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La UE maquilla las ayudas a las energías convencionales

La Dirección General de Energía tachó partes de un informe en el que se elevaban a 100.000 millones de euros las ayudas estatales al carbón, el gas y el sector nuclear, según el diario alemán Süddeutsche Zeitung

MADRID // El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ha mantenido en público en diversas ocasiones que las energías renovables han sido subvencionadas en exceso y que por ello es necesario cambiar las políticas de incentivos en los Estados miembros de la Unión. Quizás con intención de apoyar esta afirmación, la Dirección General de Energia encargó hace meses a sus propios técnicos que elaboraran un informe que debía desglosar estas subvenciones a las energías verdes.

Sin embargo, según reveló el diario alemán Süddeutsche Zeitung el 14 de octubre,  los técnicos a las órdenes de Oettinger mostraron exceso de celo y no sólo detallaron las ayudas a las renovables sino también el dinero otorgado por los Estados a las fuentes de energía convencionales, con el resultado que la comparación de los datos no sólo no apoyaba la argumentación del comisario, sino que la desmentía de plano. La lista completa de ayudas a energías como el carbón, el gas y el sector nuclear recopiladas por los expertos de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, arrojó un resultado que a su mismo comisario debió de resultarle sorprendente. El importe de las subvenciones estatales a las tres energías convencionales citadas ascendió en 2011 a 100.000 millones de euros, una cifra que triplica con creces los  30.000 millones destinados a incentivar las fuentes de generación de electricidad renovables.

Ante estos datos que desautorizaban a Oettinger, de acuerdo con el diario alemán, no se halló otra solución que «tachar» algunas de estas cifras «explosivas» que aparecían en la página 2 del informe.

En esa página se desglosaba que, en el año citado, los Estados concedieron 35.000 millones de euros de dinero del contribuyente a financiar instalaciones nucleares y 26.000 millones más para subvencionar centrales de combustibles fósiles. «Más aún», continúa el rotativo alemán, «la generación energética de gas y carbón fue subvencionada indirectamente con otros 40.000 millones. En una nota a pie de página, los burócratas señalan que los gobiernos nacionales tienen que dedicar esa cantidad a paliar las consecuencias sociales y sanitarias del uso de esos combustibles».

«En total, los gobiernos podrían estar dedicando 130.000 millones [anuales] al sector energético (sin contar con el seguro de responsabilidad civil de los reactores nucleares); de ellos, sólo 30.000 se dedica a promover las energías verdes», revela el diario.

La Comisión lo niega

Al conocerse que estas cifras tan poco coherentes con el discurso de Oettinger habían desaparecido del informe definitivo, la portavoz del comisario trató de justificar la supuesta ocultación de cifras con el argumento de que «nunca» había habido «datos firmes». Luego precisó: «En ningún documento se mencionan esos detalles». Una afirmación que el Süddeutsche Zeitung describe como «muy extraña» dado que el diario asegura haber tenido acceso a dos de los borradores del informe en el que las cantidades citadas aparecían «tachadas en rojo». El periódico termina ironizando al asegurar que las cifras que ya no figuran en el texto «han desaparecido en el nirvana de Bruselas».

Aunque en España la noticia no ha tenido apenas repercusión, la censura recogida por este diario alemán sí tuvo eco en la Eurocámara de Estrasburgo. La información provocó un comunicado de protesta del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo en el que se criticaba el intento de Oettinger de «censurar» el informe elaborado por sus propios técnicos. También se subrayaba que los datos supuestamente tachados «dejaban claro que los subsidios estatales al carbón, gas y a la energía nuclear representan la mayor amenaza al funcionamiento del mercado de energía de la UE», y no las energías renovables, al contrario de lo afirmado por el propio comisario de Energía, una afirmación que aparece también de forma recurrente en el ministro español de Industria, José Manuel Soria, y otros responsables gubernamentales cuando aluden al mercado energético español.

La Marea ha tenido conocimiento de esta noticia publicada en Alemania gracias a un ingeniero español residente en ese país, Daniel Carralero, miembro del Observatorio Crítico de la Energía (OCE). Este investigador en temas energéticos considera que el supuesto intento de censura por parte de la Dirección General de Energía va en la línea de la «nueva ofensiva tendente a atribuir a las energías renovables la culpa del constante encarecimiento de la electricidad».

«Incluso si las subvenciones a las energías renovables fueran tan importantes como dicen, que no lo son, a la luz de lo detallado por los propios técnicos de la Comisión, tendría sentido destinar dinero público a unas energías limpias, que no producen efecto invernadero, que garantizan la independencia energética y con gran potencial cooperativo. Por si esto no bastara, encima nos enteramos de que lo que no están contando sobre lo caras que son este tipo de energías frente a las fuentes convencionales, es mentira», deplora Carralero.

Recortes y subvenciones

Para darse cuenta de la «enormidad» de las cantidades destinadas por los Estados a apoyar el carbón, el gas y al sector nuclear, continúa el ingeniero, «sólo hay que comparar las cifras con otros conceptos, como los rescates a los países del Sur. Como el de España: la cantidad que se puso a disposición de España para rescatar a los bancos fue de 100.000 millones, la misma que se ha concedido en ayudas a estas energías contaminantes. Es decir, que todo lo que se ha hecho pasar a España, los recortes que se nos han impuesto podrían haberse evitado si ese dinero que los Estados han destinado a ese objetivo se hubiese utilizado para ayudar a los países en dificultades».

«También podemos ver que los Fondos de Cohesión y de Desarrollo Regional, los FEDER, tienen  un presupuesto previsto para siete años de 350.000 millones de euros, vamos que resulta que Europa destina cada año desarrollo de sus zonas más desfavorecidas sólo 50.000 millones, la mitad de lo que emplean sus Estados a apoyar a energías contaminantes en manos de grandes corporaciones», critica Carralero, que describe esta situación como «indignante».

 

 

 

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Comentarios
  1. 1)El informe no es un desglose de las subvenciones a las renovables, sino una descripción de los efectos de la intervención pública en el mercado interno de electricidad. 2)El artículo del periódico alemán recoge mal la información del borrador: son 26 millardos a electricidad con combustibles fósiles, 30 con renovables y 4 (60-26-30) a nucleares. Se mencionan, sin referenciar la fuente, 40 millardos adicionales derivados de las consecuencias de los combustibles fósiles en salud pública (pero estos no pueden ser únicamente imputables a la generación de electricidad, por lo que el comentario no es pertinente) 3)Dicho borrador no aclara las verdaderas fuentes de las que extrae esos datos: sólo dice, vagamente, OCDE y IEA, por lo que no hay exceso de celo de los redactores precisamente.

    • Copio la respuesta que hemos dado desde el Observatorio Crítico de la Energía a este comentario:

      «1) La noticia original dice que el informe es «un manual sobre cómo aplicar de manera efectiva las ayudas estatales en el mercado energético, sobre todo para la generación eléctrica de origen, eólico, hidráulico y solar.». Fue redactado por un grupo de eurofuncionarios de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea. Eso, en nuestra opinión, son técnicos de la UE (otra cosa es que no todas las referencias que manejan sean de la UE).
      2) No entendemos por qué dices que la noticia está mal. Si vas al informe que publica el SZ, página 2, párrafo cuatro, dice que «In 2011 the various types of support of electricity production in the EU amounted in accordance to some studies to far above 60 bn €». Y luego detalla: 26 millardos a los fósiles, 35 a la nuclear, 30 a las renovables. Es exactamente lo que dice el SZ.
      3) Es cierto que no hay una referencia que justifique los 40 millardos adicionales debidos a incentivos indirectos, pero no parece una cifra ni mucho menos disparatada. Por poner un ejemplo, en 2000 el grupo Clean Air for Europe estimó los costes de la contaminación del aire en Europa (sanidad, cosechas, deterioro de materiales) entre los 280 y 793 mil millones de euros. Si tomamos 500 mil millones, eso significaría que los 40 millardos de los que habla el informe sólo son el 8% de esa estimación. La generación eléctrica tiene una participación mayor en la generación de emisiones, y además, sólo estamos hablando de calidad del aire.
      4) Sobre los incentivos por unidad de energía habría mucho que decir. Teniendo en cuenta el tipo de subvenciones encubiertas que se mencionan en este informe (como los pagos por capacidad), la inversión pública privatizada, los seguros de las nucleares, etc. es muy discutible que las renovables hayan recibido más subvención por unidad de energía. En todo caso, aunque así fuera, no creemos que esa cantidad sea ni mucho menos tan relevante como las cantidades absolutas de dinero destinadas a cada cosa, especialmente cuando se trata de cifras tan monstruosas como estas. Una tecnología que se desarrolla necesita inicialmente una subvención alta por kWh producido, pero si esa tecnología es beneficiosa para la sociedad (como lo son las renovables) y el volumen total es asumible (como lo es en el caso de las renovables), no vemos ningún problema en ello. En cambio, que se destinen directamente 60 millardos de euros a fomentar energías ya desarrolladas y que no tienen ningún interés social (es decir, regalando dinero público a las empresas que poseen esas fuentes de generación), mientras toda Europa está sufriendo una oleada de recortes sociales sin precedentes, es absolutamente inaceptable.»

      • 1- ninguno de los datos que se discuten están preparados por ellos 2- me refiero precisamente al informe que el diario SZ ha colgado (me encanta esta práctica, ojalá todos lo hicieran). 60kM para todo el soporte, que incluye: 26 con combustibles fósiles, 30 con renovables y el resto a nucleares [4] 3- a mí la cifra de 40kM a efectos ambientales no me parece disparatada, sólo digo que no es imputable a la generación de electricidad sino, sobre todo, al transporte (no sólo porque se destina más a este respecto, sino porque sus emisiones se producen en el interior de las ciudades). Hablamos de electricidad, no de energía 4- lo que quería resaltar es que es me parece peligroso entrar en el juego de demostrar que «se destina menos dinero del Estado a las renovables», porque primero, puede que no sea cierto, y segundo, porque eso no es lo importante: se trata de demostrar que las renovables suponen un beneficio económico para el conjunto de la sociedad, ya a corto plazo, pero sobre todo a largo plazo. 5- También son peligrosos los discursos demagógicos que comparan los recortes en gasto social con el gasto en electricidad. De hecho, se lee muy a menudo en medios liberales la comparación entre el gasto en renovables, sobre todo «la ineficiente solar» (por favor, nótense las comillas irónicas) con los recortes sociales. 6- Para aclarar aún más mi comentario: hablo desde un posicionamiento pro-renovables, así que soy absolutamente sospechoso de querer reducir el gasto en combustibles fósiles.

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