Los socios/as escriben

Memoria (y aprendizaje) de las primarias en IU de 1996

"La frontera no está entre quienes defendemos las primarias y quienes no lo hacen, sino entre quienes queremos pisar el acelerador y quienes quieran pisar el freno", sostiene el autor

Me afilié a Izquierda Unida el 16 de septiembre de 1994, el día en que cumplí 18 años. Fue un regalo que me hice por la mayoría de edad. Son cosas que hacemos quienes tenemos severas averías de socialización, supongo. Qué se le va a hacer. Al poco de estar afiliado participé en unas elecciones primarias. Entonces no se le llamaban así. No recuerdo cómo las llamaban, ¿proceso electoral interno? Ni idea. Primarias seguro que no.

Recuerdo que nos mandaron una papeleta con un montón de nombres de los cuales podíamos votar a bastantes. Era una candidatura abierta. La dirección hacía su propia recomendación de nombres que era tremendamente extensa. Por aquel entonces el grupo PRISA y otros medios (ninguno con tanta beligerancia como PRISA) aupaba a la popularidad a Diego López Garrido y Cristina Almeida, de Nueva Izquierda. Eran los buenos de IU, los modernos frente al loco y rancio Julio Anguita. La recomendación de la dirección incluía que votáramos a López Garrido y Almeida como al resto de dirigentes. Muchos no lo hicimos. No nos sentíamos representados por quienes defendían algunas de las políticas que nos han traído al desastre (el Tratado de Maastricht), ni por quienes apostaban por una conciliación con el PSOE que estaba siendo protagonistas de escándalos de corrupción y crimen de Estado inaguantables. Así que pese a que la recomendación de la dirección era que votáramos (también) por los candidatos mediáticos muchos afiliados no lo hicimos.

Esto no sentó bien en la prensa. Nadie reconoció que IU fuera la más democrática ni moderna; incluso después hemos leído a reputados sociólogos varias veces que las primeras primarias en España las hizo el PSOE. “La direccion de IU logra imponer sus candidatos y relega a López Garrido al séptimo puesto”, titulaba en El País (en un artículo cuya lectura arrancará alguna sonrisa a la gente con memoria) un Rodolfo Serrano indignado porque “una casi desconocida, Inés Sabanés, miembro de la presidencia regional del Pasoc, será, a poco que IU mejore resultados electorales, diputada por Madrid, en un puesto disputado con López Garrido”.

Recordando estos días aquello se me ocurren varias conclusiones que relativizan mucho el debate en torno a las primarias y evidencian que en estos debates sobre candidaturas hablamos mucho del dedo cuando el problema está en la Luna (que en este apartado es cómo hacer candidaturas ilusionantes y con las cuales los militantes y los potenciales votantes se sientan responsables e identificados):

-Cuando se quiere estigmatizar a una organización como dictatorial y anquilosada en el pasado da igual que haga elecciones internas como que no las haga. La propaganda (y la de Rodolfo Serrano contra IU fue indecente) no se para en razones.

-Las elecciones internas pertenecen más a la cultura política de IU que a ninguna otra. Acusarlas de postmodernas, importadas de EEUU o cualquier otro tópico esconde otras razones para no celebrarlas. Salvo que pensemos que la IU de Julio Anguita era postmoderna y filoestadounidense.

-Tampoco cabe decir que celebrar elecciones internas supone poner el programa por detrás de las personas: no ha habido una época en la historia de IU en la que el programa cobrara un protagonismo parecido al de aquel programa, programa, programa.

-También es falso que las elecciones internas pongan en manos de los medios el control de una organización soberana: en aquel ejemplo la dirección fue más complaciente que la afiliación con los “candidatos mediáticos” (que hacían la vida imposible a esa misma dirección pese a ese sincerísimo «Nueva Izquierda será más leal con IU de lo que IU ha sido con Nueva Izquierda» que anunciaba un conocido dirigente del partido que se integró en el PSOE cinco años más tarde).

-En cambio sí es cierto que unas elecciones internas pueden ser nocivas para la pluralidad política de una organización pues en una organización como IU las minorías más pequeñas suelen tener una cierta sobrerrepresentación para primar la diversidad, que es una de nuestras mayores riquezas. Este obstáculo, en todo caso, se puede salvar fácilmente con una ley electoral proporcional: de hecho el problema de aquel proceso fue que era una votación con lista abierta y por lo tanto netamente mayoritaria.

-Más allá de estas consideraciones en aquel momento las elecciones internas no sirvieron para unir sino para terminar de romper. Algo que, por otra parte, habría sucedido igual pues quienes disfrazaban sus discrepancias de modernidad y apertura escondían que esperaban un hogar más acogedor en el que harían menos ruido discrepante.

Recordar aquella experiencia permite comprender que el problema que tenemos hoy no es primarias sí o primarias no sino cómo generar un bloque de oposición al saqueo para la construcción de un nuevo país que ilusione y movilice a nuestro pueblo. Para ello tendremos que conseguir un programa rupturista, candidaturas lo más unitarias e ilusionantes posibles con gente que se crea ese programa y luche por él con coherencia y movilización popular en torno a esas políticas y por tanto a esas candidaturas. Las primarias son un método, un instrumento. No son una varita mágica: el sí o el no a unas primarias no puede ser la razón por la que no avancemos en el objetivo de esas candidaturas para esa política. La frontera no está entre quienes defendemos las primarias y quienes no lo hacen sino entre quienes queremos pisar el acelerador y quienes quieran pisar el freno.

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Comentarios
  1. La diferencia es que estas primarias serían abiertas a los simpatizantes.

    Podemos es un proyecto jacobino con discurso de horizontalidad y democracia directa, es decir, anti-jacobino. Pero lo que hace de Podemos ser Podemos es una elite cultural minoritaria que dirige como un Rey filósofo platónico.

    Entonces, las primarias abiertas son un movimiento táctico para ganarse complicidad de la gente. Es parte de su populismo. En realidad no quieren que la gente piense, porque no lo creen posible, quieren que voten y punto. Y si para eso tienen que hacer primaris, pues se hacen.

    En IU son un error, sólo van a lavar la cara a la dirección. Cambiar un poco para que nada cambie.

  2. Yo no estoy de acuerdo con que unas primarias no suponga anteponer al candidato con el programa. En IU Andalucía se va a proceder a unas primarias abiertas a la militancia y simpatizantes para elegir al candidato/a a la Presidencia de la Junta de Andalucía cuando lo preferible sería primero discutir las líneas programáticas y estratégicas, abordando sobre todo la conveniencia o no de seguir con el Pacto de Gobierno PSOE-IU en la Junta de Andalucía. Después de haber realizado eso deberían venir las primarias para elegir al candidato o candidata.

  3. Yo he votado casi siempre IU y no concibo que no sea parte principal en la superación de este régimen. Pero, con todo el cariño, muchos militantes estais ciegos. Bunkerizarse frente a las iniciativas actuales es un error inmenso. Podemos , como han sido las mareas, es la oportunidad de ser ganadores sin ir contra IU sino en la misma dirección pero con nuevas maneras. Y no comprendeis que para mucha gente sois parte del sistema y no os decidis a confrontarlo en serio. IU queriendo absorber todo lo que se menee no hará sino quemar barcos sin cambiar nada. ¿Quereis ser toda la vida palafreneros del PSOE? Daos una oportunidad…
    Pero se agradece la racionalidad. Las acusaciones de troskofascistas, submarinos del PSOE , etc que se leen en comentarios por algunos simpatizantes de IU sector piolet tumbado en el sofá son para deprimirse.

  4. A mi me pasó los mismo que ha Hugo y fernando, y además cometí el error de abandonar IU cansado de las luchas internas con una dirección escesivamente asentada y no muy viva.
    Ahora creo que lo que tenemos que hacer toda la gente verdadremente de izquierda que no cree en la llamada transición y en las politicas derechistas es unirnos en una candidatura plural, yo desde luego me planteo en volver a IU a ayudar a dar el salto. Juntos podemos¡¡¡

  5. Cada vez que leo a algún compañero de IU-CM flipo en colores. Por lo menos, las caras más visibles de los blogs y medios digitales. Cuánta condescendencia encubierta con “Podemos”.
    A ver, Hugo, lo del apoyo de los medios o del aparato es una ventaja determinante e injusta. Que cuando te afiliaras en el 94 (por cierto, eres de mi quinta) hubiera unas primarias y no ganaran los “apadrinados” de Nueva Izquierda no significa que sea tema baladí.
    Es como si se dijera que da lo mismo tener en tu equipo a Messi y a Cristiano porque hubo una vez que te enfrentaste a ellos, y se les ganó.

    La plataforma Podemos debería pensar que toda la credibilidad que tienen con la gente no militante o «apolítica» la pierden con los afiliados de Izquierda Unida. Me ha pasado en mi agrupación, y se puede intuir leyendo los comentarios de las noticias del diario P. do twitter onde los militantes no se lo han tomado nada bien. Y cuando las cosas vayan mal, vamos a seguir haciendo política, a diferencia de los votantes reconvertidos en activistas.

    Hay excepciones, claro: Tania, Hugo,Santos, Jorge García..¡No os vayáis ni os metáis dentro de la nueva plataforma en las hipotéticas primarias, por favor!

  6. Es curioso que todos estos procesos aparecen cuando el PSOE pasa por horas bajas e IU esta disparada. Entiendo que las primarias no deja de ser la estrategia que respaldan los poderes económicos para desmembrar la izquierda de este pais. Creo que Anguita cometió un error, por suerte o desgracia el sistema tiene su propio candidato y sus órganos de propaganda dejando a un lado la labor política.

    • Moreno,descartando la mala baba esas insinuaciones son como poco de una ceguera terrible.
      Te aseguro que el techo de IU se debe a esa concepción aparatchik y conspirativa. Muchos votamos a IU con una pinza casi tan grande como la de votar al PSOe, que lo sepas.

    • Es así, por mor de la verdad. Otra cosa es que un simpatizante o afiliado desee que la realidad fuese distinta, pero el hecho cierto es que IU es un partido del Estado como los demás, ya que percibe subvenciones con cargo a los presupuestos generales del Estado, al cual sirve. Esta es la misma realidad de Podemos, como partido sorpresa en la actualidad y, junto PSOE e IU, todos son socialdemócratas desde que traicionaron a la Platajunta para aceptar a la monarquía franquista en detrimento de su aspiración inicial: la república constitucional. Quien no lo vea así, como lo que es, sufre de auténtica ceguera o, lo que es peor, ignorancia de la ciencia política.

  7. Qué casualidad, oye.
    Me afilié a IU el mismo mes de Septiembre de 1994, y -como era de esperar- tengo la misma percepción, mejor dicho, el mismo cúmulo de percepciones concluyentes, las mismas, exactamente, que Hugo.

    Mi conclusión, también, es que lo importante no es si «primarias sí, primarias no».

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