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Pedro J. Ramírez, esclavo de sus editoriales y portadas
"Si el PP es el que ha echado al director de El Mundo es un revisitación de Saturno. El que representaba el tiempo, tratando de matar a su hijo Júpiter, su creación, pero éste vence y se queda con el poder"
“Debilitados por el tiempo y el destino, pero con una voluntad. Para luchar, buscar, encontrar y no ceder”. Así se despidió por Twitter, ayer jueves, Pedro J. Ramirez del periódico que lleva dirigiendo desde el año 1989. Citando la parte más aventurera del poema Ulises de Alfred Tennyson, la parte que está grabada en la cruz memorial del estrecho de Mcmurdo en recuerdo de la expedición de Robert Falcon Scott, cuando no volvió del Polo Sur en 1912. No sólo enarboló la épica de Tennyson, sino también la de Manuel Quintana, en su Oda a Padilla, recuperando el gusto del exdirector por la Guerra de Independencia. Me extrañó que gustándole Quintana y de cosas impresas se tratara la cuestión no citara la Oda a la imprenta, del mismo poeta, en la que elevaba a Gutenberg, inventor de la prensa móvil, a héroe de su tiempo y de todos aquellos que paladean el papel entre sus manos:
“Llegó, pues, el gran día
en que un mortal divino, sacudiendo
de entre la mengua universal la frente,
con voz omnipotente
dijo a la faz del mundo: «El hombre es libre».
Y esta sagrada aclamación saliendo,
no en los estrechos límites hundida
se vio de una región: el eco grande
que inventó Gutenberg la alza en sus alas;
y en ellas conducida
se mira en un momento
salvar los montes, recorrer los mares,
ocupar la extensión del vago viento,
y sin que el trono o su furor la asombre,
por todas partes el valiente grito
sonar de la razón: «Libre es el hombre»”.
Dejando la poesía por la prosa, pero sin preferir una sobre la otra para evitar incidentes desagradables, la salida de Pedro J. Ramírez se ha visto llena de insinuaciones. Muchos habrá contentos y otros no tanto por su marcha, pero eso no significa que los alegres hayan tenido la capacidad de presión suficiente para moverle la silla a quizás el periodista con más poder de este país. Los que acusan al Gobierno de haber sido los que han motivado la marcha de Pedro J Ramírez, convirtiéndole una vez más en víctima del poder, no han considerado que si el PP es el que ha echado al director de El Mundo se convierte en una metáfora de Saturno, siguiendo las metáforas mitológicas de Pedro J. El dios Saturno, el que representaba el tiempo, tratando de matar a su hijo Júpiter, su creación, pero éste vence y se queda con el poder. Saturno se convierte en un simple mortal durante dos años a la espera de poner orden y ley entre los hombres. Porque Pedro J Ramírez y el Diario El Mundo han sido parte importante en el ascenso al poder del PP y de Mariano Rajoy. Desde sus páginas de opinión, noticias y sobre todo editoriales el apoyo no ha sido disimulado.
El jueves 6 de marzo de 2008, el editorial de El Mundo era explícito: “El Mundo pide el voto para el PP y para el partido de Rosa Díez”, al que por aquel entonces todavía ni le llamaban UPyD. El editorial de El Mundo y Pedro J. Ramírez pintaba al Partido Popular como un gestor eficiente que acabaría con los problemas que un ineficaz Zapatero había ocasionado en su primera legislatura.
“Puesto que el PP ha acreditado su capacidad de afrontar con eficaces políticas liberalizadoras una crisis económica a la que puede parecerse mucho la que se avecina, puesto que la reducción de impuestos que ahora propone ya ha funcionado una vez, puesto que la mayoría de los españoles se muestran partidarios del contrato de integración con el que Rajoy quiere simbolizar el control de la inmigración, puesto que nada menos que un 88% de ciudadanos se declara favorable a esa ley que permita estudiar en castellano en toda España a la que Zapatero dio la espalda en el segundo debate, no debería ser difícil argumentar que lo que más le conviene a nuestro país es el regreso al poder de quienes lo perdieron en tan singulares y dramáticas circunstancias hace cuatro años. Sólo con un gobierno del PP podría, por cierto, relanzarse seriamente la investigación sobre el 11-M que el Parlamento ha cerrado en falso… Pedimos pues el voto útil, el voto del sentido común, la afinidad programática y el pragmatismo para el PP, y el más utópico, idealista y contracorriente para ella”.
En este editorial Pedro J.Ramirez fue un poco más allá y pedía una mayoría holgada para que el gobierno de Rajoy pudiera gobernar con suficiencia. “El mejor resultado sería una amplia mayoría absoluta para el PP”, algo que dos años después los españoles hemos sufrido gravemente. “Rajoy necesita una mayoría holgada para poderse blindar ante las presiones políticas y las eventuales movilizaciones contra los duros ajustes que va a tener que llevar a cabo”, decía el editorial asumiendo la necesidad de que Rajoy no tuviera problemas para imponer sus ideas. Pues las ha impuesto. Pero bien.
No fue el último editorial pidiendo el voto para el PP y para Mariano Rajoy de forma directa y explícita. El día 17 de noviembre de 2011, tres días antes de las elecciones, el editorial de El Mundo se pronunció en las mismas palabras. “El voto útil, exigente y crítico en favor de Rajoy y del PP”.
Las sombras de Pedro J.Ramírez. La conspiranoia del 11M.
Sin duda el peor periodo de Pedro J.Ramírez como director fue la senda de la conspiranoia que su periódico tomó en los artículos publicados sobre el mayor atentado que ha sufrido España, el 11 de marzo de 2004. La estrategia que un sector del PP se empeñó en manejar de sembrar dudas sobre la autoría e implicar a ETA, descartada completamente por las investigaciones, contó con El Mundo como su máximo valedor.
Son varias las informaciones y portadas que hicieron tambalear la credibilidad del diario. Una de ellas fue la del 3 de mayo de 2006, en la que aparecía en portada un titular que hacía intuir una posible relación entre la furgoneta encontrada en la estación de El Pozo y grupos de ETA. “La furgoneta del 11-M tenía una tarjeta del grupo Mondragón en el salpicadero”. Posteriormente se descubrió que la tarjeta era una cinta casete de la Orquesta Mondragón.
Otra de las portadas más polémicas en lo que respecta a la conspiranoia del 11-M fue la entrevista pagada a José Emilio Suárez Trashorras, quien facilitó los explosivos a los terroristas que atentaron en Madrid. El titular: “Soy una víctima de un golpe de Estado encubierto tras un grupo de musulmanes”. Meses antes, en la cárcel, Trashorras había declarado en una grabación con su padre lo siguiente: «Mientras el periódico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil española. Desde que nací. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito (…) Son unos mercenarios. Te pagan a ti para que cuentes cuentos».
Las luces de Pedro J. Ramírez.
Si bien sería injusto privar a los 25 años de Pedro J.Ramírez en El Mundo de noticias e investigaciones que han acabado con muchos de sus responsables en prisión o contra las cuerdas políticas. Entre los más destacados se encuentran el caso Roldán de los fondos reservados, que salió en portada el 3 de mayo de 1994, o el serial sobre los GAL que durante finales del 94 y principios del 95 destapó una de las etapas más oscuras de la democracia española, la de la sistemática instauración del terrorismo de Estado. También la portada del 12 de junio de 1995, en la que el periódico titulaba: “El CESID lleva más de diez años espiando y grabando a políticos, empresarios y periodistas”.
Hace poco más de un año, El Mundo llevaba en portada quizás lo que le caracteriza desde hace años, sus luces y sus sombras en una sola imagen. Mientras revelaba que Bárcenas pagaba sobresueldos en negro a la cúpula del PP aprovechaba para seguir nueve años después con la conspiración del 11-M y volviendo a sacar a Jamal Zougam para sembrar dudas sobre la autoría del mayor atentado de la historia de España. Eso sí, con Pedro J. Ramírez en la dirección, Francisco Umbral escribía muchas de sus columnas, quizás sólo por eso, merece un respeto.
Excelente resumen de las sombras y las luces de PedroJota. Luces, pocas, la verdad; porque incluso en sus acertadas denuncias, se veía demasiado la voluntad de mangonear sobre los Gobiernos.
Un periodismo que, incluso en sus aciertos, anduvo siempre demasiado cerca del chantajismo.
Sólo el alucinante bulo de la conspiración del 11M sería suficiente para borrar cualquier otra cosa positiva.
Nunca es bueno que desde el poder se mueva un periodista, como es obvio; pero hay que decir que se lo tiene bien merecido.
Supo engañar y confundir a mucha gente que creía que El Mundo era un diario
imparcial y hasta progre.
Buen resumen de este periodistapolitico a sueldo de…
Como dice el refrán, por sus hechos les conoceréis.