Opinión
El Consell que no amaba a las mujeres
Para las autoras, el gobierno de Alberto Fabra tiene como meta la reclusión de las mujeres en el espacio doméstico y la vuelta a los valores tradicionales del nacionalcatolicismo español.
Dedicamos este artículo a las trabajadoras que se atrevieron a denunciar abusos sexuales en el seno de RTVV y después sufrieron las consecuencias del ERE, así como el abandono del Consell.
Si nos lo permitís, haremos nuestro el certero título de un artículo de Rosa María Artal para denunciar, en esta tribuna pública, que el Gobierno de España no está solo en su peculiar cruzada contra la igualdad de hombres y mujeres en este país. El Gobierno autonómico valenciano -conocido en este pequeño rincón del mundo como Consell-, en manos del PP desde hace 18 años, actúa en paralelo al ejecutivo de Mariano Rajoy, e incluso, muchas veces, adelanta a éste por la derecha en esta carrera ideológica que tiene como meta la reclusión de las mujeres en el espacio doméstico y la vuelta a los valores tradicionales del nacionalcatolicismo español.
A continuación, expondremos cinco ejemplos de políticas machistas del gobierno de Fabra y entenderéis por qué hemos llegado a esta conclusión.
El fondo de emergencias o el fondo del abismo
El llamado fondo de emergencias, contemplado en el artículo 55 de la Ley de la Generalitat, integral contra la violencia sobre la mujer en el ámbito de la Comunidad Valenciana, constituye el mejor ejemplo de la desidia del Consell en esta materia. Su recorrido presupuestario no deja lugar a dudas: no fue más que propaganda institucional, gastada por aquellos que, con sólo apretar un botón, ejercen cada día violencia institucional hacia las mujeres del País Valenciano. Porque aunque el PP lo aprobó en noviembre del 2012 –un mes simbólico en la lucha contra la violencia de género– para atender las necesidades más urgentes de las mujeres víctimas, y lo consignó con 200.000 euros en diciembre, lo cierto es que en julio del año siguiente lo dejó a cero, vía modificación presupuestaria o lo que es mismo, por la puerta de atrás y sin querer hacer mucho ruido, no sea que la sociedad se enterara.
“El perro se ha comido mi informe de impacto de género de los presupuestos”
Desde la entrada en vigor de la Ley de Igualdad, los proyectos normativos y planes se deben acompañar con informes de impacto de género que permitan hacer una previsión de cuáles son los posibles efectos diferenciales que la aplicación de dicha norma pueda tener sobre mujeres y hombres. Sin embargo, el Consell se pasa esta obligación legal por el arco del triunfo y éste ya es el segundo año que Esquerra Unida denuncia la falta del informe preceptivo de impacto de género en el Proyecto de Ley de Presupuestos de la Generalitat.
Curiosamente, la Ley de Acompañamiento sí cuenta con uno. Se trata de un documento de una página y media, que concluye diciendo: «El impacto de género es nulo porque no existen desigualdades de partida en relación con la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres y no se prevé modificación alguna de esta situación».
¿Será que en el País Valenciano hemos llegado a la igualdad de género y nosotras no nos hemos enterado?
Donde dice “coeducación” debe decir “educación segregada por sexos”
La coeducación, ese método educativo que parte del principio de la igualdad entre sexos y la no discriminación por razón de sexo, no es más que papel mojado para el gobierno de Fabra. Mientras la mano izquierda del Consell lo incluye como principio en su Ley de la Generalitat, integral contra la violencia sobre la mujer en el ámbito de la Comunidad Valenciana, la todopoderosa mano derecha sigue financiando generosamente con fondos públicos escuelas privadas que segregan por sexos, vinculadas al Opus Dei. Y no son precisamente pocas en estas tierras: los centros Altozano de Alicante; El Vedat de Torrent; Guadalaviar y Vilavella, de Valencia; Miralvent y Torrenova, de Betxí; y el Seminario Menor Diocesano de Segorbe, según la última resolución de la Conselleria de Educación, publicada en verano de este año y recurrida por Esquerra Unida.
“Familia y Mujer”: conceptos que, con el PP, siempre van de la mano
Para el gobierno del Partido Popular, las mujeres deben permanecer en el espacio privado, del que nunca debieron salir. No es casual que, a falta de Conselleria propia, la Dirección General encargada de los asuntos relacionados con la igualdad se llame “Familia y Mujer”, como tampoco es casual que la mayoría de sus líneas presupuestarias vayan dirigidas a reforzar su concepto de familia, directamente heredera de los principios de la Sección Femenina, incluyendo programas y beneficios para familias numerosas o la llamada “Primers dies”, creada por Juan Cotino, con la que se riega de ayudas públicas a diversas asociaciones religiosas y antiabortistas.
Los recortes son violencia institucional contra las mujeres
Vivimos en un territorio en el que deliberada y cruelmente se aplican medidas de “austeridad”, o más bien, “de castigo a la gran mayoría social” que suponen la agresión más salvaje a los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora y, en especial, de las mujeres. El boicot a la aplicación de la Ley de Dependencia en el País Valenciano, las medidas de co-(re)pago, el desmantelamiento de los servicios sociales, los despidos en el sector público, los impagos al sector de la discapacidad y centros de mayores, el cierre de centros de acogida, la disminución en personal y en medios… son medidas impuestas por el Consell con un impacto brutal y directo sobre las mujeres que, recordemos, son precisamente las que están sosteniendo las redes familiares y constituyen el soporte principal en esta crisis que es una gran estafa.
Porque somos feministas
Para nosotras, que queremos una sociedad de personas libres e iguales en la diferencia, es absolutamente necesario seguir denunciando todos los ataques que la derecha perpetra contra los derechos de las mujeres y abogar por el cambio necesario para acabar con este gobierno que sigue defendiendo principios y estereotipos propios de un tiempo oscuro al que no vamos a permitir que nos devuelvan. Porque somos feministas, seguiremos luchando por la igualdad desde todos los ámbitos y, sólo así, conseguiremos acabar con el terrorismo más peligroso y cercano que nos asola, el terrorismo machista.
Esther López Barceló, diputada de Esquerra Unida en Les Corts Valencianes.
Aurora Mora, cordinadora del grupo de EUPV en Les Corts Valencianes.