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El personal del Centro de Transfusiones de Madrid se encierra contra la privatización del servicio
La Comunidad de Madrid pagará a la organización Cruz Roja por la extracciones sanguíneas que se hagan en la vía pública.
Una treintena de trabajadores del Centro de Transfusiones de Madrid permanecen encerrados en su puesto de trabajo en protesta por la externalización del servicio, que pasará a depender ahora de Cruz Roja a pie de calle.
Como explica una de las trabajadoras, Deli Edreira, su objetivo es “reclamar que la Consejería de Sanidad retire el convenio con Cruz Roja porque supone, en la práctica, la privatización de la donación de sangre en Madrid”.
Según los empleados, esa externalización supondrá la pérdida de trabajo de manera directa de 65 personas, en una plantilla de poco más de 200. Además, afectará a otras 65 que deberán trasladarse a diversas áreas.
“No nos dan el texto del convenio ni los anexos que lo acompañan, dicen que se hace todo con transparencia, pero es mentira, quieren ocultar que en el fondo es una privatización del servicio”, se queja Deli.
Esta trabajadora se refiere al convenio firmado el pasado mes de diciembre por el cual Cruz Roja recibirá de la Comunidad de Madrid 67 euros por cada bolsa de sangre extraída en la vía pública. Un acuerdo que el gobierno de Ignacio González justifica en la necesidad de “mejorar la eficiencia para evitar duplicidades”.
El encierro se ha decidido en una de las muchas asambleas que se están realizando estos días en el Centro de Transfusiones. Se harán tres al día, a las 8:00, a las 15:00 y a las 22:00 horas, para que participen todos los turnos. En el de esta noche, está previsto que se decida si el encierro se hará de forma indefinida o qué otro tipo de medidas se puede tomar.
Lo que tienen claro es que “se van a respetar los turnos, para que no se vean afectados nuestros trabajos y se mantenga el servicio”. “Lo que no queremos de ninguna manera es que el servicio se interrumpa, los donantes deben seguir acudiendo al centro de transfusión y a los centros públicos, sabemos la importancia que tiene”, concluye Deli.
Acabo de donar y me lo han contado, no quiero que trafique con mi sangre, dono de manera altruista, no para enriquecer al sector privado. Lo apoden como lo apoden es un movimiento de privatización, PURO Y DURO!!!
Boicot a la Cruz Roja. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/12/llamamiento-de-la-marea-blanca-donar.html
Copio y pego parte de correo que me mandó Cruz roja cuando me di de baja como socio con ocasión de ese convenio. «El acuerdo con la Consejería de Sanidad no supone, por tanto, una privatización del servicio de extracción de sangre, sino una externalización del mismo a cargo de una Institución…en la promoción de la donación de sangre…» Cómo les gusta a algunos la palabra externalización, cuando es privatización.