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¿Hasta cuándo la complicidad con el Estado de Israel?

"¿Qué modelo de país quiere construir, señor Mas? ¿No querrá usted, Sr. President, convertir a Cataluña en un Estado cómplice de la ocupación militar más antigua de la historia contemporánea reciente, verdad?", pregunta la autora

Estos días, el president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, junto con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, están de visita oficial en el Estado de Israel. Desde el Govern de la Generalitat presentan a Israel como un ejemplo y un «referente» para Cataluña, lo cual es enormemente preocupante porque no podemos tener como «compañero de viaje» a un Estado basado en una ocupación militar, que vulnera la legalidad internacional y los derechos humanos más básicos de la población palestina, y que se ha construido sobre cimientos racistas y discriminatorios.

Sólo hay que recordar que la creación del Estado de Israel en 1948 significó la expulsión de más del 70% de la población autóctona de sus hogares y de su tierra. Más de 700.000 palestinos y palestinas se convirtieron en refugiados. Con la Guerra de 1967 Israel puso en marcha la ocupación militar y civil de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán. 300.000 palestinos fueron desplazados de su territorio. Hoy, hay más de cinco millones de refugiados palestinos. Israel continúa negándoles su derecho al retorno, incumpliendo así la Resolución 194 (1948) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la 237 (1967) de su Consejo de Seguridad.

En Cisjordania y Jerusalén Este, Israel ha establecido más de 230 asentamientos, con cerca de 600.000 colonos judíos, lo que hizo imposible la creación de un Estado palestino viable y autónomo. Todos estos asentamientos son ilegales según el Derecho Internacional: violan la Cuarta Convención de Ginebra e incumplen la Resolución 242 (1967) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Desde el año 2002, Israel está construyendo un muro de separación de más de 700 kilómetros de longitud que aísla y ahoga a poblaciones palestinas enteras. El Tribunal Internacional de Justicia, consultado por la Asamblea General de la ONU, establece que este muro constituye una violación de la ley internacional. A pesar de haber sido condenado también por el Tribunal Supremo Israelí, continúa su proceso de construcción.

Desde el año 2005, Israel ha impuesto un bloqueo criminal en la Franja de Gaza, haciendo que la situación en Gaza sea de extrema crisis humanitaria para más de un millón y medio de personas que viven en una enorme prisión a cielo abierto, tal como lo ha documentado en numerosas ocasiones la ONU.

El Estado de Israel ha establecido y consolidado todo un aparato legislativo discriminatorio hacia el 20% de su población, la minoría árabe: más de una cincuentena de leyes discriminan a los palestinos y palestinas con ciudadanía israelí.

La sociedad civil palestina hizo, en 2005, una llamada unitaria para iniciar una campaña de aislamiento internacional de Israel inspirada en la lucha sudafricana contra el régimen de apartheid. Desde entonces, la campaña civil internacional para el Boicot, las Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel se ha extendido por todo el mundo y ha conseguido numerosos apoyos: universitarios, científicos, culturales, académicos, deportivos, políticos, sindicales, entre otros.

A través de esta campaña de medidas punitivas no violentas, el pueblo palestino quiere poder ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y acabar con la injusticia histórica a la que se ve sometido desde 1948, y pide a los gobiernos e instituciones del mundo que dejen de colaborar con el estado de Israel hasta que no respete los derechos de la población palestina y la legalidad internacional.

La visita de Artur Mas a Israel implica, entre otras cosas, apoyar una ocupación militar ilegal y no escuchar lo que está pasando a nivel internacional: sólo a modo de ejemplo, hace unas semanas, la Unión Europea declaró que no colaborará con centros de investigación israelíes que mantengan vínculos con centros e instituciones situados en las colonias de Cisjordania y Jerusalén Este. Ante esto, el Govern de la Generalitat firma acuerdos de colaboración con la Universidad de Tel Aviv, institución que no es ajena al desarrollo y mantenimiento del sistema de control, ocupación y fragmentación territorial a que está sometida la población palestina.

¿Qué modelo de país quiere construir, señor Mas? ¿Recuerda que durante los últimos años del régimen de apartheid de Sudáfrica algunos gobiernos occidentales se significaron por su apoyo al régimen racista? ¿No querrá usted, Sr. President, convertir a Cataluña en un Estado cómplice de la ocupación militar más antigua de la historia contemporánea reciente, verdad?

*Lola Badenes forma parte de la coordinadora Amb Palestina al Cor (Con Palestina en el Corazón)

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Comentarios
  1. No estoy apoyando los dichos hechos de mi gobierno para nada, pero tambien yo (y supongo que el publico que haya leido mas de 1 reportaje en su vida sobre el tema)estamos hartos de reportajes tan blanco & negro como este.Siempre puedes contar un lado de la historia (que no digo que no sea verdadero) pero no solo que no es justo sino es aburrido..

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