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Marea blanca para defender un hospital: “Todos somos Carlos III”
Resguardados de la lluvia con paraguas o con chubasqueros, usuarios y profesionales sanitarios han coincidido en señalar que lo que le ocurra a este hospital “nos va a sucederles al resto de centros de salud pública“
MADRID// Cientos de personas han acudido esta mañana, a pesar de la lluvia, a la manifestación convocada por la Mesa en Defensa de la Sanidad. A la reivindicación de una sanidad pública gratuita y de calidad común en todas las mareas blancas, esta mañana se han sumado la solidaridad y la cohesión de todo el sector sanitario para protestar por el “desmantelamiento“ del Hospital Carlos III de Madrid.
Según han afirmado en el manifiesto que se ha leído al final del acto, “esta es una marea especial en defensa del Carlos III“. Mediante este comunicado han situado en el 26 de agosto de 2011 la fecha en la que comenzaron las “medidas depredadoras para acabar con los servicios públicos“. Ese fue el día en el que tanto el PP como el PSOE consintieron reformar el artículo 135 de la Constitución para dar prioridad al pago de la deuda.
Resguardados de la lluvia con paraguas o con chubasqueros, tanto los usuarios como los profesionales sanitarios que han acudido a manifestarse han coincidido en señalar que lo que le ocurra a este hospital “va a sucederles al resto de centros de salud pública“. De hecho, uno de los lemas que más se han coreado ha sido “Todos somos Carlos III“.
La portavoz de este centro, María del Carmen Ontivero, ha denunciado a La Marea que la Conserjería de Sanidad “no valora ni el capital humano ni las instalaciones, que tienen abandonadas. Todo el dineral que se gastaron cuando hicieron la UCI lo van a tirar a la basura porque ahora la quieren desmantelar. Se va a quedar un laboratorio pequeño de urgencias, con una sola persona, y hospitalización para pacientes crónicos“.
Según ha afirmado, “ahora no pueden cerrar la unidad de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) porque han conseguido un proyecto por el que les han dado mucho dinero y lo van a mantener. Pero la idea es privatizarlo. La localización de este hospital es muy céntrica, está al lado de la Vaguada (un centro comercial situado en el Barrio del Pilar de la capital) y es excelente para un hospital privado. Primero desmantelan y después lo privatizarán“.
Durante la marcha que se ha hecho desde Plaza de Castilla hasta la puerta del centro, los manifestantes aprovechaban para intercambiar impresiones. Una señora explicaba airada que “nos dicen que lo público es muy malo, que lo privado es muy bueno y mientras ellos se llevan los bolsillos, a los ciudadanos que nos den por ahí“.
Por otro lado, una doctora del Severo Ochoa que ha coincidido con uno de los médicos del Carlos III le ha preguntado cuál era la situación concreta en la que se encontraban. “Pues lo de siempre“, ha respondido “Intentaron desmantelar el hospital de golpe, pero se encontraron con una resistencia que no se esperaban, tanto por parte de los ciudadanos como de los médicos Así que ahora, el objetivo lo mantienen, pero lo van haciendo por partes, a ver si así nos pasa desapercibido“.
“Quieren privatizar hasta las donaciones de sangre“
Algunos han aprovechado esta manifestación para pedir apoyo contra la intención de la Conserjería de Sanidad de cederle las donaciones de sangre a la Cruz Roja. Francisco Díaz, una de las personas que estaba recogiendo firmas para esta causa, ha explicado que “Lasquetty quiere privatizar hasta la sangre. En 2012 el valor de las bolsas de sangre recogidas por la CAM ascendió a 45 millones de euros. La sangre en sí no se vende pero la mano de obra, las bolsas, los análisis, sí que se paga“.
Aunque esta entidad es una ONG, según ha señalado Díaz, también tienen un centro de transfusiones privado. “Toda la sangre que se dona en la Cruz Roja va a parar a hospitales privados, no a los públicos, a los que solamente les pasan sangre si les sobra. A la Cruz Roja les va el negocio de aquella manera y quedarse con los 45 millones de euros que genera la donación de sangre es la manera de recuperarse un poco“.
Los trabajadores del Hospital de La Princesa, que se encuentran en una situación similar también han querido ir a dar su apoyo para tratar de evitar que el Carlos III deje de ser un centro especializado para pasar a ser “una especie de geriátrico al que mandar a los pacientes que no le sean rentables a los centros privados“. Aunque aún no hay un plan elaborado, la portavoz de La Princesa, Marta, ha advertido de que en su centro “cada vez tiene menos servicios, atención de especialidades, prácticamente están sin usar todos los aparatos de pruebas hospitalarias y realmente se va viendo que hay menos pacientes porque tenemos menos capacidad para atenderlos. Esto se ve día a día“.
La portavoz del Carlos III, María del Carmen Ontivero, considera que es fundamental que la ciudadanía “se dé cuenta de que la calidad que teníamos en cuanto a la asistencia y los servicios se ha terminado“. Ontivero tiene claro que la finalidad última de la Conserjería de Sanidad es acabar con el sistema público. “Ya dijo claramente Patricia Flores (viceconsejera del Sanidad en la Comunidad de Madrid), en su día (enero de 2012) que no tenía sentido que los enfermos crónicos vivieran gratis del sistema. Con esta filosofía, qué vamos a esperar“.
La criminal chapuza de la sanidad pública con gestión privada en Inglaterra cuestiona severamente la idoneidad de poner la salud y las vidas de los ciudadanos en sistemas sanitarios dirigidos por empresas, cuya única finalidad consiste en aumentar a toda costa la cuenta de resultados y engordar los beneficios, aunque sea a costa de la muerte de los pacientes. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/10/la-criminal-chapuza-de-la-sanidad.html