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La Fiscalía acusa de “homicidio” a ocho mossos por la muerte de un hombre en el Raval
El Ministerio Público afirma que la reducción de Juan Andrés Benítez fue “excesiva, desproporcionada y desmesurada”
BARCELONA // La Fiscalía ha pedido que se juzgue a ocho de los diez mossos imputados por la muerte de un Juan Andrés Benítez en el barrio del Raval de Barcelona por un delito de homicidio y uno de torturas. Según el escrito del fiscal, la actuación de los agentes fue “excesiva, desproporcionada y desmesurada”, tanto por su duración (más de 15 minutos), por el número de policías que intervinieron (ocho en total), como por la “fuerza física” que ejercieron sobre la víctima.
Los hechos ocurrieron el pasado 5 de octubre en Barcelona, cuando Juan Andrés Benítez acabó falleciendo tras ser reducido violentamente por varios agentes de los Mossos d’Esquadra. La Fiscalía pide que un tribunal popular juzgue a los ocho agentes y deja la puerta abierta a acabar calificando los hechos desde homicidio imprudente hasta asesinato. Además, imputa a otros dos policías un delito de obstrucción a la Justicia al considerar que borraron pruebas de lo sucedido, como un charco de sangre que quedó en la calzada tras la actuación policial.
El Ministerio Público señala en su escrito que todos los imputados “fueron conscientes” del riesgo que su actuación suponía para Benítez, al que propinaron “golpes, puñetazos, rodillazos y patadas”, y que este fue introducido posteriormente en un vehículo policial, esposado y con los pies sujetos a las manos, cuando ya se encontraba “totalmente inerte”.
La acusación particular, que ejerce la familia de Benítez, considera que nueve de los agentes participantes en la reducción del empresario de Gayxample pueden ser responsables de un delito de homicidio doloso o asesinato ya que, aducen, la víctima no podía defenderse. Además, les acusan de los delitos de coacciones, detención ilegal y falsedad documental porque los agentes «faltaron conscientemente y voluntariamente a la verdad» al instruir las diligencias.
El escrito del abogado de la familia asegura que Benítez, tras haber sufrido un robo en su casa y la desaparición de su perro, se encaró con dos personas, con las que mantuvo una fuerte discusión y una trifulca que no causó lesiones de entidad. Posteriormente, Benítez llamó a la Guardia Urbana para denunciar el altercado. La policía local derivó el caso a los Mossos, que enviaron a varios agentes.
El escrito afirma que Benítez se identificó ante los policías, y ante la petición de un segundo agente “realizó un ademán de ir a por su identificación personal”, momento en el que fue detenido sin causa, señala el abogado. Un policía lo redujo entonces “violentamente”, lo cual provocó que una de las agentes actuantes cayese al suelo. Fue entonces cuando el resto de mossos se lanzaron sobre la víctima y comenzaron los golpes “que finalmente provocaron su fallecimiento”.