencia” para ganar al bipartidismo
El diputado de IU y el líder de Podemos se vieron ayer las caras en Madrid en un debate en el que mostraron su sintonía política
Una hora antes de que comenzara el acto, este miércoles, ya había una larga cola de personas que llenaba la calle. El debate entre el diputado de IU Alberto Garzón y la cabeza visible de Podemos, Pablo Iglesias, había despertado una gran expectación, más aún tras los movimientos de las últimas semanas de los dos mediáticos líderes. Pronto se colgó en la puerta el cartel de “Entradas agotadas” y más de la mitad de la gente tuvo que quedarse fuera.
En la presentación, la periodista Olga Rodríguez aclaró que la convocatoria fue programada mucho antes de la presentación de Podemos. “Se les eligió por ser dos personas con mucha visibilidad que están aportando muchas ideas en el debate público”, explicó, tras lo cual dio comienzo el acto, titulado Democracia: ¿qué es una democracia real?.
El primero que tomó la palabra fue Alberto Garzón, quien aludió a la cantidad de personas que se habían quedado fuera como un “símbolo de lo que se está moviendo”. “Estamos en una encrucijada y hay que tomar una dirección”, afirmó. Y hay que hacerlo con urgencia ya que, según defendió, pese a que “hay algunos que ya han tomado la suya”, la “izquierda contestataria” aún tiene que entrar en ese debate.
Como ejemplo del camino a seguir por la izquierda, Garzón se refirió al 15-M, que según el diputado puso de manifiesto un fallo en la relación entre representante y representado. “Con su ya clásico ‘que no nos representan’, el 15-M puso en la agenda reivindicaciones de regeneración democrática”, como una vacuna contra los “tecnócratas” y el “populismo de derechas”.
El economista apuntó a la Constitución de 1978 como el uno de los principales enemigos a batir, ya que “da el poder a los partidos y relega a los ciudadanos” y no contiene instrumentos de participación. Garzón defendió, entre otras medidas, los referendums revocatorios. “Quieren transformar el plano social para adecuarlo al modelo económico que necesitan implementar, por lo que sobran los sindicatos, los derechos laborales y sociales”, enumeró.
«Empoderar» a la ciudadanía
Por su parte, Pablo Iglesias cambió el tono del debate, desde el intenso didactismo de Garzón a otro más emocional. Comenzó aludiendo con ironía a la expectación creada en los medios de comunicación con esta convocatoria. “Buscan sangre”, aseguró. Pero no la hubo, e incluso se percibió una gran sintonía política. Tras su introducción, el politólogo defendió la idea de la democracia como un “movimiento expropiatorio”. “Hay que disputar el concepto de democracia porque es crucial para un proceso de ruptura”, sostuvo.
Iglesias hizo referencia a la necesidad de identificar la democracia con los derechos sociales y alertó de la pérdida de la soberanía de nuestro país. En este sentido, contradijo a Garzón en puntos como el del referéndum revocatorio, ya que, según él, la clave sobre la que hay que insistir no son tanto los instrumentos legales como el “empoderamiento” de la ciudadanía.
El tertuliano hizo también referencia a la candidatura Podemos, impulsada por él mismo. “El primer atropellado puedes ser tú cuando inventas una cosa que te sobrepasa”, confesó. Sin embargo, luego matizó que “la audacia es la última oportunidad que le queda a la gente para cambiar un guión que ya está escrito”. En este sentido, aludió al techo de votos al que, según él, puede aspirar IU, en torno a un 15%, lo que no logrará desplazar al bipartidismo. “Las cartas ya están repartidas”, sostuvo Iglesias.
«Ya estamos convergiendo»
En cuanto terminaron las exposiciones, se levantaron una gran cantidad de manos entre el público. En este intercambio, trascendió, como suele ser habitual, la cuestión de la unidad de la izquierda y la realidad de su atomización. “Los compañeros de IU y Podemos, no es que vayamos a converger, es que ya estamos convergiendo”, respondió Garzón.
Otra persona preguntó qué estarían dispuestos a sacrificar por lograr esa unión. Aunque Iglesias pasó por encima de la cuestión, el diputado de IU respondió de forma clara: “Estoy dispuesto a sacrificar absolutamente todo en cuanto a los medios, no en los fines”, aclaró. “Yo no tengo la hoja de ruta, sólo tengo mis principios, mis ideas”, añadió.
El líder de Podemos afirmó que le “molesta enormemente perder” y recordó los tiempos en los que trabajó como asesor político en América Latina. “Pensábamos: ¿cómo lo han hecho?”, contaba. La conclusión a la que llegó Iglesias es que “juntar siglas, hacer una sopa de letras no sirve para nada” y volvió a hacer hincapié en el “empoderamiento”.
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Creo que la convergencia de todos los grupos que aspiramos a un cambio es imprescindible para desmontar el bipartidismo. A partir de aquí se podrá actuar democráticamente.
ILUSIÓN, EMOCIÓN O/Y RAZON. DEMOCRACIA,PODER y EL SECRETO DE PABLO
Hace un par de horas(cuando empece a escribir que soy lento) he terminado de escuchar el coloquio entre Alberto y Pablo, gracias al enlace de eldiario.es
A ambos es la primera vez que les veo en un formato similar, a caballo entre las ponencias y el coloquio.
Con Alberto al compartir en mayor medida planteamientos y procedimientos, tanto en el contenido como en las formas, apenas tengo nada que aportar.
Con Pablo también comparto gran parte de los planteamientos, pero tengo objeciones que hacerle no sólo a los procedimientos, sino también a las formas.
Vaya por delante mi reconocimiento como admirable orador. Reconocimiento que el mismo en boca de terceros reconoce públicamente, al relatar como l@s compañer@s le invitan a modular entonaciones, ritmos y armonias que acompañadas de la palabra generan un estado de ánimo, sentimiento o pasión.
Nada criticable al respecto, y cierto pues en sus intervenciones hizo gala de dichas habilidades, incluso en el momento que explicitaba dichas cualidades demostró el control del tempo, ritmo e intensidad de la alocución.
Dicho lo anterior, si quisiera exponer algunas diferencias, entre ellas dos principales:
primero. las referidas a la emoción y pasión como elementos de rebeldía. Colocando a la emoción y pasión en un plano demasiado central, o al menos es la interpretación que cabe en la contestación a un participante: que pregunta sobre la utilización de la emoción por el fascismo.
Hace Pablo una defensa cerrada, argumentándola desde una particular perspectiva histórica, y planteando a la misma como irrenunciable, como un arma o instrumento que no se puede entregar al enemigo, al fascismo.
Me imagino a Julio Anguita, retorciéndose en su silla si lo esta escuchando, y rememorando cuando atacaba de fascista al PSOE por la campaña electoral del doberman, precisamente por utilizar la emoción del miedo.
Es cierto, que como bien explicita Alberto debe existir una participación de la emoción, pasión, pero siempre guiada por la Razón. Explica magistralmente Alberto, con formas más humildes y a la vez cercanas por naturales, la conexión de la emoción y razón en un acto concreto de lucha en la resistencia ante un desahucio.
Pablo no entiende o no explicita respuesta en el momento, ante la interrogación del participante. Que en realidad lo que esta diciendo es que la emoción nubla la razón y el entendimiento, ¿cómo la izquierda va a participar de esto?. No se si es preocupante o no dicha incomprensión por parte de Pablo, pero en la respuesta obvió dicha realidad.
Fijándose única y exclusivamente en que no se podía entregar dicho instrumento al fascismo.
Ahora tras ver dicha conferencia-coloquio, entiendo algunos comentarios en Público (que por cierto, vaya estracto del debate más torticero y parcial), que venían a negar la entidad de la ilusión como herramienta revolucionaria.
Dichos comentarios partían de la trascendencia dada a la ilusión como emoción, como fundamento central del empoderamiento obviando el papel de la razón y toma de conciencia.
Si bien, es cierto que construir mayoría social, requiere el empoderamiento del pueblo, y que para ello es necesario salir del estado anímico de impotencia y resignación.
No lo es menos, que dicho proceso debe ser regido por la razón, es decir la toma de conciencia de:
– los intereses propios en relación a la minoría oligopólica.
– y como decían tanto Pablo como Alberto, de que somos mayoría y ante eso nada se puede, por que el pueblo encarna la voluntad general y lo inunda todo: el ejercito,policia,administración de justicia, sociedad civil y empresa privada…, absolutamente todo.
Efectivamente como planteo Alberto y secundo Pablo, la participación democrática, la detentación del poder por el pueblo no es momento sino proceso. Así lo ejemplifico claramente Alberto, al hablar de la incidencia de la ley antidesahucio y como el pueblo tomaba poder, influencia en relación directa a la movilización que realizaba en su defensa.
Concluyendo de forma gráfica, la democracia como poder del pueblo requiere:
una doble toma de conciencia: de los intereses, y de la fuerza o poder detentada en tal momento, haciendo valer su mayoría.
Indudablemente el autoreconocimiento de sus intereses, de su fuerza como amplia mayoría, necesita sobre todo del concurso de la Razón. Siendo la emoción resultado que interactua y ayuda, pero que no tiene centralidad.
segundo. Además en el acto, Pablo explicito una valoración raquita sobre lo que significan las primarias abiertas, dejándola sólo en el ámbito del medio maquiavélico (en su acepció peyorativa)para conseguir el Poder, para atraer (ilusionar en su acepción peyorativa)a las masas. Cuando en la presentación de PODEMOS poco más o menos, eran las nuevas formas, encarnadas en las primarias abiertas a la ciudadanía y su significación intrínsecamente revolucionaria, el procedimiento y proceso, lo que justificaban el lanzamiento de la iniciativa PODEMOS como algo diferenciado, compartir de formas que motivo el encuentro con PROYECTO X y que estos los reconocieran y cedieran sus herramientas telemáticas.
La verdad si todo es así, parece una tomadura de pelo la explicitación de las primarias abiertas como truco de mago, compartido con el público participante directamente o por stremming, no se si será una provocación como la desconsideración al lumpen en un acaloramiento, pero no debería continuar por dicha línea.
No hallo todavía razón alguna para dicha explicitación, eso sí que era un secreto, no que quisiera ganar o que no le guste perder ni a las canicas, por qué ese secreto desvelado si tiene dimensión social.
Pues aunque la toma del poder deba ser real y efectiva, en cada momento histórico se expresará en las formas y cauces que corresponden al ejercicio del mismo.
Compartiendo con Pablo y Alberto y Cayo Lara, que las primarias abiertas son un invento norteamericano, y no por utilizarlo los EE.UU tienen una democracia más efectiva o participativa ( de hecho los índices históricos de participación, han llegado a permitir la elección de un presidente por un 18% de la población censada en edad de votar), no se puede desvirtuar o minusvalorar genéricamente las formas y cauces frente al ejercicio del poder. Por qué como muy bien sabe Pablo, dichas formas y cauces son expresión del tipo de poder y catalogan a quién lo ejerce.
No quisiera terminar este comentario crítico, sin dejar claro que Pablo personalmente me ha caido simpático. Que no era lisonja la valoración que hacía de él como orador, es uno de los grandes.
Personalmente he establecido conexión simpática, emocional(racional también), cuando relataba su llanto ante las escenas de la peli:”la batalla de argel”, consiguio identificarme al trasladarme a la transición democrática cuando salía de verla profundamente emocionado. Consiguió también identificarme cuando rememoró no su compromiso personal sino el familiar, que llegaba a su tatarabuelo. Me recordo mi familia de cabras, que con un arma tiraban pal monte: visabuelo, abuelo, padre, hijo y espiritu santo, como no identificarme con Pablo. Rememoró las ganas de ganar en una izquierda siempre derrotada en la piel de toro. Como no identificarme con Pablo.
Pero después paso el momento de la emoción y llego la reflexión, y sí, me identifico con Pablo, con muchos de sus planteamientos y propuestas compartidas, con elementos de las proposiciones que he criticado en este comentario.
La verdad no se como terminar el comentario, por que joder, me cae bien Pablo, díscolo e imprudentemente audaz, pero con ganas de justicia social y en eso también me identifico con Pablo.
A Pablo y Alberto, gracias por el coloquio-conferencia.
Democracia o Barbarie.
Hay alternativas. Basta hacer algo diferente para conseguir resultados distintos. http://wp.me/p2v1L3-s9
Unión de las izquierdas y emponderamiento de la ciudadanía, me parecen ámbas necesarias y aún así, me temo que estaremos en desventaja.
Excelente noticia la sintonía de Alberto y de Pablo, sobre todo si hablan en nombre de sus respectivos partidos políticos.