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El verdadero circo de las tertulias políticas
"Estos espectáculos televisivos, protagonizados tanto por la llamada izquierda como derecha, (...) no son ideológico-dialecticos, son meras discusiones que no conducen a nada, confundiendo al tele-espectador enajenado"
JUAN GARCÍA CALERO // Las tertulias televisivas en estos años de la llamada crisis se han duplicado poniendo en evidencia lo lejos que están de la realidad, canalizando solo sus intereses corporativos, con una total desinformación e interesados en que la sociedad viva en total ignorancia. Los casos de corrupción son sacados a la luz como si fuera un hecho aislado inherente al sistema capitalista, cuando el mismo sistema que distribuye la riqueza de forma desigual, la explotación de los recursos naturales -como también la del ser humano-, las guerras que asolan el mundo, todo esto está en manos de una elite económica a la que solo le interesa los beneficios, dirigiendo el mundo a su antojo sin importarle para nada que ¾ partes de la población mundial viva en la más extrema pobreza, muriendo a diario más de 200.000 personas. Pero de nada sirve poner en evidencia esta despreciable vida que nos ha tocado vivir.
La llamada izquierda de progreso adaptada y domesticada bajo el imperio capitalista no tiene proyecto alguno que haga cambiar las estructuras del sistema a una derecha-rancia fascista que intenta por medio de sus mentiras retroceder a siglos pasados ya superados, que forma un nuevo proceso de degradación social y política y hace recaer el peso de la estafa financiera sobre las clases trabajadoras, pensionistas, parados y personal dependiente con algún tipo de minusvalía psíquica-física, sobre todo la población más vulnerable.
Ante todo esto, el espectáculo televisivo, protagonizado tanto por la llamada izquierda como derecha, no reúne ninguna respuesta objetiva, sino la simple exposición de su afán de protagonismo en alimentar las grandes corporaciones de la comunicación interesadas en mantener su status-social en el sistema que ha generado más contradicciones sociales y económicas en la historia de la humanidad. Por lo tanto estos debates no son ideológico-dialecticos, son meras discusiones que no conducen a nada, confundiendo al tele-espectador enajenado.
Los tertulianos siguen en una posición ambigua, mientras parte del Estado se privatiza en pos de mercantilizar: el trabajo, la justicia, educación y la salud, para que los de arriba sigan generando beneficios con menores costes salariales, llegando a consentir la institucionalización de un comportamiento delictivo y un saqueo de los sectores públicos, todo en nombre del neo-liberalismo. Durante esta crisis/estafa los beneficios de las clases más favorecidas han subido hasta un 40%, mientras la mayoría de la ciudadanía ha ido reduciendo sus salarios hasta niveles alarmantes con un SMI de unos 640 €, cuando en la mayoría de países de la C.E es tres veces superior, de 1600-1800 €. La precariedad y la temporalidad en el empleo están adaptados para que el trabajador sea el nuevo siervo del siglo XXI. Todo con una destrucción de empleo que puede llegar a los 7 millones de desempleados a mediados del 2014, mientras el gobierno del PP sigue manteniendo su cruel mentira: que «se está creando empleo”, cuando el despido forma parte del día a día.
La falta de libertad de la mujer, empeñado este nacional-catolicismo en que no pueda elegir sus deseos más íntimos, el acceso gratuito al aborto, supone un gran retroceso en las libertades individuales-colectivas que puede provocar un riesgo para la salud de la mujer.
Para terminar, esos apologetas de una izquierda fragmentada incapacitada para tener una visión revolucionaria, debería no prestarse al juego de los medios de comunicación. La protesta debe estar dirigida desde la calle. De nada sirven las elecciones en el actual sistema capitalista.
A mi las terturlias de la tele me resultan insufribles, aunque a decir verdad estoy de acuerdo con alguien que apuesta por estar ahi dando el callo. Estar ahi puede ser positivo si se mantiene un criterio riguroso y crítico de verdad, no el que vemos de los llamados de izquierda que ndan y guardan la ropa. pero tambien estoy de acuerdo en que tenemos que construir desde la base una nueva sociedad. Como? Ese es el problema actual. Non existe un modelo aceptado y aceptable para que todos nos podamos sentir representados. Obviamente el acutal sistema capitalista o neoliberal que sufrimos nos llevan a la destrruccion mental absoluta. Como salir de este agujero? Pienso que hay que empezar por la base: las escuelas, los institutos, la universidad, las fábricas. Ahi es donde debemos poñer el acento. Por arriba, dentro del sistema, estamos perdidos y engullidos absolutamente.
Rectifico, no había visto que se trataba de una carta a la redacción, mil perdones. Que le añadan una foto da una impresión errónea. Saludos
Pensaba que la Marea era un medio más serio o de un nivel más elevado. El artículo me parec máse propio de alasbarricadas o kaosenlared, de un adolescente «radikal», que de un articulista con profundidad de pensamiento y de análisis.
No todo el mundo lee Kaosenlared, ni Rebelión. La mayoría de la gente, para nuestra desgracia, ve masivamente Tele 5 y otras cadenas similares. Si en estos medios podemos ocupar espacios para confrontar con el enemigo y hacer llegar nuestro discurso a los cientos de miles de personas, que probablemente de otra manera no llegaríamos, me parece una labor necesaria. Es el ejemplo de Pablo Iglesias y algunas otras personas, que con un discurso anticapitalista en unos casos y simplemente democrático en otros, consiguen sacar a la luz lo peor del régimen neofranquista, además de neutralizar sus mensajes hoy hegemónicos del neoliberalismo conservador, e ir ganando para la causa a personas que de otra manera sería muy difícil acceder a ellas.
Evidentemente esto no vale absolutamente para nada si no hay un desarrollo de los movimientos sociales y como dice el anterior, sino se van construyendo un sistema alternativo desde la base social
Soy un adolescente radical que lee «kaos en la red» y «rebelión».
Me gustaría me iluminases por sendereos de mayor calado intelectual para estar a tu altura,para así avanzar en mi proceso de ideologización política y salir de la etapa adolescente para recalar en otra más rica y fructífera para la sociedad.
Gracias de antemano,maestro!!!
Nadie con dos dedos de frente y un pensamiento crítico cree que la realidad es la que marca la televisión. Precisamente ese es el problema, entrar en el juego de la televisión es darle la razón de existencia a esta misma como generadora de opinión. Alguien que de verdad quiera cambiar este sistema sabe que no se va a conseguir desde el mismo sistema. Creo que es más fácil y menos costoso ir construyendo un sistema alternativo desde la base social. Y la televisión, al menos de momento y como está concebida, no formará parte de ese sistema alternativo.
Entiendo que a personas concienciadas políticamente le resulten incompletos los debates televisivos, pero no todos espectadores son marxistas leninistas.
Tenemos mucho trabajo que hacer en las masas y para eso hay que echar mano de todos los medios posibles.
Pues yo creo que es la arena de batalla de hoy en día. Supongo que en artículo se hace referencia a la inutilidad de que gente como Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero participen de estos debates. Aunque existan riesgos no participar en estos espacios es regalar cuota de convicción al enemigo o los que hacen como que se enfrentan cuando en lo fundamental están de acuerdo. En definitiva, la izquierda radical tiene que partirse la cara en los lugares más hostiles, si quiere convencer a alguien aparte de a los ya convencidos.
No estoy de acuerdo con este final «Para terminar, esos apologetas de una izquierda fragmentada incapacitada para tener una visión revolucionaria, debería no prestarse al juego de los medios de comunicación. La protesta debe estar dirigida desde la calle. De nada sirven las elecciones en el actual sistema capitalista.» No. En la calle era sólo cuando se vivía en una época ajena a los mass media. En las revoluciones anteriores, el 90% de la población no se informaba por televisión. Ahora sí. Así que o la izquierda está en la televisión, o desde la calle no vamos a conseguir sólo la revolución. Hay que trabajar en todos los frentes. Vivir al margen de los medios de comunciación es vivir al margen de la realidad.