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El ingenio de los profesionales sanitarios contrarresta la inacción política
Trabajadores del Hospital La Paz ganan 10.000 euros en un concurso internacional para dedicarlo a un proyecto sobre el cáncer de mama. En Cataluña, asociaciones en defensa de la sanidad pública evalúan el impacto de la austeridad y las privatizaciones
MADRID// Dos días les bastaron a los trabajadores del madrileño hospital de La Paz para idear, grabar y montar el flashmob que les ha llevado a ganar el primer certamen europeo de Bailes de Guante Rosa (Pink Glove Dance). Con más de 300.000 votos (más del triple que el segundo clasificado, el hospital de Bristol) su vídeo batió el récord que hasta ahora se había registrado en las cinco ediciones anteriores de este concurso que, hasta este año, solamente se había celebrado en Estados Unidos.
Tanto los médicos como los pacientes que participaron en el flashmob tenían como objetivo conseguir los 10.000 euros para un proyecto de investigación sobre el cáncer de mama que había como premio. Un dinero que, según ha explicado a La Marea el doctor Javier Cobas, irá destinado a la Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Madrid (ASCAMA). “Si el dinero fuera directamente al hospital, se lo quedaría la Tesorería, por lo que no se podía garantizar que se fuera a usar para investigación. Al dárselo a una asociación nos aseguramos de que va a invertirse en un proyecto dedicado al cáncer de mama».
Aunque aún no tiene claro a qué proyecto concreto se destinará, la portavoz de esta asociación, Teresa Terrén, sí sabe que no tendrá que ver con algo clínico, sino más bien de carácter social. No ya porque no tengan suficientes fondos para ese tipo de investigaciones, sino porque a lo que se dedican es, por medio del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), a velar por los afectados por esta enfermedad; es decir, tanto los que la padecen como sus familiares. Los cuidados oncoestéticos, y la asistencia psicológica, jurídica, social o física (porque después del tratamiento quedan secuelas) son las áreas en las que se centran.
A diferencia de otras asociaciones, según explica Terrén, “tratamos de dar voz a los pacientes con cáncer. Nosotras somos pacientes y, desde la experiencia, queremos influir para que se escuchen nuestras necesidades“. Actualmente, el mayor problema que tienen están relacionados con los recortes en Sanidad. Terrén asegura que se han vulnerado los derechos de las personas con cáncer “ya sea por el copago farmacéutico, por la imposibilidad de acceder al tratamiento más eficaz o por las equivalencias. Es decir, por que los medicamentos genéricos sean igual de eficaces que las medicinas que comercializa una compañía farmacéutica“.
Estas reivindicaciones no son nuevas. Ya en octubre de este año, con ocasión del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) publicó una encuesta según la cual las grandes preocupaciones de las pacientes eran los recortes en programas de prevención y la falta de terapias más modernas y menos invasivas que la quimioterapia.
La ausencia de protocolos homogéneos para el acceso a diferentes tratamientos o ensayos clínicos en las distintas Comunidades Autónomas u hospitales fue otra de las denuncias de esta encuesta, así como de la ASCAMA y la GEPAC. Con el premio que acaban de ganar, desde el Hospital de La Paz han tratado de ayudar a compensar la falta de recursos que se destinan para mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes con cáncer como de sus allegados.
Impacto de la privatización en Cataluña
Con un aire menos festivo pero aspiraciones más ambiciosas, alrededor de 15 asociaciones en defensa de la sanidad pública se han unido para lanzar un crowfunding mediante el que sacar adelante un proyecto para investigar de manera rigurosa el impacto en la salud de la privatización de la sanidad. Está dividido en cuatro fases, para las que se solicita que la ciudadanía aporte dinero de manera gradual. Según han calculado, será en septiembre de 2015 cuando concluya todo este proceso.
A pesar de que se vaya a centrar en Cataluña, no significa que únicamente vaya a ser útil para esta Comunidad Autónoma. Según ha declarado a este periódico uno de los responsables de comunicación del proyecto, Iñaki Vázquez, “Cataluña es punta de lanza respecto a las privatizaciones y sirve como laboratorio para el resto de CCAA. De la misma manera que las iniciativas de privatización que surgen aquí después se exportan al resto de España, analizar sus consecuencias puede ser útil para prever lo que puede ocurrir en las demás“.
Además de la posibilidad de extrapolación, una de las dos coordinadoras de la investigación, Montserrat Vergara, considera que era necesario centrarse en la sanidad catalana. La privatización se está llevando a cabo de manera mucho más compleja que en el resto del país. Bajo el amparo de lo público, de la administración regional, aparecen centros públicos, privados y concertados. Esta opacidad, sumada a la ausencia de datos fácilmente accesibles, ha provocado que la ciudadanía no sea consciente del problema que la privatización puede generar en la calidad asistencial y, por ende, en su salud.
Concienciar a la población de la importancia de mantener un buen sistema público, gratuito y universal de salud, así como comprobar científicamente, a partir de datos, el impacto negativo que los recortes y la privatización puede tener en la población, son los dos objetivos que se han marcado para desarrollar este proyecto.
Durante la primera fase, que finalizará en abril del año que viene, tratarán de recopilar datos respecto a cómo ha ido cambiando el sistema sanitario, de dónde partió la sanidad catalana y hacia donde va después de un largo proceso privatizador. En la segunda fase se centrarán en diferenciar la austeridad de la privatización, gracias a la cual han estado haciendo negocio las empresas adjudicatarias. Vergara afirma que “desde el Govern han tratado de equiparar austeridad y privatización y ambos conceptos no tienen nada que ver. Una cosa es una gestión eficaz de recursos y centros públicos y otra la mercantilización de la salud».
Una vez cuenten con todos los datos, ya en la tercera fase del proyecto, pasarán a analizar cuál ha sido el impacto concreto de la austeridad por un lado y la privatización por otro, tanto sobre el sistema sanitario como sobre la salud de los pacientes. “Queremos ver qué agujeros negros hay. La administración vende que todas las medidas las han tomado en pro de la eficiencia pero no ha dado un solo indicador con el que avalar sus declaraciones“, afirma Vergara. Aunque sea el último paso en el que se centrarán en difundir todos los informes, una vez finalizada cada una de las estapas anteriores también publicarán las conclusiones generales a las que han ido llegando para que los ciudadanos puedan estar al tanto de los avances.
Al igual que en el caso de La Paz, las diferentes asociaciones que han puesto en marcha este proyecto lo han hecho para contrarrestar la inacción de las administraciones públicas. Y es que, según afirma Iñaki Vázquez, le correspondería o bien al Govern catalán, o bien al Ministerio de Sanidad, comprobar cuál es la eficacia de las medidas que proponen con la excusa de la crisis que se atraviesa en España.
Vázquez ha explicado que “unas dos semanas después de que comenzáramos con el crowfundig, Boi Ruiz (titular del área de Sanidad en Cataluña) anunció que el Observatorio del Sistema de Salud iba a hacer un seguimiento de los indicadores de salud y analizar su evolución. Estamos convencidos de que lo ha hecho para tratar de neutralizar nuestro proyecto y que no le podamos reprochar que estamos realizando una tarea que debería haber llevado a cabo él“.
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Me parece humillante que el personal sanitario e investigador tenga que hacer estas cosas para conseguir financiación. Todo por conseguir 10.000 €, que apenas da para pagar el sueldo de un investigador durante 6 meses.